Como dice la hoja de prensa, «este es el disco que ha de servir de respuesta», si algún día alguien os pregunta por ahí de que iban esos locos segovianos llamados Lujuria. Un disco que representa todo lo que han sido Lujuria en estos 15 años de carrera musical.
Como si de un tributo a la época dorada del metal se tratase, la formación liderada por Óscar Sancho regresa al ruedo tras lo conceptual de ‘Y La Yesca Arderá‘ con ‘Licantrofilia‘. No busquéis la palabra porque no existe. Ellos mismos la han inventado para definir como se sienten, como hombres lobos llenos de pasión, de deseo, de rabia… pero como ellos nos comentaron, no son hombres lobo. No hace falta que la luna esté llena para aullar mensajes de libertad, amamos (de ahí la segunda parte de la palabra, ‘filia’) esa pasión de los lobos pero mantenemos la inteligencia humana, estamos listos para la lucha pero no lo haremos sólo cuando se desate la pasión, lucharemos en todo momento, con luna, con sol, como sea y con inteligencia.
Con ‘Licantrofilia‘, Lujuria han querido ser más Lujuria que nunca. ¡Y vaya si lo han conseguido! Han dado vida a un disco de puro y duro Heavy Metal, sin florituras, sin alardes… con muchas referencias y guiños a bandas clásicas, como Judas Priest, Quiet Riot o Barón Rojo. Y si no, solo tenéis que prepararos para disfrutar con los Whitesnake segovianos de ‘Las Tablas de Moi-Sex‘. Un regalito de Julito para Oscar, y una de las mayores sorpresas que nos llevamos de este plástico. Siguiendo su costumbre de homenajear el rock español que abrió camino, esta vez le llega el turno al tema ‘Que es mejor‘ de los míticos Shalom. Uno de los aspectos que más me ha llamado la atención, son las mezclas de sonidos ‘Hammond’ puramente ochenteros con sonidos de pleno siglo XXI, haciendo del teclado, una aportación Hard Rockera que elimina cualquier reminiscencia de teclado clásico que tenían hasta ahora. Un cambio perfectamente perceptible en temas como ‘Goliardos‘ o ‘Cuerpo de Mujer‘.
Tras la primera intención de divertir y elogiar los placeres de la felación, ‘Tigresa Blanca‘ se desata como una mordaz crítica hacia las sectas. Una de las historias más curiosas de todo el trabajo, la de esta secreta secta china, que tratan de obtener la eterna juventud a través del líquido preseminal. Según cuenta la leyenda, nunca cortan sus cabellos y de aquí les viene el nombre. Ellas son de piel muy blanca, y cuando se agachan para obtener ese líquido que buscan, el pelo negro las cae por la espalada formando rayas negras sobre la piel blanca y pareciendo tigresas. Siguiendo la senda marcada por clásicos como ‘Merece la Pena‘ o ‘Joda a Quien Joda‘, orgullosos de ser lo que son, rockeros y heavies, Lujuria brindan su pequeño tributo, en temas como ‘Viejo Rockero‘, de lo mejor del disco o ‘Arañando el Cielo‘. En definitiva, ‘Licantrofilia’ debería situar a Lujuria y al Heavy Metal estatal en el lugar que se merecen.
[Rating:8/10]