La seción ‘Metal deslocalizado’ sigue peinando los mercados remotos en busca del material más impactante. Y como ocurriera con los taiwaneses Chthonic, hoy os traemos una auténtica pieza de coleccionista. Os hablamos del nuevo disco de los tunecinos Myrath, formación que combina el metal progresivo y elementos árabes, dejando un sonido final exótico pero muy reconocible para los amantes del metal más técnico.
Las dos primeras canciones: ‘Under siege’ y ‘Braving the seas’, nos introducen en un mundo de metal progresivo bastante melódico, técnicamente muy bueno, con una gran producción y el inconfundible sonido árabe reptando entre riffs y base rítmica junto a una voz melódica pero sin llegar a ser empalagosa. La mayor influencia árabe se percibe en el single, ‘Merciless times’, todo un hit con aires comerciales, y también medio tiempo, donde las líneas de violín ganan la partida claramente, girando únicamente en la parte del solo hacia un estilo algo más metálico. Para compensar, ‘Sour sigh’ comienza con una introducción instrumental cargada de poderosas guitarras que dan paso a una canción que me ha recordado en muchos aspectos a los Kamelot más recientes. A continuación ‘Dawn within’ y ‘Wide shut’, nos proveen de guitarras más distorsionadas, con unas atmósferas de teclado más intensas y un carácter aun más progresivo y complejo, especialmente en la segunda.
Tiene calidad técnica en la ejecución, una buena factura sonora y el ingrediente exótico que le da el sonido árabe
Estamos en los mejores momentos de la escucha, algo que viene a confirmar ‘Requiem for a goodbye’, posiblemente el tema más completo del álbum, con las dosis justas de metal melódico, doble bombo, momento lento de piano y estribillo. También gocé con ‘Beyond the stars’, con una buena selección de riffs y batería, pero quizá con un estribillo demasiado folklórico. Para terminar ‘Time to grow’ marca el pico progresivo, con unos teclados que me han recordado a los del proyecto Star One.
En definitiva, un disco para dejarse seducir. Tiene calidad técnica en la ejecución, una buena factura sonora y el ingrediente exótico que le da ese sonido árabe que no encontraréis en ningún otro sitio. Ese toque abunda más en la primera parte del disco, estando la segunda más centrada en el sonido metálico.