Jason Statham, actor de acción con ya cierto renombre, e involucrado en títulos como ‘Transporter’ o ‘Cellular’, lleva a cabo en esta película la peor interpretación de su vida. Encarna a un asesino a sueldo tan absurdo e insensato como frenético, por culpa de un veneno chino que unos capos de la mafia inyectaron en su sangre y que le aboca a una muerte certera sino hace algo por remediarlo.
La parte álgida de la película sería cuando sus dos protagonistas (Statham y Amy Smart) echan un polvo en pleno Barrio Chino, todo bajo la atenta mirada y aplausos de los viandantes. La película es rápida y por momentos obsesiva. Verdaderamente no apta para gente con problemas de nervios.
La post-producción tiene detalles curiosos, aunque no del todo originales, y la interpretación de los personajes es plana y sin variaciones. Hay gran vinculación al uso de géneros variados dentro de la industria del cine, como es el gore, la comedia o la violencia llevada a un punto explícito, muy difícil de superar por estar al límite de lo socialmente tolerable.
El sentimiento que provoca la cinta es bastante heterogéneo a medida que esta va concurriendo, ya que hay momentos en el que el humor negro consigue arrancar alguna carcajada, el gore mas sórdido, y en general la rapidez de las tomas una sensación de tensión bastante ingrata por momentos. Tiene un soporte lingüístico absolutamente censurable y que llega a ser poco constructivo, además de, al menos en mi caso, muy molesto en determinadas partes, lo que sin duda representa una penalización de puntos a la hora de dar mi opinión sobre el conjunto.
En definitiva, aunque negarle el calificativo de ‘entretenida’ podría ser demasiado frívolo por mi parte, sí te digo que si barajas otras alternativas pases por alto esta película, que solo destaca por ser extrema en todas sus vertientes, pero que no deja de ser una paranoia orientada a un público menos mainstream de lo que se pueda suponer en un principio. Avisado quedas.
[Rating:3/10]