Lo que seguramente poca gente sabe es que detrás de un disco como este hay más de un año de trabajo componiendo. El sonido es simplemente feroz, pero conservando la increíble personalidad de Soulburn. Sin hacer un repaso histórico a la banda, nos encontramos ante una de las formaciones que más han respetado la etiqueta old school dentro de Europa, y desde luego unas de las bandas que saben que el núcleo de los géneros extremos es mestizo y lleno de matices. Death, black y doom se entremezclan a la perfección en este ‘Earthless Pagan Spirit‘, grabado en los mismos estudios en los que Marduk graban también sus fechorías.
Pasando a analizar el disco, comenzamos con la increíble ‘Where Splendid Corpses Are Towering Towards the Sun’, una oda al thrash sucio, el black rabioso y el doom más grave y ensordecedor. Casi seis minutos kvlt metal con reminiscencias de Mayhem, Satyricon o incluso Darkthrone. No podemos dejar de pensar que esta banda debería estar haciendo giras por toda Europa, y de la misma envergadura que otros grupos más reconocidos.
‘The Blood Ascendant’ continua abriendo la brecha doomy, esta vez recordándonos que Black Sabbath influenciaron a toda una generación de músicos de calidad en varios países. Su cadencia lenta se acerca también a algunos compases de bandas como Gorgoroth o Taake, sin duda una apuesta segura para los fans del extremo sin complejos, y con un solo final que desemboca en la calmada ‘Howling at the Heart of Death’, con un aura a Trypticon y los últimos trabajos del líder de Celtic Frost. Es imposible no quedarse prendado por las guitarras ululantes del cada vez más grande Eric Daniels, y la increíble rítmica una vez que entran en las secciones más blacker. Pura maldad y oscuridad.
‘As Cold as Heavens Slain’ tiene un aroma black primitivo desde que empieza, algunos compases con ritmo a lo Motörhead que simplemente provocará que no podáis dejar de mover las manos y los pies. La parte final, nos devuelve al black oscuro que desarrollaban Gorgoroth en la era en la que Pest se encargaba de la voz.
‘Withering Nights’ tiene componentes algo más progresivos, con la batería de Bob Bagchus descargando como solo él sabe hace. La voz de Twan resuena cavernosa y cercana a la de Nocturno Culto de Darkthrone, pero con una personalidad propia. La voz femenina que acompaña por momentos puede sorprenderos, un soplo de aire fresco y quizás una razón más para no encasillar a esta banda tan increíble.
‘The Torche’ entra en un in crecendo bastante pensado para los directos, con una cadencia rápida, y el trabajo increíble de batería que una vez más nos entrega Bob. Es quizá uno de los temas más old school y de los menos lineales, pese a que el estribillo es muy pegadizo y lleno de matices oscuros con las guitarras de Eric y Remco haciendo juegos bastante cercanos al death.
Con ‘Spirited Asunder’ nos vamos acercando al final, un tema muy equilibrado y bastante constante en cuanto a rítmica, doom torturado y pesado, muy orientado a que la voz vaya haciendo uso de su retórica más gutural. Los solos del tema de lo mejor del disco, un tema para haber colocado antes en el tracklist.
‘Diary of a Reaper’ cierra un disco casi redondo, con un corte que podría muy bien haber sido la intro de una película de terror, con voces femeninas de otro mundo y música de fondo muy minimalista.
Lo mejor
- Un disco muy constante y lleno de reminiscencias old school.
- El sonido es claro, sin perder nada del toque noventero.
- Las guitarras son personales y un punto y aparte en el género.
- Eric Daniels tiene una forma de componer temas que hace del álbum su mejor trabajo.
- La batería es muy solida, ¡Bob Bagchus está en forma!
- La voz de Twan es perfecta para el disco, no cambiaríamos una coma.
Lo peor
- Que la banda no salga más de gira.
- El bajo poco presente.
- Algunos cortes creemos que habrían quedado mejor ordenados de otra forma en el tracklist.
