Forty Deuce resultó ser la última escaramuza en estudio de este artista consagrado en el mundo del rock. Poco sabíamos de Richie hasta la edición espontánea de este disco en solitario. De él, hemos podido escuchar ya de todo.
‘Into The Black‘ es música cruda, extraída directamente de las entrañas de Richie Kotzen. Tanto es así que el feeling que transmite, consigue meternos en la piel del extrovertido artista. Nunca antes había ahondado tanto en su propia persona. El rock entabla amistad con el blues rítmico para no cerrar fronteras a las composiciones. La guitarra de Kotzen se mueve mucho por este camino, sin desgarrarla bajo el rock, prefiere sacar jugo bluesero de sus cuerdas, cosa que hace perfectamente pero que obviamente no gustará tanto a los incondicionales del rock.
Por otra parte es de añadir el hecho de que Richie es el encargado de todos los instrumentos en este disco, cosa que vuelve a demostrar las ganas de trabajar que mantiene el virtuoso. Escuchar ‘You Can’t Save Me‘ es como sentir el sufrir de un alma torturada. Kotzen actúa con su voz en un papel soberbio. En ‘The Shadow‘ vuelve a usar su camaleónica voz para ponernos los pelos de punta en un corte muy intimista. Para aquellos fanáticos de la guitarra, también nos podremos sorprender con técnica en ‘Till You Put Me Down‘. El corte en el que el guitarrista deja claro que por mucho que quiera intimidar su música, no olvida que instrumento le ha ayudado a saltar obstáculos en su particular carrera.
Para aquellos a los que no les convexa este estilo, Richie Kotzen ha editado en Japón un disco muy accesible en el que se explota el rock melódico con la excusa de poner música a una famosa serie de animación nipona. Ambos lanzamientos son dignos de estudio y disfrute por supuesto. Alejado del género que lo ha seguido durante toda su trayectoria musical, maniata al Hard Rock para ceder su tiempo a un estilo más crudo en el que fusiona sus caprichos musicales.
