El virtuoso guitarrista y compositor holandés Arjen Lucassen vuelve a desempolvar unos de sus proyectos con más personalidad, después de tenerlo en el olvido durante ocho largos años. Y como con su disco debut, la nave Star One promete un intenso viaje surcando en espacio a lomos del talento de su creador.
Como ya hiciera en la primera toma, Lucassen se ha rodeado de cuatro voces de lujo para completar la tripulación de su nave a lo grande. Russell Allen, Floor Jansen, Dan Swäno y Damian Wilson repiten experiencia dando una enorme variedad vocal y aportando quilates de calidad a los que ya aporta el propio Arjen de serie.
En mi opinión, una de las señas características principales de este proyecto, y que lo diferencia de otros, quizá muy iguales entre sí, es el toque que le dan los teclados, y que eleva la mezcla entre metal progresivo y space rock a los confines del universo. Hacía allí parece despegar la nave con la intro ‘Down the rabbit hole’, seguida por un perfecto ejemplo de lo que digo, ‘Digital rain’ con unos poderosísimos teclados. En ‘Earth that was’, tema anticipado en el mes de octubre, lo que se impone es el riff principal de guitarra emanado de manera natural, según contaba el bueno de Arjen, de su guitarra de siete cuerdas.
A continuación podéis dejaros seducir por la hipnótica melodía del tema que da título al disco y en el Russell Allen más que cantar parece disparar consignas a tu mente que, indefensa no puede más que seguir el ritmo con la cabeza como un autómata. Radicalmente diferente es ‘Human see, human do’, un temazo más cercano al power metal con un toque alegre y unos teclado ochenteros a muerte, que en la parte central del tema adquieren una tremenda intensidad.
Otro de los temas destacados del plásticos es el medio tiempo ’24 hours’, que tiene un inicio oscuro y un gran estribillo, para dar luego varios cambios, quedando un tema muy completo y variado. Algo más flojo es ‘Cassandra’s complex’, que no está mal, pero no es de lo mejor del trabajo. Algo más resultona es ‘It’s alive, she’s alive, we’re alive’ con unos teclados psicodélicos y un buen par de riffs de guitarra. Termina el disco muy acertadamente con ‘It all ends here’, un tema lento y con una pesada melodía, como una nave que vaga sin rumbo por el espacio…
En definitiva, creo que los fans de la carrera de Arjen Lucassen van a encontrar aquí un buen retorno a un proyecto igual pero diferente a otros de la fábrica del holandés. Comentar también que el disco extra trae sorpresa, y es que entre los temas bonus, podéis encontrar una joyita como ‘As the crow dies’ con la participación vocal de Tony Martín (ex Black Sabbath).
[Rating:8.5/10]
