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W.A.S.P. ‘Babylon’

Nuevo trabajo de Blackie y los suyos. Una banda que permanece estable en los últimos años, y que se nota de cara a las nuevas composiciones. El sonido que ha buscado Lawless no es otro que el clásico de W.A.S.P., alejado ya de experimentos estilo ‘Kill, Fuck, Die’.

Abre el disco uno de los mejores temas, ‘Crazy’, cuyo riff recuerda al de ‘Wild Child’. Directo con estribillo made in W.A.S.P. que quedará posiblemente como uno de los clásicos de la banda. Sigue ‘Live To Die Another Die’, también en corte rockero, siguiendo su típica estructura con un estribillo pegadizo y potente. A destacar las guitarras de Doug, que a lo largo del disco hace una excelente labor en los solos (compartiéndolos con Blackie).

Siguen con ‘Babylon’s Burning’ que sigue la onda de los dos anteriores (¿para qué cambiar si esta fórmula no falla y es la que queremos los fans?). Como el resto del disco, el contenido gira a entorno a la caída de Babilonia. Parece que el grabar trabajos conceptuales le va bien a Blackie, estudia una idea y le da vueltas logrando grandes resultados. Seguimos con la obvia versión de ‘Burn’ de Deep Purple que les ha quedado redonda, cañera como la original e introduciendo un riff de la casa. Está de sobra decir que Lawless clava los desgarradores agudos del tema.

Tiempo de relajarse un poco con ‘Into The Fire’, una baladita que se hace agradable de escuchar, no es un baladón como ‘The Idol’ o ‘Hold On To My Heart’, pero sirve para desacelerar la brutal entrada del disco. Aunque vuelven de nuevo a la carga y a la caña con ‘Thunder Red’, otro tema 100% W.A.S.P. que sigue la senda de los primeros. A continuación otra letra que habla del fuego, algo recurrente a lo largo del disco, sin embargo ‘Seas Of Fire’ resulta de los más flojitos. Para ir acabando, otra balada ‘Godless Run’, con un buen solo de guitarra. Engancha más que la anterior tanto por la voz de Blackie como por el estribillo y punteos.

La última canción es otra versión, en este caso de Chuck Berry. Blackie nos deja ver de nuevo sus influencias de pasadas décadas. Es el rockanrolero ‘Promised Land’, un rock and roll endurecido por las guitarras de Lawless y Blair, ideal para cerrar. Como veis un disco cortito, nueve temas, pero que tiene de todo: cinco cortes que nos devuelven a los mejores W.A.S.P. de los primeros tiempos, dos baladas y dos versiones, ¿para qué mas?. Es perfecto en duración y contenido. Esperamos que sus conciertos de diciembre estén a la altura de este discazo. A destacar también la genial portada, donde aparecen los cuatros jinetes del apocalipsis, un gran diseño que ganará enteros en versión vinilo.

[Rating:8/10]

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