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Crónica y fotos del ‘Madness in the Veins II – Día 2’

Y casi sin darme cuenta, el martes pasó, un día que se había levantado bastante mejor que su predecesor, pero que iba a terminar de la misma forma, desgastando mis cervicales al ritmo de unos buenos riffs.

Llegada la hora se abrieron las puertas de La Riviera. Y como había sucedido el día anterior, de forma exquisitamente puntual, los Palace salieron a la palestra. La banda encargada de abrir el segundo día del Madness in the Veins II, con más de 25 años de carrera a sus espaldas y siete compactos publicados, lo hacía con una sala prácticamente vacía, detalle que no les impidió descargar toda su artillería durante los seis temas que duró la actuación, por su parte el respetable iba ocupando sus posiciones con cuentagotas.

Crónica y fotos del 'Madness in the Veins II – Día 2'
Palace descargarían toda su artillería durante los seis temas que duró la actuación, por su parte el respetable iba ocupando sus posiciones. Fotografía: F.R. García

Tras Palace le llegaría el turno a Anvil. Una de esas bandas más que consagradas y clásicas, que hacen un heavy metal sin muchos adornos y que venían con un nuevo disco recién salido del horno ‘Anvil is Anvil‘, del cual únicamente incluyeron los temas ‘Daggers and Rum‘ y ‘Die for a Lie‘, centrándose mucho más en su extensa carrera.

El trío canadiense abría su actuación con la instrumental ‘March of the Crabs‘, a la que le seguirían ‘666‘ y ‘Oooh Baby‘. Después de un breve momento de agradecimientos, arrancarían ‘Badass Rock‘n Roll‘ y poco a poco la actitud fiestera y desenfrenada de los músicos se fue contagiando al público, que ya ocupaba buena parte de la sala y coreaba los temas y reía las bromas que surgían desde el escenario.

Antes de ‘Free as the Wind‘, Steve Kudlow alzó su voz para dedicar el tema a un gran exponente musical internacional que se nos fue en diciembre del año pasado, y es que no es el primer músico (ni el último) que decide dedicar parte de su actuación a Lemmy. Tras este inciso melancólico continuó su concierto, el respetable se calentaba al ritmo de ‘Die for a Lie‘ y alcanzó su punto álgido cuando ‘Metal on Metal‘ dio por finalizada su actuación. Anvil lo había conseguido, había dejado una Riviera perfectamente dispuesta para lo que vendría a continuación, nada más y nada menos que 24 temazos de Accept interpretados por U.D.O. en el formato de Udo Dirkschneider.

Llegaba el ansiado momento, las tablas se llenaron de profesionales que con una velocidad pasmosa preparaban el escenario de Udo Dirkschneider. Como fotógrafo, la producción que monta este artista me parece algo alucinante, no descuida prácticamente ningún detalle, y eso luego se puede ver durante el concierto, que se convierte en una auténtica gozada tanto a nivel musical como visual.

Las primeras notas de ‘Just a Gigolo‘ nos indicaban que había llegado la hora, la tensión del público casi se podía palpar. Se encendieron las luces, y empezaron los primeros acordes de ‘Starlight‘, con los que toda esa tensión se derrumbó, Udo saltaba al escenario, y lo hacía con una fuerza y energía que no hace justicia para nada a sus (ahora recién cumplidos) 62 años.

Crónica y fotos del 'Madness in the Veins II – Día 2'
Después de un breve momento de agradecimientos, Anvil arrancarían ‘Badass Rock‘n Roll‘ y poco a poco la actitud fiestera y desenfrenada de los músicos se fue contagiando al público. Fotografía: F.R. García

El huracán que es Udo continuó mientras avanzaba la actuación con ‘Living for Tonite‘ y ‘Flash Rockin’ Man‘. No cabe duda de que la idea de realizar una gira tocando exclusivamente temas de Accept fue una buena idea, La Riviera estaba llena hasta la palmera (ja, ja), la euforia del público se podía apreciar en cada cara sonriente, en cada cuerno y en cada salto, el patio era un hervidero constante y la gente disfrutaba con cada acorde de temas como ‘London Leatherboys‘, ‘Midnight Mover‘ o el mítico ‘Breaker‘.

Udo estaba haciendo muy bien su trabajo, pero es que su banda se estaba saliendo. Liderados por el carismático guitarrista Kasperi Heikkinen, supieron imponer su estilo a los temas de Accept, dejando tras de sí un espectáculo más que digno de la banda original, y es que entre la potencia de la batería y los riffs de guitarra, el último adiós de Udo a los temas de su legendaria formación estaba saliendo redondo.

Continuó la velada con ‘Head Over Heels‘, ‘Neon Nights‘ y ‘Princess of the Dawn‘ en el que el propio Udo se dirigió a su público para que corearan con él. Siguieron cayendo temazos, y llegando con ‘Son of a Bitch‘ al ecuador del show. Cabe destacar una vez más la entrega del público, que ocupaba buena parte de la sala, registrando un lleno muy superior al del día anterior, y que estaba totalmente dispuesto a dejarse llevar y caer en la perdición más absoluta a base de Heavy Metal del de antes, sin apellidos ni zarandajas.

Crónica y fotos del 'Madness in the Veins II – Día 2'
Con la actuación de Udo, la euforia del público se podía apreciar en cada cara sonriente, en cada cuerno y en cada salto, el patio era un hervidero constante y la gente disfrutaba con cada acorde de temas como ‘London Leatherboys’, ‘Midnight Mover’ o el mítico ‘Breaker’. Fotografía: F.R. García

Desgranando tema a tema la discografía de Accept, Udo Dirkschneider seguía demostrando que la edad no es handicap si no quieres que lo sea, y que los más de 15 años que estuvo liderando la formación alemana le dieron para mucho. Llegaríamos al tema decimonoveno, ‘Losers and Winners‘, tras el cual tuvieron un merecido descanso antes de los bises, que llevarían a La Riviera nada menos que 5 canciones más.

Metal Heart‘, ‘I’m a Rebel‘ y ‘Fast as a Shark‘ fueron los tres primeros cortes del bis, seguidos por ‘Balls of the Wall‘ para terminar con una salva de aplausos. Un visiblemente emocionado Udo decía adiós a su etapa Accept definitivamente, nunca más volverían a sonar sus temas en Madrid con su voz, y este cierre de gloria lo hizo con ‘Burning‘, el mítico tema que encabezaba la cara B de la cinta (sí, he dicho cinta, hablamos de 1981, al CD ni se le conocía ni se le esperaba) de ‘Breaker‘ y tras esto, cayeron las luces, empezó ‘My Way’ del célebre Frank Sinatra y tanto el público como un servidor nos fuimos a casa, acompañados por ensoñaciones de cuero, cardados y guitarras eléctricas.

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