Clive Barker nos deleita con su imaginación diabólica, creando lo que para mucha gente puede ser el pilar cinematográfico de este artista. Hellraiser, es un viaje a lo oscuro, lo paranoico y lo violento. Si bien estos rasgos parecen medrar la película, no es así, pues sabe como teñir cada escena con el color adecuado. El argumento comienza con un protagonista de carácter maligno.
Y este se hace con un extraño cubo, que en realidad sirve para abrir una puerta al mismísimo infierno. Como es de suponer, el hombre descubre el acertijo, y muere a manos de los ‘curiosos’ habitantes de ese infierno particular. Tiempo mas tarde un padre y su hijo se mudan a la casa de este señor, y pronto comenzaría la pesadilla. Tras este guión de aspecto simple y tópico, se esconde una abrumadora forma de recrear el terror y el mundo macabro.
Como buena película de terror, incluye consigo escenas gore muy bien cuidadas y con una exquisitez que logran que alguno se lleve las manos a la boca. No obstante y como contra principal a este film, diré que la línea argumental, suele dejar muchas lagunas, al igual que la estructura de escenas, que parecen no tener relación entre si (en ocasiones) pudiendo ser esta un arma del mismo director para aumentar el grado de paranoia. A esto se le suma su patético doblaje a nuestro idioma, y unas actuaciones bastante regulares por parte del reparto, no obstante, tanto el planteamiento de la historia como la teneborsa originalidad de sus protagonistas malignos, nos garantizan que estamos sin duda ante una película de culto.
[Rating:6/10]