Hablamos de una de las bandas que permanecen dando brillo a una discografía impoluta. Hasta ahora no habían fallado, y ni siquiera con la marcha de Tarja consiguen que los más puñeteros encuentren pegas a su trabajo. ‘Nightwish sin Tarja’ Asi es como muchos han etiquetado a la próxima aventura de los finlandeses, que sustituyen a su avatar por la que fue vocalista de la banda de rock melódico, Alyson Avenue.
Nightwish se había zambullido en una piscina sin fondo y los mas puritanos comenzaron a apedrear el futuro de la banda debido a que Anette Olzon no se parece en absoluto a la voz de Tarja. No obstante y aunque en momentos llegué a pensar que la banda se iría a pique, tengo que reconocer que este ‘Dark Passion Play’ me ha respondido con una senda bofetada en la cara, y me ha echo olvidar mis prejuicios.
Muchos seguirán con eso de ‘Si no canta Tarja, no es Nightwish’ y en parte tienen razón, la voz operística que caracterizó a la banda de Bombastic Metal por excelencia ha desaparecido, siendo sustituida por una vocalista femenina dulce y melosa que se aleja millas de los registros que presentaba Tarja Turunen. Supongo que a los fans mas acérrimos de la banda les pueda causar urticaria (Algo así como a mi con Survivor) pero tengo que reconocer que esta nueva faceta del grupo me ha encandilado. Tuomas Holopainen sigue envolviendo su música con teclados ambientales, Empu Vuorinnen sigue haciendo de las suyas con los riffs de guitarras, y muchos estribillos están cuidados al detalle para que a nadie se le escape la melodía.
Instrumentalmente creo que ‘Dark Passion Play’ es menos pesado que ‘Once’ y mas cercano al mejor disco de la banda ‘Century Child’. El papel de Marco Hietala se ha visto reducido a casi mínimas colaboraciones vocales, que permiten de ninguna manera exprimir al máximo este fichaje, aunque la voz de Tarot sigue activa a lo largo del plástico. Han sabido combinar el metal sinfónico con elementos modernos, riffs thrasers y pinceladas progresivas, para añadir la guinda técnica a un disco que para nada ha querido aprovechar el tirón comercial de bandas que quizá se acerquen en sonido como Evanescence.
Nightwish siguen centrados en sus fans de siempre. Metiendo la cabeza un poco en el disco, lo cierto es que el arranque del mismo me resulta un tanto cansino. ‘The Poet And The Pendulum’ es un corte de 14 minutos que se permite el lujo de estrenar el nuevo compacto de estudio que juega mucho con elementos Folk tipo Howard Shore ,y que la convierten en una canción perfecta para una banda sonora… aunque no sea idonea para cumplir con el trabajo que se le ha encomendado. No tengo nada contra las pistas largas, pero creo que no son las mas adecuadas para introducir al curioso en el mundo de Nigthwish.
Es con temas como el single ‘Amaranth’ donde los fans van a encontrar la auténtica esencia: Melodías pegadizas que combinan con un colchón instrumental producido a las mil maravillas. Permitir que añada esta canción al top ten de trallazos metaleros del verano.
‘Master Passion Greed’ es uno de los cortes mas agresivos del disco, que se presenta con un riff totalmente ‘thrasher’ que da paso a un tema igual de épico. Aquí es donde Marco presta su garganta para cerrar con el cañonazo mas demoledor, de un disco que no carga en exceso con esta fórmula, aunque sí que va tornando en sonido cual camaleón mostrando ese camuflado caracter progresivo del que hacen gala: De un riff thrash a una delicada melodía de teclado.
No falta la típica balada que también actuó como aperitivo al disco, y que fue culpable de incrementar mi grado de desconfianza hacia este nuevo proyecto de estudio. ‘Eva’ se convierte en una corte bonito sin más pretensiones que las de rellenar el ecuador del disco. Me decanto por otras como el medio tiempo ‘7 Days To The Wolves’, que se apoya como gran parte de las composiciones en la London Session Orchestra y que incluye un estribillo memorable.
Estoy seguro que muchos de los fans que criticaron la inclusión de Anette Olzon en la plantilla Finlandesa van a tener que sellar sus bocas con pegamento de contacto al escuchar las mil y una sorpresas que Nightwish han guardado para una ocasión tan especial como el inicio de una nueva era de metal sinfónico.