En muchas ocasiones, las etiquetas con las que intentamos definir a un grupo no son sino un lastre que lejos de orientarnos, puede llegar a causarnos confusión e incluso alejarnos de un grupo porque no responda exactamente a lo que esperamos de la etiqueta bajo la que ha sido incluido.
Eso mismo podría ocurrir si al hablar de los finlandeses Omnium Gatherum y su nuevo disco, o más bien discazo, ‘New world shadows’, nos quedamos con la etiqueta que les han encasquetado. En casi cualquier sitio donde busquéis información sobre ellos os hablarán de death metal melódico, ese estilo tan amplio que empieza a carecer de sentido. Y sí, si nos limitamos a escuchar la atronadora voz de Jukka Pelkonen, podemos decir que estamos ante una banda de death melódico. Sin embargo, para mi su sonido supera la definición por todos los costados, hasta el punto que yo solo la usaría como base.
Y para daros cuenta de lo que os digo no hay que esperar mucho. El primer tema, ‘Everfields’, es el perfecto resumen de mis palabras. Un cacharro de nueve minutos en que se combina la esencia del death melódico con unas increíbles atmósferas, creadas en unas ocasiones con el teclado y en otras con la guitarra acústica. Unas atmósferas que transmiten gran cantidad de sensaciones, más allá de los clichés habituales. Con ‘Ego’ se acercan más al concepto musical de grupos como Mygrain o Dreamshade, es decir, a un death melódico con bastante carga de teclados, pero ojo con el riff principal, porque es de los que no se te va de la cabeza. Quizá uno de los temas del disco.
Las dos siguientes canciones nos las anticiparon estos meses con sendos videos, y en ellos pudimos ver por dónde iban los tiros. De ellos destacaría el que da título al disco, puesto que en él pone las voces limpias el gran Dan Swäno, quien también ha mezclado el disco. Similar es el medio tiempo que sigue, ‘Nova Flame’. La que sí se sale un poco del guión es ‘An infinite mind’ con complejas estructuras que hacen que el tema sea un poco pesado, sobretodo con la parte final.
El relax continua con ‘Watcher of the skies’, un tema instrumental que pasa con bastante fluidez hasta llegar a ‘The distance’ otro de los temas de más contenido death melódico del plástico. Terminamos con ‘Deep cold’, un tema más bien lento, de larga duración, que mezcla el pesado riff principal con partes con partes totalmente relajadas en las que intervienen de nuevo la guitarra acústica y la voz limpia de Dan Swäno.
En definitiva, estamos ante un disco que puede sorprender, para bien, a quienes le den una escucha en busca del clásico sonido death melódico. Si no ten gustan las voces guturales, casi ni lo intentes, porque esta es de lo más bruta que he encontrado por ahí. Pero si eso no es un obstáculo, déjate llevar por las atmósferas que envuelven los temas y que transmiten gran cantidad de sensaciones. Ah, y si os dais prisa, podéis escuchar el álbum al completo en el myspace del grupo.
[Rating:8.5/10]