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Hellfest 2015: Sábado 20 – Fuegos artificiales, un reverendo dando tumbos y hard rock de altos vuelos

Texto/Fotografías: Mike

Tras una primera jornada bastante frenética, donde tuvimos que ir improvisando más o menos sobre la marcha, el sábado tocaba explorar con un poco más de calma el recinto, así como los distintos servicios que Hellfest había desplegado para su X Aniversario.

Después de repetir otra vez el traslado Nantes-Clisson en tren-navette al mediodía, un primer vistazo a la entrada principal mostraba un embotellamiento de gente bastante importante para acceder al parque. Lo más preocupante, a parte de estas colas, volvía a ser un sol asesino, y la escasez de sombra para refugiarse. Una vez dentro se podía ver a la gente intentando protegerse como podía bajo los techos de bares o puestos de merchandising. Cerca de los escenarios principales también se encontraba un punto para firmas de discos cuyas colas obligaban a la gente a sufrir un poco mientras no llegaba su turno.

Actuaciones como las de las "Fuel Girls" o el grupo "Pyrohex" se sucedían con frecuencia por distintos puntos del recinto
Actuaciones como las de las «Fuel Girls» o el grupo «Pyrohex» se sucedían con frecuencia por distintos puntos del recinto

En su conjunto el recinto se podría dividir entre las zonas de conciertos, zonas de comida y una mini-ciudad a la entrada con: mercadillo, tiendas, puntos de información, baños y varios stands dedicados a los distintos patrocinadores, como Gibson o Blizzard, para quienes se dispuso un notable despliegue entorno al famoso World of Warcraft (hasta con cantina propia). Una de las zonas más concurridas era la arboleda próxima al escenario conocido como Warzone, orientado a los estilos sobre los que fue fundado el festival (hardcore, punk…), y paradójicamente el más escondido e intransitable, debido esto a los molestos, y peligrosos, cuellos de botella que se formaban a su entrada. Dicha arboleda también tenía sus propios puestos de comida y servicios, aunque el ir y venir de gente provocaba una importante polvadera que hacía bastante incómoda la estancia. Retirada entre los escenarios principales y las carpas también se encontraba la Zona VIP, accesible para aquellos que hubieran adquirido el ticket correspondiente. Entre sus privilegios se podía encontrar un bar cubierto con mesas y sillas donde poder descansar, o también echar un vistazo a los conciertos principales en pantalla grande con sonido ambiente. La zona era compartida con la parte de prensa y también disponía de baños propios, algo de sombra, y dos camiones para pedir comida (hamburguesas, bocadillos o ensaladas). En esta edición 2015 la organización quiso repetir con lo que denominaron “Hellfest Cult”, algo así como un club de fans oficial, cuya inscripción ronda los 40€/año, y que a mayores de merchandising exclusivo y diversos privilegios extra, proporciona acceso a zonas y fiestas privadas.

También había una pista especial para skaters, la famosa noria y diversos puntos de encuentro, pero bueno, volviendo a los conciertos, nuestra jornada empezaba en el Main Stage 2 con la actuación de Motionless in white. Los americanos tuvieron que lidiar con la palpable resaca en el ambiente del día anterior, y la hora de la comida. No obstante se mostraron eficientes, y gozaron de un notable sonido para presentar su mezcla de metalcore y metal moderno, todo envuelto por su particular imagen. Acto seguido, y en el escenario vecino, hacían su aparición The Answer. Los irlandeses dieron toda una lección de entrega y buen hard rock con un setlist especialmente pensado para caldear festivales. Su líder Cormac Neeson, en el cual muchos ven un retrato de Robert Plant, contagiaba energía y nos regaló una notable actuación. Parada para comer algo, y ver el comienzo del mítico Spaceman, Ace Frehley, que envuelto en un potente sonido, intercaló clásicos de KISS como ‘Rocket Ride’ o ‘Love Gun’ entre algunos de sus temas más destacados en solitario. No faltaron el efecto humo saliendo de su Les Paul ni los momentos de esparcimiento individual.

A pesar de los graves problemas de sonido que sufrió su actuación, Airbourne pusieron Clisson a sus pies
A pesar de los graves problemas de sonido que sufrió su actuación, Airbourne pusieron Clisson a sus pies

El siguiente grupo en salir al Main Stage fueron los recién reunidos Backyard Babies. Los suecos regresaban a los escenarios tras un parón de cinco años y con un disco nuevo bajo el brazo. Precisamente con — ‘Th1rt3en Or Nothing’ – el primer single de este nuevo lanzamiento abrieron su concierto, y por desgracia (desde donde yo me encontraba), no pude percibir nada bien lo que salía por los altavoces. Ofrecieron algunos de sus temas más populares como ‘Highlits’, ‘Dysfunctional Professional’ o la celebrada ‘Minus Celsius’, con el contraste de ver a un automatizado Borg con un tambaleante Dregen deambulando de un lado para otro. Se aproximaba la hora punta de la tarde, y la expectación por ver a los australianos Airbourne era total y absoluta. Pese a su relativo poco tiempo en activo, la formación liderada por Joel O’Keeffe puede presumir de ser funcionalmente equiparable a cualquier grupo consagrado. Su salto a las tablas fue de lo más explosivo que se pudo ver todo el fin de semana en Clisson, con una ‘Ready to Rock’ que le dio vuelta de campana a todo el mundo, y provocó lo que se supone que debe provocar un festival de estas características, subidón y locura. Por desgracia para todos, tuvieron que lidiar con graves problemas técnicos que se estuvieron produciendo todo el fin de semana en el Main Stage 1, molestos cortes totales y parciales de sonido, pero que no obstante no les impidieron ofrecer un show impactante y dejar a todo el mundo a sus pies. Al respecto la organización escribió un comunicado pidiendo disculpas, y explicando que estos problemas se habían debido a una constante sobrecarga eléctrica.

El regreso de Body Count a tierras francesas provocó un mosh salvaje y un importante atolladero en la Warzone
El regreso de Body Count a tierras francesas provocó un mosh salvaje y un importante atolladero en la Warzone

La siguiente parte de tarde intentaré enterrarla en el olvido, ya que a pesar de estar avisado de los tumultos que se podían formar en la Warzone, pero obsesionado con sacar alguna foto de los míticos Body Count, me fui hasta allí casi 50 minutos antes (y ya había cola) perdiendo la casi totalidad del concierto que estaba dando Slash. Lo siguiente solo se podría describir como un despropósito en todos los sentidos. Ante la paulatina llegada de público al, llamémosle hueco, donde estaba situado el escenario, también se fueron amontonando una serie de fotógrafos, los cuales nos fuimos apilando contra las vallas como pudimos. Minutos antes del concierto, y ya totalmente arrinconado, la presión se hacía insoportable. Con la salida de Ice-T se desató la locura, y a una primera avalancha de fotógrafos le siguieron otras dos, esto antes de poder siquiera pasar al foso, y todo ello además pegado al mosh que se estaba formando. Lo siguiente, después de hacer fotos durante el tiempo reglamentario, fue una una lucha (literal) de 40 minutos, con la cámara en brazos, por intentar salir de allí. Según he podido leer a través de los canales del festival, la organización tuvo que salir al paso pidiendo perdón, ya que la inclusión de Body Count en ese escenario parece ser que fue una decisión de última hora, y se vieron desbordados debido la expectación causada por el grupo. Aquí podéis ver una foto a vista de dron (y no en hora punta) donde se puede ver a lo que me refiero.

Magullado, sofocado y con el cansancio asomando me perdí a ZZ Top y Orange Goblin; intentamos cenar rápido para ver algo de Faith No More, y su concierto fue seguido de una espectacular exhibición de fuegos artificiales por cortesía del festival. Inmediatamente después hicieron su entrada Scorpions, momento que tuve que aprovechar para coger algo de fuerzas, pues tenía pendiente ver parte de Venom y a Marilyn Manson. Los primeros, considerados piedra filosofal del black/thrash, aunque contando solo con la presencia de «Cronos» de sus miembros originales, lograron captar la atención del respetable en The Temple, a la vez que intercalaron parte de su más reciente trabajo, ‘From the Very Depths‘, con algunos de sus temas más reverenciados. El segundo (MM) salió al Main Stage 2 ondeando también su nuevo trabajo, ‘The Pale Emperor‘, y lo hizo abriendo con la potente ‘Deep Six‘. A partir de ese momento el porte de Manson se fue desmoronando poco a poco. Tambaleándose por el escenario, a ratos sin aliento, y manteniendo incómodas charlas entre canción y canción, donde quiso aprovechar – varias veces – para felicitar el cumpleaños a Twiggy Ramirez, único miembro que permanece actualmente con él desde los inicios del grupo, la actuación terminó por provocar una paulatino abandono del público menos afín a su estilo. El set estuvo compuesto por una selección de sus temas más enérgicos donde se podría destacar ‘mOBSCENE‘ o la parte final, con el habitual atrio para ‘Antichrist Superstar‘ y la despedida con ‘The Beautiful People‘. Por el medio rescataron principalmente clásicos de los 90, y concretamente del 96, como ‘Angel With the Scabbed Wings‘ y ‘Tourniquet‘, dejándome un sabor agridulce en general, pero eso sí, con una buena ejecución de los músicos.

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