Rebuscar entre la basura no resulta agradable, menos aun cuando lo que encuentras es un desperdicio como este. La caverna maldita huele a podrido desde lejos, y es que tras el aterrizaje de la aclamada película inglesa Descent, llega a las grandes pantallas un calco barato de la misma, eso sí, esta vez hemos cruzado el océano Atlántico para encontrar a los culpables de esta atrocidad.
Bajo el mismo argumento y escenas que su hermana inglesa, repite con el uso de la fotografía y la iluminación, que como no, juegan el papel protagonista en las escenas subterráneas (que son todas) en las que transcurre la delirante historia. Peripecias de un grupo de científicos que se ve superado por un viaje absurdo a través de túneles que no llevan a ningún sitio. La intención de Bruce Hunt, de emular la claustrofobia ha sido sustituida por el logradísimo efecto de aburrimiento que transmite el film, si bien una película de estas características no suele dejar aburrido a la mayoría, ‘La caverna maldita‘ rompe esquemas y lo hace.
Ni terror, ni acción ni nada que se le parezca, podríamos decir que nos encontramos ante una aventura poco emocionante, en la que la muerte de los personajes se disfraza de cliche y la actuación de estos intenta merecerse el perdón de dios. Incluso el no complicado uso de los monstruosos seres, se vuelve disparate ante la dirección de este producto: escenas repetidas, sustos previsibles y un ritmo de película sin ningún tipo de curva alguna jamás harán que el espectador saque algo positivo tras el visionado de este vomito cinematográfico.
[Rating:2/10]