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Dream Theater ‘Black Clouds & Silver Linings’

El 23 de Junio de saldrá a la venta el décimo álbum de estudio de estos monstruos del metal progresivo. Poco más de 2 años después desde que viese la luz ‘Systematic Chaos’, hay que reconocer que nos tienen muy mal acostumbrados. Pues es muy difícil que una banda con giras mundiales de por medio saque discos en tan corto espacio de tiempo, y más aún con este nivel.

Una vez más, fieles a su estilo, han completado un disco distinto a los demás (y ya van…), pero esta vez de forma global. Al escucharlo podrás encontrar detalles de prácticamente todos sus discos anteriores, sin dejar de lado los ‘homenajes’ a las bandas que más les han influenciado, tales como Pink Floyd, Rush o incluso Yes. Ni más ni menos que el sonido que ha hecho a Dream Theater inconfundibles, únicos, su firma al fin.

El disco comienza con ‘A Nightmare to Remember’, uno de los temas épicos del disco con más de 15 minutos de duración, donde la construcción de las letras, narrando paso a paso un accidente de coche, nos recuerda a la forma de relatar la historia en ‘Scenes From a Memory’.

Musicalmente hablando podría encajar perfectamente en ‘Systematic Chaos’, con un riff muy machacón de Petrucci, un aire ciertamente gótico en los teclados de Jordan Rudess, y con un John Myung que saca el sonido de bajo más potente de los últimos 10 años. Destaco la parte central del tema, muy melódica y emotiva, tras la cual Petrucci se marca un solo que me recuerda mucho a la era ‘Awake’. Por otro lado pienso que es un tema que creará cierta controversia debido a los ‘blast beats’ y voces pseudoguturales de Portnoy hacia el final del tema.

Tras el intenso comienzo nos adentramos hasta encontrarnos con los masones y sus ritos secretos. Estoy hablando de ‘A Rite of Passage’, primer single y quizá el corte más accesible y comercial del disco. Con un riff que recuerda en gran medida a ‘In The Name of God’, estamos ante uno de esos temas que se graba fácilmente en tu mente, donde LaBrie se muestra una vez más en su faceta más versátil, tanto al comienzo del tema como en el estribillo de éste, creando una melodía muy hímnica y coreable a dúo con Portnoy. Uno de los momentos álgidos del disco lo tenemos en el solo de Petrucci, quizá de los mejores y más completos de los últimos tiempos, mientras Rudess por su parte experimenta un poquito con su amado iPhone, usando el sonido de una aplicación que le gustó muchísimo. Deseoso estoy de ver cómo lo lleva al directo.

Después de casi 25 minutos llega el primer momento de sosiego del disco. ‘Wither’ es un tema triste, pasional y melancólico. Una balada muy intensa que deja aflorar los sentimientos más emotivos que cada persona lleva dentro. Aquí la banda se muestra en todo su esplendor, con LaBrie inconmensurable, transmitiendo de forma magistral mil sensaciones diferentes, acompañado por las atmósferas creadas por Rudess y donde Petrucci redondea el tema con un bonito solo, muy del sonido Brian May. Sin duda una de las mejores baladas que Dream Theater ha escrito nunca, recordando mucho en intensidad y pasión a ‘Hollow Years’ (sobre todo versión ‘Live at Budokan’) y ‘Through Her Eyes’.

Es el momento de la quinta y última parte de la ’12-Steps-Saga’ de Alcohólicos Anónimos y me encuentro ante un problema; ¿Como describir ‘The Shattered Fortress’? Imaginaos ‘The Glass Prison’, ‘This Dying Soul’, ‘The Root of All Evil’ y ‘Repentance’ unidas de forma genial y conducidas a través de una nueva base instrumental, con reminiscencias a cada uno de los temas anteriores tanto en lo musical como en las letras, pero con un nuevo giro de tuerca.

Desde mi punto de vista es una forma magistral de cerrar la saga, un recorrido por cada una de las partes anteriores con una bocanada de aire fresco, pero que quizá cueste un poco de asimilar en el contexto del disco y más aún si no se han escuchado los temas antes citados.

Howard Portnoy, padre de M. Portnoy, falleció a causa de un cáncer a principios de este año. A él le debemos el nombre de Dream Theater y la inspiración de Mike en uno de los momentos más espectaculares del disco. En ‘The Best of Times’ volvemos a encontrarnos con un golpe de melancolía en la cara. Toda la banda se pone de acuerdo en que esta canción sea inolvidable, con un guiño a ‘The Spirit of Radio’ de Rush incluído.

Es un tema muy triste, con el teclado de Rudess como hilo conductor y donde al final encontramos uno de los mejores solos que haya compuesto jamás Petrucci. Técnicamente hablando, salvo el solo final, no es quizá de lo más complejo que haya compuesto el grupo pero sin embargo, a nivel emocional creo que es su tema más completo. Sin duda un gran homenaje a Howard Portnoy. Descanse en paz.

Nuestro reloj nos dice que han pasado más de 50 minutos y aún nos queda por delante el monstruo del disco, ‘The Count of Tuscany’, con sus casi 20 minutos de duración. No me veo capaz de decir nada coherente sobre el tema.

Sus minutos iniciales son bestiales, Dream Theater 100%, con unos cambios de ritmo marca de la casa. Pocos después se transforma en un tema nuevo, muchísimo más cañero dando paso nuevamente a una parte central IMPRESIONANTE con un sonido a lo Pink Floyd total. Aún le queda tiempo para el ‘grand finale’, con un LaBrie apoteósico, aunque la pena es que la letra no acompaña mucho. Destacar nuevamente la labor de Rudess y Petrucci.

Así como ‘In The Presence of Enemies’ u ‘Octavarium’ tenían más o menos un hilo central conductor, creando unos desarrollos más sostenibles y accesibles, en ‘The Count of Tuscany’ vemos una forma de componer el tema ligeramente parecida a la grandiosa ‘A Change of Seasons’. Partes muy diferenciadas y que a primera instancia no parece que casen entre sí, pero que cuanto más escuchas más relación encuentras y más fascinantes te parecen. La guinda a un gran disco.

Me gustaría destacar nuevamente las labores de Rudess y Petrucci, que certifican uno de sus mejores trabajos. Son muchos los detractores del ‘Wizard’, pero sinceramente no creo que nadie pueda quejarse de su labor en este disco. Como poco está a la altura de su trabajo en ‘Scenes From a Memory’ y Petrucci parece que ha recuperado su inspiración en los solos, más melódicos y técnicos aunque sin perder su velocidad y precisa ejecución.

Para mi, este es el disco más equilibrado y completo desde ‘Six Degrees of Inner Turbulence’ y representa la evolución de un grupo de músicos inquietos con más de 20 años de buena música a sus espaldas.

[Rating:9/10]

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