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Toto ‘Falling in Between’

Por fin y escasos pasos del 2006, los americanos regalan a sus fans un disco totalmente nuevo del cual, sin duda, se forjaran criticas dispares, pues los AOR-eros han creado un sonido que sobrepasa lo editado anteriormente. ‘Falling in between‘ goza de una producción perfecta que encumbra la labor vocal llevada a cabo por Bobby Kimball.

Toto ha querido mostrar al público su calidad como músicos y teñir su nueva obra de elementos mas progresivos y virtuosos. Claramente olvidando de ligera forma la estética comercial que caracterizaron a sus hits mas exitosos. Diría que guarda una calidad como ‘IV’, ‘Isolation’ e ‘Hydra’ y añade por su parte una nueva guinda que resulta el punto de partida de este análisis. Los tiempos cambian. Y Toto ha sabido cabalgar el nuevo panorama musical con las composiciones que completan el compacto.

‘Falling in between’ es el primer corte que nos introduce en este pequeño nuevo mundo, ya en el apreciamos un sonido de guitarras contundente y rockero, un Bobby Kimball en perfectas condiciones vocales y un aroma ‘arabe-folklorico’, que otorga un aroma exótico a la composición. No creo que resulte una introducción fácil de asimilar, incluso yo la hubiera desestimado como pista de apertura, pero creo que el disfrutar tanto de su rock, como de todos los elementos alternativos incluidos, recae en un par o tres escuchas. Considero ‘Dying on my feet’ como uno de los cortes mas interesantes del disco, un medio tiempo con un Bobby impresionante que se apoya en la labor de guitarra, genial de Steve Lukather. El solo de guitarra que acompaña a este corte es de lo mas melódico del disco, me hubiese gustado que lo hubieran explotado mas ya que solo se oye a mitad de la pista. Finaliza con un completo pasaje progresivo con sabor a Blues.

‘Bottom of your soul’ vuelve a abrir con tambores tribales que de nuevo recogen ese ambiente folklórico que han sabido utilizar con tanto acierto. Una balada con un sonido muy Toto, sin complicaciones; tanto Steve Lukather como Joseph Williams crean una atmósfera acorde con lo que la mayoría espera de la banda, por algo han usado este corte como single. Con un corte mas rockero, el disco prosigue con ‘King of the world’, tema en el que se aprecia un rápido estribillo en el que tanto guitarra como teclados empujan con fuerza la voz de Kimball.

‘Hooked’ es un trallazo en todos los sentidos: rock progresivo con un estribillo que haría estallar los directos. No falta Lukather mostrando su calidad como guitarrista en las ondas más virtuosas de la pista donde también se incluye la colaboración de Ian Anderson (Jethro Tull) y su flauta. Uno de los mejores cortes del disco y que seguro aprovechan en sus conciertos. Compuesta por Steve, ‘Simple life’ es una balada en la que el guitarrista toma el protagonismo, cantando en primera línea. Un delicado teclado acompaña a un corte quizá demasiado corto en relación a la calidad que desborda.

‘Taint the world’ de nuevo acelera con un derroche de rock melódico muy directo, guitarras cañerisimas y los coros ‘Made in Toto’ otorgando su elegante velocidad. Aquí creo que la banda ha demostrado sus dotes como ‘rockeros’, decidiéndose por un corte sencillo y que posiblemente gustará a la mayoría, un gran acierto el incluirlo pues es un tema que engancha. Pronto llegamos a lo que para mi resulta lo mejor del disco, las tres ultimas pistas: de lo mejorcito que han compuesto en muchos años, tanto por su variedad de estilos como por su calidad compositiva. ‘Let it go’ incluye tanto elementos progresivos como pasajes funk y ’60-eros’. Este corte introduce al nuevo componente de la banda, el teclista Greg Phillinganes quien aquí se atreve con la voz. La que sin duda me ha chocado y no puedo sacar de mi cabeza, es ‘Spiritual man’ como la mejor pista del trabajo. Unos teclados que sobrecogen por su tenue melodía, la unión de todas las voces de Toto y el genial trabajo del saxofonista Tom Scott, crean un sonido gospel que acongojara a todos. Me atrevería a decir que se convertirá en uno de los Hits del grupo, aquí que cada uno haga sus apuestas.

Finalizando este sorprendente viaje, Toto cierra la caja de música con ‘No end in sight’, un corte mayormente vocal que se centra en los cambios de ritmo y el virtuosismo instrumental. Teclados, guitarras y voz en fusión constante. En definitiva, cualquiera que se digne a escuchar este trabajo, quizá se vea abordado por un sonido un tanto pesado que no resulta tan característico de las leyendas Americanas, pero que a medida que nos adentremos en su melodía y elegancia, comprobaremos que Toto merecen seguir siendo parte del olimpo de este genero, que comienza a resurgir gracias a producciones como esta.

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