Tribal se reivindican como banda asomando a la actualidad, con un bloque de buenas ideas que da como resultado ‘El jardín de las polillas’. Una continuación a ‘Desorden Mental’, que supera con creces la mayoría de los aspectos de esta última. Bienvenidos al territorio de las polillas. Bienvenidos al mundo de Tribal.
Da gusto escuchar nuevas y buenas bandas, sobre todo si editan obras como la que tengo entre mis manos. No conocía de nada a esta formación granadina, hasta que un día trasteando por el myspace me topé con ella. Y la sorpresa fue mayúscula. Si os gustan las combinaciones de metal agresivo y contundente, con melodías y estribillos pegadizos, Tribal os sacudirán una buena paliza. Se asemejan mucho a grupos que facturan un estilo muy parecido en este país, Después de Todo podrían ser un claro ejemplo, pero tienen algo que hace que su propuesta, se sitúe un peldaño por encima de muchas ellas. Su pegada fue lo que más me impacto en una primera escucha, y a día de hoy, sigue siendo su mayor virtud. Escuchar la atronadora batería o esas guitarras endiabladas, junto a esas azucaradas melodías y esos suaves susurros de voz, cada día que pasa me tienen mas atrapado.
El disco ha sido producido por M. Angel Mart (Estirpe) en los Mart Studios y ha sido masterizado en los Finnvox por Mika Jussila. Todo un lujo, que se ve recompensado en el gran sonido que nos acompaña a lo largo de los once temas. Once cortes donde destacan ‘Esperando la soledad’, con ese comienzo acústico que converge en una catarsis de ritmos contundentes y voces rasgadas, ‘El tatuaje de mi ego’ extraída como primer sencillo, ‘Huérfanos de la soledad’, demostrándonos todo su buen hacer en tesituras mas melódicas o ‘Adrenalina’, que para un servidor se desmarca del resto de composiciones. En definitiva, estamos ante un trabajo arrollador, que puede gustar en diferentes sectores. Aquí tenemos otra gran banda a la que darle una oportunidad. ¿Estáis preparados para dársela?
[Rating:8/10]
