No es una novedad, pero en mi defensa tengo que decir, que por pequeños problemas, como la ausencia de tiempo para el ocio, me dejé pendientes en el tintero algunos discos que quería comentar con todos vosotros.
Así se nos presenta ‘Nothing to no one‘, un tema clásico de la banda, similar a ‘Lost to apathy‘. Con la voz atronadoramente desgarrada de Mikael Stanne y unos riffs tan poderosos como rápidos, pero introduciendo un estribillo mucho más melódico. A continuación ‘The lesser faith‘ confirma un giro en el sonido general, con mucha más melodía y unos teclados que ganan la partida a la velocidad, haciendo que este tema sea más audible para una audiencia no habituada a una garganta tan profunda. Para ‘Terminus (Where death is most alive)‘ han elegido una entrada muy pegadiza y unos riffs bastante rápidos, que dan paso a un estribillo con unos arreglos bastante logrados. Seguro que con este tema los fans viajarán en el tiempo a los ‘Damage Done‘.
Con mucha más bronca viene ‘Blind at Heart‘, menos arreglos, menos teclados y más caña en la bateria es lo que nos espera en este tema. Además, nos depara uno de los pocos solos del disco, un arte en la que no se prodigan mucho. Y como para que no nos confiemos demasiado, vuelven en ‘Icipher‘ a marcar el territorio con teclados profundos y arreglos ambientales que acompañan a unas guitarras más pesadas que nunca. Aun así, es uno de los temas que más me gustan del disco.
De pronto, el inicio de ‘The particle storm‘ me traslada mentalmente a los viejos discos de Paradise Lost con un inicio de teclados y guitarra casi góticos. Eso sí, una vez entra la voz, desaparece toda duda. Sin embargo, en todo el tema no se me va la sensación de estar escuchando a la banda inglesa en un tono más oscuro del habitual, puesto que el tema en sí mismo es bastante más lento que la media y con una ambientación que proporciona una gran sensación de profundidad.
‘Empty‘ es quizá para mi, el tema del disco, aunque reconozco que me dejo llevar por los recuerdos de otros grandes temas de la banda, con los que guarda sospechosos parecidos. El caso es que contiene el punto exacto de teclados, riffs pesados y endiablados, ritmo de batería y demás elementos para el gusto de quien os escribe. En ‘Misery’s crown‘ encontramos por primera vez una voz que no parece venir del mismo infierno, pero de todos modos es quizá la más floja. Por repetitivo y por lo insustancial del estribillo y en general, porque la melodía principal no me acaba de gustar.
‘Focus shift’ es, o mejor dicho fue, el disco elegido para ser el primer single, y es un tema corto y bastante directo, al viejo estilo. Y para acabar, tenemos ‘The mundane and the magic‘, un tema lento con una pequeña intro instrumental y con la novedad de unos coros con una voz femenina y otra voz masculina de marcado carácter gótico.