La Estadea Logo

Grey Heaven Fall ‘Black Wisdom’

Con un sonido casi sacado del mismo infierno, y unas voces que a algunos os recordarán a Nergal de Behemoth, ofrecen sin embargo unas guitarras quizás algo más crudas y dementes, y un conjunto que recuerda que estos rusos en absoluto se toman esta banda como un pasatiempo sino como un modo de vida. Para ser solo su segundo album han conseguido un equilibrio muy logrado, y en algunos pasajes lo progresivo y experimental nos traen a la cabeza a los mejores Dödheimsgard.

Con temas bastante largos, muy propios del post-black, el disco comienza con ‘The Lord Is Blissful in Grief‘, que bien podría encuadrarse en ese estilo post casi progresivo y experimental, pero que no deja de lado la crudeza de las voces de Alsagor, quien también se ocupa de las guitarras. La batería de Pavel es muy creativa y parece que está estudiada al milímetro sin perder un ápice de pegada.

Spirit of Oppression‘ es algo más dura y rápida. Riffs claros, y ahondando en esa influencia nórdica que nos trae esta vez un poco del sonido que Gorgoroth hicieron suyo, y que basa su cadencia en una batería que no para de acosarnos. El bajo tiene un papel rítmico muy en la onda de Gorgoroth también, muy bien empastado con la batería y dándonos la profundidad necesaria. Merecen una mención las partes ambientales, muy cercanas al DSBM (Depresive Suicidal Black Metal) y a algunas bandas de black atmosférico como Drudkh o Deathspell Omega. El interludio y los solos son increíbles, te dejas llevar y no reparas en los más de once minutos de corte. Simplemente geniales.

To the Doomed Sons of Earth‘ es algo más melódica, con unas voces que nos traen ese sonido diabólico y apoyado en un acento soviético que tan bien encajan en esta mezcla. Incluso Emperor y su influencia tardía asoman en algunas guitarras, y no podemos sino quitarnos el sombrero ante un guitarrista que puede hacer todo esto y al mismo tiempo desempeñar un gran papel en los directos. Un tema increíblemente lóbrego y oscuro, que crece por momentos y que encuentra en la asonancia su arma más poderosa. Algo así como si Portishead se dedicaran a hacer black metal.

Sanctuary of Cut Tongues‘ comienza con sonidos ambientales y percusivos, algo de terror y melodías serpenteantes, susurros y voces ininteligibles que hacen del pasaje una rara avis que nos presenta ‘Tranquility of the Possessed‘, con una atmósfera muy a lo Mayhem, puro Ordo Ad Chaos y un poco de Chimera, todo a la vez con unas trompetas extrañas por detrás muy tétricas, con una base rítmica entrecortada y polirítmica que nos ha llamado mucho la atención. El trabajo con la batería de nuevo muy logrado y estudiado sin perder pegada.

Y despidiendo el album, ‘That Nail in a Heart‘, una serie de movimientos que sobrepasan de nuevo los once minutos y que nos entregan otra vorágine de brutalidad, melancolía y sentimientos oscuros y retorcidos. La voz especialmente intensa en este corte, y los juegos de guitarras nos hacen pensar que habría sido de esta banda haciendo death técnico ya que nos dejan unos cambios y cortes que muy bien podrían salir de Napalm Death. De nuevo el interludio asoma a mitad de tema, con unos solos y un bajo a cargo de ‘SS‘ que hacen del tema un camino lleno de contrastes y un perfecto broche para cerrar el trabajo.

Lo mejor

  • Las guitarras son creativas.
  • La voz está donde tiene que estar, sin agobiar en ningún momento.
  • Base rítmica sobresaliente.
  • Los interludios son arriesgados.
  • Casi ningún atisbo de comercialidad.

Lo peor

  • Quizás el bajo ensombrecido en la mezcla, pero muy bien en los interludios.
  • Divisiones más comerciales de los temas – suponemos – les traerían más público.