Reconozco con cierta vergüenza que no conocía a esta banda finlandesa, a pesar de que solo había escuchado elogios hacia su trabajo. Hoy puedo por fin unirme orgulloso a aquellos que les llevan siguiendo desde hace 10 años, cuando oficialmente comenzaron su andadura metálica. Espero que con esta crítica algunos os unáis a mí como nuevos fans del grupo.
En mi búsqueda de información sobre Kalmah he encontrado definiciones de lo más variado sobre el sonido que practican. Desde extreme power metal, pasando por algo más reconocible como death metal melódico hasta otras tan inverosímiles como speed power trash metal. Si ya es difícil encuadrar a los grupos en los estilos que más o menos todos aceptamos, imaginad lo que es cuando además tienes que lidiar con estilos inventados o subgéneros prácticamente imaginarios. Yo creo que a estos chicos les es aplicable un poco de todo lo anterior. Hay una clara base de death melódico en su versión Children of Bodom, cuyos solos y sonido de teclado veo reflejados en varios temas. También hay influencias de los grandes del thrash en algunos riffs, como al comienzo de ‘Bullets are blind’. Lo que no se puede negar es que el resultado final es intenso y demoledor.
Además del tema ya reseñado, el disco se abre con otros dos trallazos, ‘Rust never sleeps’ y ‘One of fail’ que os dejarán escasos de aliento. Después van desacelerando progresivamente en ‘Swampwar’ y ‘Better not to tell’, un corte clásico de carácter épico. Recuperamos intensidad en ‘Hook the monster’, un tema con un interesante trabajo de guitarras a cargo de los hermanos Kokko, y hacemos cima de nuevo en ‘Godeye’, con un inmenso Jane Kusmin a la batería. Terminamos con otros dos cañoñazos: uno el tema que da nombre al disco, un tema perfecto para enardecer a las masas en un concierto; y el otro llamado ‘Sacramentum’, donde el teclado acapara gran protagonismo.
En definitiva, un disco obligado para aquellos a los que les gustan los sonidos del norte de Europa. El tremendo trabajo de producción asegura un sonido de primera categoría, de una intensidad acorde con la fuerza que estos chicos acostumbran a desplegar. Como ejemplo de mis palabras, os dejo el recién estrenado vídeo del tema que da nombre al disco. Que lo disfrutéis.
[Rating:8/10]