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Asking Alexandria con Silent Scream y The Word Alive en la Santana 27 de Bilbao

Arriba: Danny Worsnop (Asking Alexandria) durante un momento de su actuación en Bilbao / Fotografía: © Aitor Uriarte

La lluvia y el frío no nos impidieron acercarnos hasta la Santana 27 (Bilbao) para disfrutar de la gran noche de metalcore que teníamos por delante. El acceso a la sala estaba repleto de adolescentes y jóvenes metaleros con ganas de romperse el cuello a base de los riffs pegadizos de Asking Alexandria. Un corrillo de gente admitió haber estado allí plantado desde las tres del mediodía con la intención de alcanzar antes que nadie las primeras filas. La formación británica llegó acompañada de Silent Scream y The Word Alive, la gran sorpresa de la noche.

Silent Scream

Asking Alexandria con Silent Scream y The Word Alive en Bilbao

Fueron los primeros en saltar al escenario. Una propuesta facilona de metalcore, mucha caña, riffs pasteleros y buenos breakdowns acompañados de una batería brutal. Tanto el grupo como el público lo dieron todo, disfrutando al máximo los veinte minutos de bolo. Apenas tuvieron tiempo de tocar seis canciones, cerrando el concierto con ‘LOVE//LESS’, tema recién estrenado en enero de este año. Por ponerles alguna pega, tuvieron varias imprecisiones en los temas y alguna que otra bola de sonido.

The Word Alive

Asking Alexandria con Silent Scream y The Word Alive en Bilbao

The Word Alive se comieron la Santana 27, salieron como una apisonadora. Arrancaban el concierto con una intro un poco psicodélica que daba paso a ‘Dragon Spell’, primer tema de su tercer álbum ‘Live Cycles’. Sin darnos cuenta, iban encadenando temas de toda su discografía, sin tonterías, aprovechando al máximo los treinta minutos que tenían. Telle Smith, frontman de la banda, nos dejó maravillados con su chorro de voz; le daba igual hacer unos estribillos melódicos que meter unos guturales brutales. De nuevo teníamos en el escenario un grupo de metalcore con una propuesta sencilla, pero tremendamente efectiva. Con un buen trabajo de luces y mucha energía encima de las tablas, les quedó un conciertazo de mucho nivel. La banda dejó el listón muy alto, difícil de superar, a pesar de los problemones que tubo Zack Hansen (guitarrista) con su amplificador, llegando a pasar una buena parte de su actuación regulando el sonido.

Asking Alexandria

Asking Alexandria con Silent Scream y The Word Alive en Bilbao

Y llegaría el momento que estábamos esperando, las caritas de felicidad en las primeras filas eran inevitables. Muchos de nosotros teníamos marcado este día en el calendario. He de admitir que noté ese pequeño cosquilleo en la tripa, era la primera vez que iba a tener a los gran Asking Alexandria delante de mi, las expectativas eran muy altas, y la vuelta de Danny Worsnop le daba un morbillo especial al bolo.

Tardaron lo suyo en revisar todo el equipo, pero no pasaba nada, nos tenían entretenidos con temazos como ‘Call My Maybe’ o ‘Telephone’. Mientras me desangraba por los oídos, las luces se apagaron y empezó a sonar ‘Welcome’ a gran volumen. El técnico de luces apuntó hacia el gran telón de fondo mientras los componentes de la banda aparecían saludando. Con todos los integrantes ya sobre el escenario, arrancaron con ‘Dear Insanity’, ‘To The Stage’ y ‘Someone, Somewhere’, temas correspondientes a uno de sus mejores álbumes, ‘Reckless & Relentless’. Sonaban como un avión, y a Danny parecía que no se le había olvidado eso de echar bueno berridos.

Después de este gran comienzo paraban para tomarse un respiro, y llegaba uno de los momentos más penosos que he vivido en un concierto, el monologo “humorístico” del frontman de la banda. De cinco a diez minutos escuchando datos innecesarios sobre su miembro viril, acompañados por historietas de alcoba con abundantes bromas soeces. Pienso que Danny debería tener en cuenta a que tipo de público se dirige, la gran mayoría de los asistentes eran adolescentes acompañados por sus padres. Ese tono chulesco y ese speech asqueroso, sobraba.

Después de todo el show, le dieron un buen repaso a ‘From Death to Destiny’ tocando cuatro temas del álbum, finalizando este ciclo con ‘The Road’. Entre tema y tema Danny seguía con sus historias, en este caso acompañado de Ben Bruce (guitarrista) llegando a ser realmente cansinos y desagradables.

Dejaron lo mejor para el final, un bloque brutal de temas sacados de ‘Stand Up and Scream’. Pero llegaron los problemas de sonido, en medio de ‘A Propechy’, algún micro de la batería empezaría a fallar. Los técnicos no se donde estaban, pero no lo solucionaron en lo que restó de concierto, las canciones quedaban huecas y sucias. Según sonaron ‘Not the American Avarage’ y ‘A Single Moment of Sincerit’, empezarían también los gallos e imprecisiones de tono en las voces, sobre todo en los coros. Decidieron acabar el concierto destrozando uno de sus temas insignia, ‘The Final Episode’. Hicieron un remix muy extraño, dejando al público muy descolocado, no sabían ni por donde les daba el aire. No puedes hacer eso con una canción que nos conocemos todos al dedillo.

Y con eso dieron por terminado el concierto, doce temas, cuarenta minutos de música y veinte de tonterías de Danny. Se me quedó una cara de tonto impresionante. No tocaron ningún tema de su ultimo álbum, editado en 2016. No entiendo como un grupo como ellos puede dar una imagen tan pobre y poco profesional. Es posible que las expectativas y ganas que tenía de verles me hicieran sentir estafado. Espero que alguien de su entorno les haga recapacitar y empiecen a conducir de otra forma los directos, ya que se trata de un grupo con una determinada trayectoria y que personalmente considero con gran potencial. Me llevé para casa un gran recuerdo de Silent Scream y The Word Alive, dos conciertazos que salvaron la noche.

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Concierto AA