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Pork True ‘Harvesting’, tan variado y a la vez tan contundente, que en ningún momento aburre

No cabe ninguna duda de que Base Records Production está cada vez más presente entre nuestras neuronas, nuevos proyectos o bandas ya consagradas dentro del underground son apadrinadas por el sello de Gaspar del Valle, un ser entregado por y para la escena, y que no necesita presentación. Nibiru, Pro Septico, Vaginal Kebab, Anal True, Imnótica, Mixomatosis o Medical Ethimology son algunas de las propuestas en las que ha metido, o mete mano y hoy, nos encontramos ante una de las que mas gratamente me ha sorprendido, el segundo trabajo de Pork True. En este proyecto, y más concretamente en este álbum, Gaspar sigue tomando las riendas compositivas y como no, su bajo. Pero añade a Roberto Vargas (Fekal Addiction) a las voces y las letras y coloca a Ton Moreno a cargo de las guitarras y la programación de las baterías, con quien ya compartía andanzas en Vaginal Kebab o Medical Ethimology. Y la verdad, es que se nota que comparten proyectos paralelamente, que saben encauzar su creatividad y que coño, que se lo pasan bien. Y cuando un disco de estas características transmite eso, ya has cumplido. Hay experimentación, hay juegos muy interesantes a la hora de combinar las guitarras con los ritmos, hay intención a la hora de componer, hay un concepto detrás que engloba todo el disco, por supuesto incluidas las letras, que hablan del nacimiento que ilustra su portada (aquí la versión integral), creada por Eder Hernandez (Putrid Carcass), dando a luz a un pequeño ser misántropo rodeado, hablando claro y pronto, de mierda.

Sinceramente esperaba otro estilo, algo más ruidoso, experimental e inconexo como CQMF, otro de los proyectos de Gaspar, pero mis sorpresa vino cuando me encontré con un amasijo de ritmos muy interesantes, influencias muy variadas, death metal en todas sus categorías, goregrind, y si apuramos, hasta toques de slam, mucho groove en los ritmos, y sobre todo, originalidad a la hora de empaquetarlo todo. Quizá no haya una gran producción detrás, quizá se le podría sacar más punta al sonido, o quizá algún tema, siempre desde mi humilde opinión, queda por debajo del resto, (siempre comparando desde sellos o bandas de otras ligas, que quede claro) pero en conjunto, es tan variado y a la vez tan contundente, que en ningún momento aburre, y creatívamente, no tienen nada que envidiarle a las primeras divisiones de lo extremo. Tampoco necesitan pertenecer a ninguna división para hacer lo que les mola. Ellos lo han dotado de su propia personalidad, y aun palpando muchas influencias, no se parece a nada en concreto, así pues, vayamos con el alumbramiento de este sónico despojo.

Cuando le pregunté a Gaspar de donde habían sacado la intro, me dijo simplemente que era un sonido de esquizofrenia y claustrofobia. Bien, es una buena forma de empezar, aunque a mi, más bien me acojonó, y podría decir que suena a una llamada a la guerra, de cientos de aborígenes que vienen a comerse tus tripas. Con el miedo en el cuerpo, y sobre todo con curiosidad, empieza “Abducted”, que sin ser de mis favoritas, ya sirve de antesala a lo que va a venir. No hay una estructura muy clara, pues los riffs van llegando y despellejando, sin estribillos ni mierdas. Guturales muy vomitivos y una pausa quizá demasiado larga hasta que llega el segundo tema, pero dices, joder, está guapo. Con “Addicted” la cosa va tomando forma, ya hay juegos más interesantes entre los ritmos y los contrastes, con riffs arrastrados y armónicos chirriantes. Metido ante una clara influencia puramente death, te viene la primera hostia en formato groove y que a mi, personalmente me dijo mucho. Arriesgando en las mezclas, pero siempre en su justa medida llega “I Slave” donde pasan del groove sureño del tema anterior, y homenajean a estilos más thrasheros y clásicos, pero ojo, siempre hablando desde el death metal y la brutalidad. Alternando guturalidad, berridos más agudos e interesantes escalas en las cuerdas, llegamos al tema que me tocó la patata. “(In)Tolerance” entra bien contundente y arrastrada, con una melodía simple pero que te empuja durante todo el tema, además se lucen con algunos armónicos totalmente inesperados que dan destellos de luz entre la casquería que nos están ofreciendo. Y casi sin notarlo y tras una pequeña intro, entra “Harvesting”, a la misma velocidad de bits, y siendo otro de los platos fuertes, (siempre desde mis preferencias), pues siguen manteniendo el groove y los medios tiempos de manera sobre contundente, jugando con una variedad en los ritmos que resulta interesante y que para nada cansa.

Ya hemos cruzado la primera mitad del disco y seguimos recibiendo su hedor, a base de machacantes descargas, y disfrutando con algo que me gusta especialmente, sus baterías programadas que suenan totalmente reales. “Morbid” sigue los mismos pasos de sus antecesoras pero incluyendo ahora partes más rápidas y “Feeding” la sigue, contemplando las mismas estructuras. Quizá estos temas quedan algo empastados pero en todos ellos encuentras interesantísimos riffs que rompen con la monotonía, como por ejemplo en el caso de “Tragedy” que tiene verdaderas maravillas rítmicas y adornos que pueden recordarte a los Unfathomable Ruination, ahí es ná. Seguidamente llega “Escaping” alternando blast beats pero siempre con la dominante del medio tiempo y los típicos agudos chirriantes del brutal death, pero eso si, es innegable que las bases rítmicas del groove metal están muy presentes, aquí y en todo el álbum. No os asustéis los más puristas y los más “trues”, porque en este tema resaltan también las disonancias, embadurnadas de guturalidad y de pura guarrez. «Deagradation» es la elegida para despedir este escatológico bautizo, sierra eléctrica en una mano y minipimer en la otra, pues nos encontramos con un buen tema para cerrar, bien mezcladito y con grumos, creando una extraña pero rica mezcla de death metal y goregrind groovero, contundente, con voces industriales de ultratumba y raros acordes desquiciantes.

Lo mejor

  • Indudablemente la mezcla de estilos, la creatividad a la hora de componer y el toque de variedad que ha dado Ton Moreno con los arreglos en las guitarras.

Lo peor

  • El sonido final de un disco y la producción de una banda underground nunca puede ser comparable con una que no lo es, eso es evidente, pero si apartamos los adornos y los embellecedores, uno encuentra en la raíz un buen trabajo y mucha creatividad y gracia, por llamarlo de otra forma, en las composiciones. Por lo tanto, el sonido y la producción pueden ser mejorables, pero dada la evolución del proyecto en esta entrega, quien sabe si en un tercer trabajo se nos caigan las bragas.

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