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Ghost ‘Meliora’

Hay grupos a los que nunca termina de llegarles el reconocimiento, por mucho talento que tengan. Seguro que se os ocurren decenas de ejemplos. Otros, sin embargo, nacen con la palabra ‘éxito’ marcada a fuego el el ADN. Es el caso de los occult rockers suecos Ghost. Un grupo cuya popularidad y aceptación en los medios ha subido como la de pocos otros grupos en los últimos años, pero que a su vez, ha reunido a gran cantidad de personas que se aburren con su escucha.

Desde que su disco debut ‘Opus Eponymous‘ les llevara directamente a los Grammy, Ghost se han convertido en un fenómeno de masas. No se sabe muy bien si es por su puesta en escena, por el anonimato de sus miembros, por su sonido, por sus videos o por todo junto, pero hoy por hoy son ya un grupo de culto.

Con esos antecedentes lanzaban a finales de agosto su tercer disco, ‘Meliora‘. La principal novedad es la entrada de un nuevo vocalista, Papa Emeritus III, aunque se puede decir que el resultado no varía sensiblemente. La voz sigue navegando entre la oscuridad y una calidez con un toque espectral que encaja a la perfección en su música.

Reconozco que Ghost no es un grupo fácil de escuchar. O mejor dicho, no es fácil que te seduzca de primeras. Si no eres un gran fan de la psicodelia solo con las primeras y fantasmagóricas notas de la inicial ‘Spirit‘ puedes salir corriendo. Si aguantas puedes encontrar un sonido algo más heavy que lo que han venido haciendo en sus dos primeros trabajos. Eso sí, sin dejar de lado el Hammond en ningún momento. Más en la onda de la psicodelia oscura viene ‘From the pinnacle to the pit‘, que a mi me ganó con un estribillo absolutamente delicioso y unas voces menos susurrantes.

Poco más se puede decir de ‘Cirice‘, el que fue el primer single del disco y cuyos riffs permanecen en mi cabeza desde que vi el video. Me encanta la rotundidad de la base rítmica y cómo contrasta con un estribillo casi susurrado. Todo un homenaje a las raíces del heavy metal más ancestral, con su sello propio. Tras la breve instrumental ‘Spóksonat‘ viene otra de las destacadas. ‘He is‘ es la perfecta antítesis musical del mensaje que manda. Un tema luminoso y delicado, con un toque folk de lo más naïf y sin distorsión y que poco a poco te lleva hacia arriba según avanza. Toda la magia de Ghost hecha canción.

Como contraposición, ‘Mummy Dust‘ es quizá el tema más decididamente heavy del trabajo. No solo las guitarras se afilan, sino que los efectos aplicados a la voz la hacen más áspera. El resultado es un tema oscuro y cargado de maldad. ‘Majesty‘ es el único tema que no ha terminado de engancharme, con su riff trotón y el añadido del Hammond para reforzar el aire clasicón. No es un mal tema, pero en comparación con el resto es el que menos me ha gustado.

Tras ‘Devil Church‘, otra breve instrumental que podría estar sacada del interior de alguna iglesia, viene ‘Absolution‘, con un ritmo más animado que, esta vez sí, acompaña a unas guitarras contundentes. El épico estribillo vuelve a tirar mano del coro vocal y de unos teclados que contrastan perfectamente con el resto del tema, un efecto que el grupo maneja a la perfección. No falta tampoco alguno de los momentos más psicodélicos y setenteros del disco. Finaliza el disco con una grandiosa ‘Deus in Absentia‘, cantada a coro desde el inicio y con otros estribillo inolvidable, intercalado con cantos corales, que son los encargados de poner punto y final a una experiencia diferente.

En definitiva, si alguno aún pensaba que Ghost son pose, pinturitas y túnicas o una moda, se va a tener que comer sus palabras con patatas. Estamos ante un gran trabajo dentro de su estilo, plagado de detalles que van desde su polifacética portada a cada uno de los rincones de sus diez cortes. Pura provocación, satanismo eclesiástico musicalizado con algunos temas que son verdaderas obras de arte. Además, puede ser una buena opción para que aquellos que aún no se han atrevido se introduzcan en su discografía. Lo que tengo claro es que no me canso de escucharlo una y otra vez, por los siglos de los siglos… Amén.

LO MEJOR

La primera mitad del disco es memorable. Cortes como ‘From the pinnacle to the pit’, ‘Cirice’ o ‘He is’ son instant classics.

LO PEOR

Que no dure media hora más.


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