Se pueden encontrar muchas películas del mismo género en los cines, pero pocas que consiga transportarnos directamente a los 80, y muy pocas como ‘La Plaga‘, que sepa recuperar la esencia del cine de terror más salvaje. Podríamos describir este producto como una mezcla entre ‘La invasión de los ultracuerpos’ de Kaufman y el ‘Braindead’ de Peter Jackson.
El argumento es muy claro y conciso, nos sitúa en una pequeña población americana donde unos invasores extraterrestres inican una invasión a nivel mundial. Está bien, es cierto, a primera vista la sinopsis no anima demasiado a la hora de sentarnos en la butaca. ‘Esta muy visto’ diréis, y sí, nadie os puede reprochar nada, pero creedme, La Plaga es una de esas pequeñas joyas que duele cuando pasan desapercibidas.
¿Cómo se puede mezclar el humor negro, el gore y el terror de forma que no consigas un tumor cinematográfico? Le cuelgo una medalla a James Gunn, quien ya se había ganado un admirador por su trabajo en el remake para ‘El Amanecer de los Muertos’, y que ha sido recompensado con los halagos de la inmensa mayoría de los amantes del material más vintage.
De lo mejor que hemos tragado este siglo. Gunn quiere crear nauseas, y lo consigue gracias a la cruda exposición de vísceras y mucosidades repelentes en las que rebozan unas escenas extraídas directamente del género zombie. Los actores, esta vez sí, obtienen un aprobado alto en su interpretación, teniendo que ingerir humor negro, drama y terror en momentos no muy abundantes en el cine de terror actual. El pagar por la butaca es poco por deleitarnos con material tan suculento como este.
James Gunn, futuro creador de zafiros cinematográficos, alabado seas maestro.
[Rating:7.5/10]
