Fieles a la tradición de su país natal, Suiza, estos ocho jóvenes se declaran en su web como una banda neutral en política y religión. Ahora se abren paso en el mundo del folk metal con paso firme.
Con ‘Slania’ nos presentan un segundo larga duración, en el que siguen mezclando el sonido de instrumentos ligados a la música celta, como la gaita gallega, la flauta irlandesa, el violín o el hurdy-gurdy (WTF!!), con las patentes influencias del sonido Goteborg de los grupos de death metal melódico que empezaron a llenar el mercado allá por finales de los 90.
La intro instrumental ‘Samon’ da paso al primer tema serio del disco, ‘Primordial breath’, que se mueve en un sonido entre el de Amon Amarth y los ya extintos Callenish Circle. Un sonido duro y cálido a la vez, tocado con ese toque de magia que dan los arreglos ‘folkies’. Esto unido a los coros, dan como resultado un conjunto brillante. ‘Inis mona’, el tema elegido para grabar el primer clip del disco, se presenta como un medio tiempo de complejos riffs de guitarra, un estribillo muy intenso y el papel protagonista de las gaitas en la melodía.
Las similitudes con el sonido de bandas como In Flames se van acentuando en temas como ‘Gray sublime archon’, que comienza con un sonido plenamente festivo para acercarse poco a poco a riffs que nos suenan de discos como el ‘Clayman’ o ‘Colony’. Pero esta similitud tiene su punto culminante precisamente en los temas más potentes del album, ‘Bloodstained ground’ y ‘Tarvos’, ambos precedidas de sendas intros instrumentales. Son temas mucho más centrados en el protagonismo de las guitarras como hilo conductor de un sonido más cercano al death que en todo el disco y donde los instrumentos folk reducen su área de influencia al estribillo. En esa misma onda, aunque con menor brillo se mueve ‘The somber lay’.
El disco se completa con ‘Slania’s song’, un medio tiempo dedicadamente melódico, y en el que a la voz death se une una armoniosa línea femenina y ‘Calling the rain’, un tema bastante parecido al que abre el disco. Además, de premio, hay un corte instrumental, ‘Elembivos’, y la versión acústica de la primera intro
En resumen, un disco que, partiendo de una base conocida como es el sonido del death melódico escandinavo que tanto éxito ha tenido la último década, ha conseguido hacerse su particular hueco añadiendo la frescura que aporta el uso de unos instrumentos poco comunes en este mundillo. Instrumentos que por otro lado, hay que decir que tocan fantásticamente. Y para que podais comprobarlo, os dejo también el video de ‘Inis Mona’.
[Rating:9/10]
