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Freak Kitchen ‘Land of the freaks’

Que nadie se deje engañar por el título del disco, ni menos aun por el nombre de la banda (si es que aun no los conoceis). El señor Eklundh y sus compañeros han parido un trabajo al que vale la pena dar una oportunidad en todos los sentidos. Eso sí, sin perder nunca el sentido del humor. Al fin y al cabo, de algo tiene que valer ser friki.

En el séptimo larga duración de este trío sueco, vamos a encontrar rock progresivo de la mejor factura. Como se puede comprobar nada más comenzar con la escucha de ‘God save the spleen’. Compases complejos y técnica a montones, pero también melodías divertidas y de fácil escucha como en ‘Hip Hip Hoorrah’. Pero no es solo risa lo que se desprende de estos temas.Prestando un poquito de atención se comprueba que, con mucha coña e ironía, van tocando temas calentitos socialmente hablando. Y si no, dadle una buena escucha a ‘Honey, you’re a nazi’ o a los dos ya mencionados. Una muestra más de que con este grupo, nada es lo que parece.

En el álbum podemos también encontrar temas realmente complejos, como ‘Teargas Jazz’, del que os traemos el video, y en el que han colaborado con músicos hindúes en la creación de un producto realmente curioso, grabado en diversas localizaciones de la India, dejando imágenes bastante poco habituales. También requieren un esfuerzo extra ‘Sick? (Death by Hypochondria)’ y ‘Murder groupie’, con unos riffs violentos y cortantes que la hacen un poco dura a la escucha. En el lado opuesto encontramos temas como ‘The only way’, ‘The smell of time’, ‘One last dance’ o ‘Clean it up’, con los que disfrutar de una apacible escucha. Las únicas canciones que me ha aburrido un poco han sido ‘Be OK’ y ‘Do not disturb’, aunque tampoco molestan.

En el plano técnico, y sin desmerecer al la base rítmica, está claro que hay que destacar a Mattias ‘IA’ Eklundh, auténtica alma mater del proyecto&. Puede gustar más o menos con su estilo que ha dado en denominar ‘freak guitar’, pero no cabe duda de que suda calidad por cada uno de sus poros. Quizá por eso la producción del disco se ha centrado en sacar un buen sonido a las seis cuerdas.

Un trabajo muy recomendable para pasar buenos momentos musicales con una sonrisa en los labios, donde los temas vacilones se mezclan con la complejidad técnica. Tras los años de espera, este nuevo trabajo queda, como mínimo a la altura de sus predecesores inmediatos, Move y Organic. Larga vida vida a los freaks!

[Rating:8/10]

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