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Face the maybe ‘Insight’

Insight‘ se trata del primer LP de la formación metalera catalana Face the Maybe. El grupo fue formado a finales de 2009 con una plantilla que en parte ya prevenía de otras bandas, como es el caso de su guitarrista Eimel (ex-Cryogen) y el batería Joan Carles (Truth). Todo unido a la voz multi-tarea de Tomás, Frederic al bajo, y en conjunto envuelto por los teclados y samplers de Albert y Raúl respectivamente.

Su estilo es un metal con tres vertientes muy definidas que se dividen en agresividad, técnica y melodía, no necesiamente en ese orden, y teniendo un papel fundamental las progresiones. Si les hubiera que buscar una etiqueta sería un trabajo complicado. No llegan a sonar tan extremos como para meterlos en el mathcore, ni tan retorcidos como para hacerlo en el djent, sin embargo sí son lo suficientemente potentes como para montar un cristo de puta madre en el foso. Sus canciones buscan la sorpresa en el oyente, pero tirando de groove y constantes virguerías instrumentales.

Así lo podemos constatar con ‘Hating me‘ que arranca con unos samplers sobre guitarras muteadas, que cuando piensas que te va a caer encima la mítica estampida de doble bombo y guitarra, desemboca en varios riffs abiertos – que pronto se entrelazan con la voz desgarrada de Tomás – pero controlando mucho el tempo, y elevando el papel del estribillo. La faceta progresiva aquí la encontramos con un noble respaldo sintetizado y varios episodios instrumentales donde sí que aceleran a toda máquina, y nos muestran excelentes duelos de guitarra, teclado y batería.

Esta tónica será la que domine principalmente el resto de composiciones. Canciones estructuradas en distintas partes visiblemente diferenciadas, como por ejemplo ‘Ayzacell‘ y ‘Cruel town‘, cuyos comienzos también llegan cargados de groove, geniales muteos, ejercicios espectaculares de batería y bajo, voces que a veces rozan la esquizofrenia, pero manteniendo un estribillo melódico de referencia.

Una de las que más me impactó fue – ‘Insight‘ – la que da título al disco, cuyo comienzo con un eje instrumental acústico y colchón sintetizado desemboca en un duelo criminal de bajo y batería, que de ahí te pasa a zarandear la vida con un grito del infierno y una guitarra a toda hostia. En ese punto la canción evoluciona con abundantes cambios de ritmo y rincones distintos. Cabe decir que esos constantes contrastes pueden ser determinantes a la hora de jugar a su favor o en contra; porque volcar de un riff asesino en plan Machine Head a las virtudes de un metal progresivo casi tradicional, es algo que se debe conducir con mucho tacto. Ellos lo tienen, pero desde luego es una práctica que puede convertirse en un ejercicio de trapecismo. La canción de todas todas es una auténtica obra de arte, como el resto de composiciones que encontraréis en este disco.

Nada que comentar sobre producción, que hace justicia en todo momento al gran despliegue técnico que son capaces de ofrecer el grupo. Realmente recomiendo a todo el mundo que pruebe la experiencia.


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