En esta sexta jornada asistí a la ‘II Maratón de Cortos de Animación’ y dos películas: ‘I Want To Be A Soldier’ y ‘Super’, presentadas ambas por sus directores. La maratón fue bastante entretenida, con buenos cortos, de los que destacaría ‘Mutant Land’ por su tipo de animación y estilo anime y notable calidad gráfica, junto a ‘Love Patate’ por su temática, una especie de metáfora sobre la sobrevaloración que se da a algunos objetos en comparación con la que se ofrece a las personas que nos aprecian… en este caso, una patata.
Antes de ‘I Want To Be A Soldier’, el director del festival, Ángel Sala, hizo un pequeño homenaje a Manuel Alexandre, en recuerdo a toda su carrera tras su fallecimiento. Después la hija y la nieta de Julio Coll, también fallecido recientemente, recogieron el premio María Honorífico a toda su carrera. La película sería presentada por su director, el catalán Christian Molina, que estuvo acompañado de Valeria Marini, que participa en la película interpretando a la profesora de sus protagonistas, Robert Englund en el papel del amigo imaginario de Alex y todos los niños que aparecen en el reparto: Fergus Riordan, Cameron Atrobus, Andrew Tarbet y Loris Curci.
La idea de hacer esta película, contaba el director, le llegó al leer el resultado de un estudio en el que se demostraba que un adolescente, si los padres no lo impedían, al cumplir los 18 podría ver alrededor de unos 40.000 asesinatos y 200.000 actos de violencia entre televisión, cine y videojuegos. La película cuenta como un chico de 8 años, Alex, que sueña con ser astronauta, cambia radicalmente cuando su padre, después de muchos ruegos por su parte, le permite instalara una televisión en la habitación. Al exponerse a las noticias, documentales y películas con su correspondiente violencia explícita, a los 10 años Alex prefiere ser soldado, perdiendo toda noción del bien y del mal. En todo momento Alex es acompañado por un amigo imaginario, al principio un astronauta de la NASA, que le cuenta lo hermoso que es el espacio y orienta por el camino de lo correcto, mientras que con 10, su aliado será un coronel del ejército americano que le enseñará que ser despiadado y cruel es bueno para su patria, y que la patria es lo único importante que hay.
‘I Want To Be A Soldier’ es una crítica muy dura a la falta de educación social que se da a los niños y al poco control que existe sobre la programación en tv, películas o videojuegos. Muestra también como la poca atención que reciben los niños por parte de sus padres ayuda a este desequilibrio psicológico. Se trata de una historia que no deja indiferente, que obliga a reflexionar en lo que se está convirtiendo la sociedad, tanto por la perdida de valores, como por el individualismo y el creciente aumento de la agresividad.
Antes de ‘Super’ proyectaron ‘Vicenta’. Un corto de animación, muñecos de plastilina para ser concretos, donde un avaro marido controla el dinero que su mujer ganó en la lotería muchos años atrás. Para colmo, la vecina de enfrente, una imponente morena, conocida como ‘La Rubia’ por los atracos que realiza con una peluca, quiere robarles el dinero. Durante casi 15 minutos la acción no para, dando situaciones con un humor muy negro, que convierte al corto en algo realmente divertido.
‘Super’ fue presentada también por su director, James Gunn, que siempre sonriente explicó que la película no disponía de un gran presupuesto, pero sus actores principales (Kevin Bacon, Rainn Wilson, Ellen Page y Liv Tyler entre otros famosos actores) accedieron a rodarla sin apenas cobrar por ello. La película es la transformación de un perdedor en un superhéroe sin poderes, que intenta recuperar a su mujer que lo abandona por un traficante multimillonario mientras reparte ‘justicia’ con su llave inglesa.
No hay efectos especiales, no hay coreografías de lucha… todo es muy natural, como si cualquiera de nosotros se transformara en superhéroe, aunque con un humor derivado de lo cutre que son las situaciones y las acciones del protagonista. Entretenida, aunque no sorprendente.
Fotografías: Serafín González