Cuando parecía que Stratovarius finalmente iban a desaparecer como banda y después de ventilar los problemas de derechos sobre el nombre en los tribunales, resurge parcialmente de sus cenizas una de las bandas que abrió al mundo la prolífica escena metálica finlandesa. Eso sí, que nadie se engañe. Han vuelto más o menos al punto en que lo dejaron.
Si alguien quiere profundizar en el culebrón que han protagonizado en los últimos meses Tolkki y compañía le recomiendo como bibliografía la declaración del guitarrista del pasado octubre anunciando la disolución del grupo y los motivos que, según su punto de vista, habían llevado a tal situación. El caso es que tras pasar por los tribunales, la marca Stratovarius sigue viva y sigue comandada por los más antiguos: Kotipelto, Johansson y Michael, a los que sigue unido Lauri Porra. A las guitarras, cumpliendo en dificilísimo papel que supone sustituir al padre de la criatura, el jovencísimo Matias Kupiainen, que la verdad, cumple que no es poco visto el marrón que tiene encima.
En el plano musical se puede decir que el disco tiene las mismas virtudes que sus antecesores, es decir, una buena producción y unas actuaciones individuales notables. Pero tiene también se le pueden echar en cara los mismos defectos del pasado más reciente. Parece ya claro que Stratovarius han quedado atascados en ese tierra pantanosa de grandes bandas que saca discos que sirven para mantener un cierto pedigree, pero poco más. Si bien este Solaris supera a sus antecesores nacidos en una época demasiado turbulenta, no alcanza el nivel que empezó a desvanecerse lentamente desde Destiny. Temas como el primer single ‘Deep Unknown’ son de lo mejor, recordando los buenos tiempos donde los dobles bombos trotaban felices por el campo, como en el Mago de Oz, cogidos de la mano con un virtuoso guitarrista y los mejores teclados al norte del Rhin. Pero aun así, queda la sensación de que falta feeling, al igual que en otros temas como, ‘Falling star’, ‘Blind o Forever is today’ que recuerda vagamente a Forever free.
;Además, se embarcan en complejas travesías, como las casi-baladas ‘Winter skies’ o ‘Somehow precious’, vocalmente muy arriesgadas pero con fantásticos solos. La cosa se anima con los mejores temas del plástico para mi. Primero con ‘Higher we go’, un tema clásico pero con el aire alegre de los viejos tiempos. Y sigue con el doble ‘Emancipation suite’ de corte bastante épico. Termina el trabajo con una balada inefable, que recuerda a ‘Coming home’ con cierto aire trovadoresco, pero que no le llega ni a la suela del zapato, con unas letras pésimas.
En resumen, si te gusta Stratovarius este es tu año, porque no solo tenemos el retorno del grupo, sino que Tolkki sigue produciendo el nuevo disco de Revolution renaissance, además de haber resucitado la formación del Dreamspace con el absurdo nombre de Project Strato que dará a luz el no menos bizarro Return to Dreamspace. Y para postre, Kotipelto prepara una nueva descarga en solitario. Eso sí, si dejaste por imposible a Stratovarius casi mejor emplea tu tiempo en otra cosa.
[Rating:4/10]