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Crónica y fotos del Never Say Die! Tour en Barcelona

Domingo maratoniano el que nos esperaba en Razzmatazz 2 este pasado 20 de Noviembre, llegaba a la ciudad una de esas giras ineludibles para los incondicionales de todo lo relacionado con el hardcore. Desde las vertientes más extremas del deathcore, hasta los pasajes edulcorados del metalcore de los encargados de abrir la tarde se fundían en más de 6 horas de música. Eran las seis menos cuarto cuando la décima edición del Never Say Die! Tour arrancaba, voy a intentar ser escueto porque hay mucha tela que cortar.

Polar

Crónica Never Say Die! Tour

Los chicos de Polar salieron a escena arropados por una buena acogida, lo que les hizo mucho más fácil pasar por el siempre complicado aprieto de ser los primeros en subirse a las tablas. Propusieron un setlist basado en su último álbum, que explora más los pasajes melódicos, y abusa más de las atmósferas y coros. Los británicos no hacen nada innovador, su propuesta es bastante típica dentro del estilo, pero su directo fue enérgico y conectó con el público joven de las primeras filas. Lo malo de conglomerar 7 bandas en una sala y en un mismo día, es que las actuaciones están acotadas por los horarios de manera que cuando más estás disfrutando, el concierto se acaba. Polar se estaba creciendo cuando se vieron obligados a finalizar el show, tuvieron cinco cortes para demostrar lo que valían (cosa que hicieron) y se despidieron prometiendo un tour como cabezas de cartel para el año que viene.

Make Them Suffer

Crónica Never Say Die! Tour

Los siguientes en salir serían Make Them Suffer. La ciudad condal recordaba vagamente a los australianos de la, también masificada de bandas, gira Bonecrusher de 2013 y creo que su actuación también quedará en un vago recuerdo para los que asistimos a este Never Say Die! Tour. En ningún momento consiguieron sonar compactos, a pesar de los excesivos backing tracks que lanzaron desde mesa, y el concierto consiguió perder interés a pesar de que su show duró unos escasos 25 minutos. Quizá la propuesta de los ualabíes es algo menos convencional, y eso les hace ganar enteros, pero su directo fue bastante flojo y no consiguió captar mi atención, como tampoco lo harían Fallujah, los siguientes en salir a escena.

Fallujah

Crónica Never Say Die! Tour

Tenía bastante curiosidad por ver a los californianos, su álbum ‘The Flesh Prevails’ me llamó ciertamente la atención, su propuesta ultra-técnica y melódica me sorprendió gratamente y su sonido agresivo y baterías frenéticas los separaban un poco de las bandas del estilo. Con su último disco me decepcionaron bastante, primero por su sonido totalmente plastificado, falto de agresividad y súper producido y segundo por su batería completamente irreal. Quería encontrarme con los de San Francisco en una sala para ver si la batería de ‘The Void Alone’ podía ser real y francamente… no lo fue. No hay duda que Andrew Baird es un muy buen batería, nos quedó clarísimo en un mezcla de sonido terrible que lo dejaba por encima de todos sus compañeros y relegaba el resto de instrumentos a un lejano segundo o tercer plano, pero lo que hay en ese álbum no es honesto. Las producciones exageradamente pulidas e irreales no son nada nuevo en este estilo tan extremadamente técnico, y uno ya deja de creerse lo que escucha en un álbum hasta que no lo tiene en una sala de conciertos. Una gran decepción que me dejó un poco frío, pero como os decía, en este tipo de formatos no hay tiempo para asimilar ni lo bueno ni lo malo porque ya teníamos de nuevo el escenario preparado.

Obey the Brave

Crónica Never Say Die! Tour

Saltaban a las tablas los canadienses Obey the Brave con un objetivo que cumplir; mantener encendida la llama de la gente que llevaba en el recinto desde primera hora y prender la de la recién llegada. Pasadas las ocho de la tarde la sala presentaba su aspecto final en términos de asistencia, a menos de tres cuartos de su capacidad pero con un público bastante activo. «Alex» Erian y los suyos descargaron su New York hardcore con aires gangsta ante un público bastante acogedor y con ganas de movimiento. Pocos matices se pueden dar de una banda como Obey the Brave, hacen hardcore, se mueven y transmiten energía, sin más, si disfrutas este estilo no necesitas mucho más, aunque no será el concierto de tu vida.

Carnifex

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La cosa se iba caldeando, llegábamos a la recta final, a los platos fuertes de la noche, y este último sprint no lo podríamos haber comenzado mejor. Carnifex salieron al escenario inundados por la sangre de esas luces rojas que envolvían perfectamente los riffs malvados y oscuros que recubren su deathcore extremo. Los de la baja California tienen ese toque personal que le faltan a muchísimas bandas del género, esas melodías que juguetean con las influencias del black metal, que han potenciado muchísimo en su último trabajo, y que acompañan a la estética burtoniana de su frontman. Quizá su show se mostró más estático que el de algunos de sus predecesores en las tablas, pero su complejidad musical y personalidad consiguieron meterme completamente en su actuación. Les faltó una mejor ecualización en el sonido para poder apreciar completamente sus matices, eso lastró un poco su actuación y no les permitió redondear una muy buena actuación.

Thy Art Is Murder

Crónica Never Say Die! Tour

Desde California viajamos a Sydney, era el turno del brutal deathcore de Thy Art Is Murder. Los australianos están en muy buena forma, directos enérgicos y muy completos presentando un notable trabajo editado el año pasado. Con ‘Holy War’ la banda de Lee Stanton han dado un paso más allá y cierra una discografía muy consistente que les ha otorgado el premio de ser co-headliner de este tour y la presencia en la mayoría de grandes festivales del mundo. La brutalidad manda en sus directos y así nos lo hicieron saber sobre las tablas. De nuevo, la mezcla en el sonido no fue la mejor y faltó poder apreciar detalles, aunque en este caso no fueran tan necesarios. La manera en que los australianos entienden el género necesita de menos detalles, es pura descarga de decibelios, pegada y precisión. La técnica que demostraron fue superior a todo lo que habíamos visto (y veríamos) durante la noche y si alguien tenía dudas de si Nick Arthur (Molotov Solution) cumpliría a las voces… sí, lo hizo.

Whitechapel

Crónica Never Say Die! Tour

Llegaba la última actuación de la noche, los que llevábamos desde primera hora en la sala estábamos agotados, la aglomeración de bandas, cambios y, sobretodo, la cantidad de horas de pie hacían mella en nuestras piernas. Quizá fue por eso que Whitechapel no consiguió meterme en su concierto, o quizá es por lo básico y falto de personalidad de su propuesta en los últimos albums. Se que queda muy típico/tópico, pero los de Tennessee no han conseguido hacer nada que mejore o iguale a sus dos primeros trabajos, aunque eligieron muy bien las canciones para su setlist no supieron ponerlas en el orden correcto para mantener la energía que aportan sus antiguas composiciones sobre el poco atractivas que resultan las de su último álbum. Escuchar los temas antiguos con el sonido tan plástico que manejan actualmente tampoco ayudó a que nos metieramos en su show. No fue para nada un mal concierto, el sonido fue el mejor de la noche y la banda le puso ganas, pero simplemente no conectó conmigo, tampoco con la gente que tenía alrededor que se lo miraba como si no debieran ser los cabezas de cartel de esa gira. La verdad es que cuesta explicar cuando un concierto cumple en sonido, actitud e iluminación pero no te atrapa, no te dice nada. Esa sensación indiferente contrastó mucho con las ganas que tenía de disfrutarlos sobre un escenario pues no los había podido ver en directo nunca. Quizá a la próxima.

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