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The Aristocrats en la Sala Rock City, Valencia

Fotografías: Irene Bernad
Traducción: Metalicharly

Cuando te mudas por primera vez a una ciudad europea, una como Valencia, que podríamos definir como una ciudad pequeña y grande a la vez, sabes que estás de suerte cada vez que vas a poder ver a un grupo importante de rock o metal. Quizá os preguntéis por qué. Como dije antes, Valencia no es una ciudad con muchos habitantes, y entre ellos solo hay unos pocos que pudieran disfrutar de un concierto de rock fusión progresivo instrumental. Experiencias anteriores me han enseñado que Valencia tiene una escena underground pequeña, pero unida y potente. Esto último lo pude comprobar de nuevo cuando fui al concierto de The Aristocrats en la Sala Rock City. Se trata de un trio de rock fusión progresivo instrumental compuesto por el guitarrista Guthrie Govan (Steven Wilson), el bajista Bryan Beller (Joe Satriani / Dethklok) y el batería Marco Minneman (Steven Wilson / Joe Satriani), que hicieron una parada aquí dentro de su Tres Caballeros European Tour. Fue un trayecto largo en coche desde la ciudad, y cuando llegamos a la zona donde se encuentra la sala me pareció que era como un astillero abandonado. Me imaginaba cómo sería de cutre la sala, aunque para mi sorpresa, y tan pronto como entré y vi las enormes puertas con guitarras como pomos, me di cuenta de que estaba equivocaba. Estaba intrigada, preparada para que el asombro calara en mis huesos.

The Aristocrats en la Sala Rock City, Valencia
Con el humor de la banda y la narración de sus historietas se metieron al público en el bolsillo. Estaba claro que The Aristocrats no son cualquier banda tocando un show cualquiera. Fotografía: Irene Bernad

Abrí la puerta que conducía a una sala enorme, llena la gente y en un escenario elevado, y allí le vi. Guthrie Govan de pie asegurándose de que su guitarra estaba afinada. Estaba con un gran grupo de amigos de la escuela, y a los pocos segundos de entrar me vi arrastrada a la parte delantera del recinto, perdiendo de vista a todo el mundo. Mientras avanzaba esquivando a la gente que abarrotaba el local, la mayoría de los chicos me dejaron seguir hasta que estuve situada en la segunda fila. En ese momento comenzó el show, con Marco Minneman saltando de su trono y comenzando con ‘Stupid 7‘. La banda demostró de lo que eran capaces hasta que la canción terminó y Bryan Beller hizo las presentaciones. En algún momento de ‘Stupid 7‘ miré a mi alrededor para ver el resto de la multitud disfrutando de la música, algunos haciendo un leve headbanging, otros mirando hacia el escenario con brillo en los ojos. Había pura alegría en el rostro de todos. Para deleite de los amantes de la música, el lugar era grande y el sonido era absolutamente clavado.

«El punto álgido del concierto fue la canción ‘Desert Tornado’, que ‘contaba’ la historia de Marco tratando de alejarse de un tornado en coche (…) Largo, intenso y por si fuera poco, además de contar una historia interesante, la mejor parte fue el solo de batería de casi siete minutos para concluir»

El siguiente tema fue ‘Jacks Back‘. Antes de empezar la canción, Bryan anunció que se trataba de uno de las canciones de Guthrie. Éste contó que el tema trataba sobre un personaje inventado por él, un ladrón llamado Jack del que escribió antes en la canción ‘Furtive Jack‘ del álbum ‘Culture Clash‘ y continuando su historia en ‘Tres Cabelleros‘. Lo que más me gustó del concierto no fue (sólo) que estos tres tíos sean músicos increíbles, además de brillantes showmen, sino el hecho de que compartieran la historia y la inspiración detrás de cada canción.

El siguiente tema ‘Texas Crazypants‘, de Bryan, trataba sobre el incidente de una mujer mientras conducía a través de Texas. Todo el mundo se rió durante su narración. Para que os hagáis una idea Bryan, el bajista de Dethklok hizo de texana cabreada. Con el humor de la banda y la narración de sus historietas se metieron al público en el bolsillo. Estaba claro que The Aristocrats no son cualquier banda tocando un show cualquiera: te llevan a un viaje con ellos, tratando de asegurarse de que disfrutes cada rato. ‘Pressure relief‘ y ‘Culture Clash‘ tratan de sus problemas como músicos que están permanentemente de gira. Lo mejor de sus historias era que no solo contaban la historia sino que vivían, utilizaban acentos y apoyos para que la narración cobrara vida. Los tres llevaban juguetes de goma para utilizar como apoyo, como el pato de Bryan sentado bajo de su sombrero de vaquero, en su amplificador, o el moribundo cerdo de Guthrie, que le sirvió para introducir otro tema, o el patito de goma de Minneman, que fue el auténtico protagonista en ‘Blues Fuckers‘, durante el bis.

The Aristocrats en la Sala Rock City, Valencia
El solo de Marco Minneman demostró que es uno de los más grandes baterías que he visto en mi vida, y calificarlo de menos de ‘bestia’, sería injusto. Fotografía: Irene Bernad

El punto álgido del concierto fue la canción ‘Desert Tornado‘, que ‘contaba’ la historia de Marco tratando de alejarse de un tornado en coche. Imaginad la escena de la película ‘Twister’ cuando están huyendo del tornado y la cosa no termina bien. Esa era la imagen que la mayoría de la gente tenía en mente mientras tocaban la canción. Largo, intenso y por si fuera poco, además de contar una historia interesante, la mejor parte fue el solo de batería de casi siete minutos para concluir. Su solo demostró que es uno de los más grandes baterías que he visto en mi vida, y calificarlo de menos de ‘bestia’, sería injusto. No sólo usa su batería para tocar sino que utiliza también los pies y los micrófono como instrumentos. Obviamente es algo que debe estar bien ensayado y practicado, pero el nivel de creatividad dejó a la multitud asombrada.

«En general fue un gran espectáculo. No sólo para los fans de la banda o por la calidad individual de los músicos, sino también para todos aquellos que los conocían de antes. Fue una noche donde todo el mundo rió, disfrutó y se quedó sin aliento de pura admiración.»

El show llegaba lentamente a su fin. Tras ‘Desert Tornado‘ vino ‘Smugglers corridor‘, que la banda anunció como su Banda Sonora Alternativa para una escena de Breaking Bad. Para aquellos que han visto la serie, dejarme que os diga que es, de hecho, la música más adecuada para la parte en la que Walter White está trasladando los barriles de dinero a través del desierto. En esta canción la banda provocó la interacción con el público, haciendo que todos cantaran una línea. Primero toda la sala, luego solo las chicas. Siguió la interesante historia de Guthrie sobre una ‘lluvia de carne’ ocurrida en Kentucky, que se derivó en la canción ‘The Kentucky meat shower‘ y tras una sonora petición del público para que se alargaran con un bis, terminaron la noche con ‘Blues Fuckers‘, incluyendo un montón de graznidos del ganso de goma de Marco. La banda también eligió a tres personas del público para darles el pie en diferentes partes de la canción, y yo tuve la suerte de ser uno de ellos, teniendo así mi propio momento de conexión personal con estos tres grandes músicos, sobre todo cuando Marco me llamó por mi nombre, pronunciándolo perfectamente, lo que es un poco habitual.

En general fue un gran espectáculo. No sólo para los fans de la banda o por la calidad individual de los músicos, sino también para todos aquellos que los conocían de antes. Fue una noche donde todo el mundo rió, disfrutó y se quedó sin aliento de pura admiración. The Aristocrats es una banda muy divertida en directo. Son músicos de renombre, tíos divertidos que disfrutan compartiendo su música y haciendo que los espectadores viajen con ellos. Si aun no los habéis visto, os recomiendo que busquéis las próximas fechas de sus conciertos y vayáis a verles tan pronto como sea posible. Vale la pena cada céntimo y cada minuto. A decir verdad, todavía me estoy recuperando.


ENGLISH VERSION

When you move to your first European city, one like Valencia which is a so-called “Big Small City” or a “Small Big City,” (make your pick,) you know you are in for a treat every time you go to see a popular rock or metal band. You may wonder why, well like mentioned before, Valencia isn’t a hugely populated city and only a small fragment of any city would enjoy a progressive, fusion-rock instrumental band. From past experiences, Valencia has a small underground scene, but a very well knitted and a powerful one. This was once again brought to test when I went to watch The Aristocrats at Sala Rock City. The Aristocrats is a three piece, rock-fusion, instrumental super group with guitarist Guthrie Govan (Steven Wilson), bassist Bryan Beller (Joe Satriani / Dethklok) and drummer Marco Minneman (Steven Wilson/ Joe Satriani) and they stopped by on their Tres Caballeros European Tour. It was a long drive out of the city, looked like a deserted ship yard as we drove into the venue area. At back of my mind I was thinking about how sketchy the venue would be. To my surprise, I realised early enough as I entered the venue and saw the large front doors that had guitars as handles that I would be wrong about it; I was intrigued, preparing myself for the awe slowly settling into my bones.

I opened the door that led into a huge room, filed with people and on a raised stage, there I saw him, Guthrie Govan standing tall making sure his guitar was working fine. I was with a huge group of friends from school and the second I entered I was just drawn to the front of the stage, in the process losing everyone. As I was diving forward trying to dodge the almost crammed venue, most guys let me move forward till I was right at the second row and that’s when the show began, Marco Minneman jumped out of his throne and thus began, “Stupid 7.” The band gracefully and subtly showed off what they were capable off, till the song ended and Bryan Beller then introduced the band. At some point during “Stupid 7,” I looked around to look at the rest of the crowd behind me, enjoying the music, some headbanging swiftly, some looking up on the stage with their eyes gleaming. It was pure joy on everyone’s face. Much to a music lover’s delight, the venue was great and the sound was absolutely on point.

Next on the list was Jacks Back, before they started the song Bryan announced that it was one of Guthrie’s song on the album after which Guthrie narrated that the song was about a character in his head, thief called Jack that he wrote about before in the song “Furtive Jack” on the album Culture Clash and then wrote about again in Tres Cabelleros. My favourite thing about the entire show was not just that these three men are incredible musicians accompanied by astonishingly brilliant show men but the fact that they found it necessary to share the story and inspiration behind each and every song that they played.

Bryan’s “Texas Crazypants” next in line was about him running over a woman’s car while driving his truck through Texas, everyone in the crowd just laughed through his entire narration, to make it easy to imagine Bryan, bassist from Dethklok acting like an angry Texan woman, that’s about right. Everyone had begun to enjoy the bands humour and storytelling, it was clear that The Aristocrats wasn’t any band playing any show, they were taking you on a journey with them, trying to make sure you enjoy every bit. “Pressure Relief” and “Culture Clash” were about their struggles as extensively touring musicians. The best thing about their stories was that they didn’t just speak out a story but acted them out, used accents and props to make the story really come alive before you. All of the band members carried a rubber toy with them which they used as a prop like Bryan’s duck sitting below his cowboy hat on his amp, or to tell a story like Guthrie on his dying rubber pig or extensively use Marco Minneman’s wailing goose on “Blues F***kers” during the encore.

The main highlight of the show was the song “Desert Tornado” which was the story of Marco trying to drive away from a tornado while the skies were just about to throw it down in LA. Imagine the scene from the movie ‘Twister’ when they are all driving away from the tornado and just doesn’t end well, that’s the image in most peoples head while watching the band perform the song. Long, intense and to top it off while this was an interesting story, the best part was Marco Minneman’s sevenish minute drum solo to conclude the song. Just when he began, Guthrie and Bryan walked off stage to take a break and it was justified because for those sevenish minutes that Marco sat on his throne doing what he does best, no one in the room looked anywhere else for even a fraction of a second. He proves on the solo that he is one of the greatest drummers rock music has ever seen and to title him anything less than a beast, would be unfair. Not only does he use his drums to play but used the stands and the mic as his instruments, of course it must be well rehearsed and practised but the levels of creativity left everyone in the crowd in reverence.

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