Otros que han aprovechado el nuevo año para asomar la cabeza en la escena metálica son los alemanes Kreator, que vuelven tras su exitoso Enemy of god con otra ración de thrash clásico, rápido y directo. Da gusto ver que tras casi 30 años en el negocio, siguen en forma y preparados para dar una buena lección a los que vienen detrás.
Tras una breve intro comienza el tema que da título al plástico con ese thrash metal primitivo y brutal cargado de riffs de velocidad y aderezado con la particular voz de Mille Petrozza. Desde el principio se aprecia una fantástica producción que deja un sonido limpio a pesar de su crudeza
Más violenta aun es ‘Warcurse’, extremando la velocidad de la batería hasta la locura e incluyendo un modesto pero resultón solo antes del último arreón. A continuación bajamos una velocidad, en ‘Escalation’, un tema más melódico y con un estribillo destacable.
Sorprende el comienzo tan suave de ‘Amok Run’, pero es solo un breve receso para volver a remontar hasta la velocidad de la luz y tocar el punk con la punta de los dedos. Resulta difícil imaginar a una persona cantando así sobre el escenario sin desmayarse. ‘Destroy what destroys you’ es el primer tema que me aburre un poco, con su trote más bien cansino. Al menos no es excesivamente largo y se anima un poco al final.
De vuelta al infierno nos lleva ‘Radical Resistanse’, otro tema marca de la cada con un estribillo muy pegadizo, una parte central un poco rara y posiblemente el solo más notable del plástico. En similares registros, y todavía con menos momentos de paz tenemos ‘Absolute Misantrophy’. El disco termina con la épica ‘To the After Burn’, que tiene tiempo en su larga duración, a pegar un tremendo subidón final, y con ‘Demon Prince’, otra carrera contra el tiempo.
Este el disco indicado para los que aun disfrutan con el sonido de bandas como Destruction y que representan la base de la historia del thrash, sobretodo en Europa. Olvidaos de inventos del pasado, los Kreator de siempre siguen con nosotros.
[Rating:8/10]