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Red State, Kevin Smith (2011)

Red State‘ es la ganadora de la 44 edición del Festival de Cine Fantástico de Sitges, y también es la décima película del conocido realizador independiente Kevin Smith. El hombre es conocido sobretodo por su saga urbana ‘Clerks’, donde consiguió conciliar a una gran legión de fans gracias al estilo comiquero y macarra de películas como ‘Mallrats’, ‘Persiguiendo a Amy’ o ‘Dogma’. La seña de identidad en prácticamente toda su filmografía es el abuso de sal gorda en situaciones absurdas, pero con las que al mismo tiempo es fácil verse identificado, si te va su rollo. Esta pequeña introducción se debe a que durante bastante tiempo – y a través de una gran campaña de marketing viral – la película contó con una promoción servida de controversia, y vendiéndola como un thriller opresivo y psicológico. Algo inaudito hasta la fecha para este pollo.

Viendo los trailers, carteles y declaraciones, se presentaba como una especie de reality slasher cristiano (¿?), sujeto a la mentalidad averiadada de un grupo ultra-conservador religioso americano. De hecho los acontecimientos están inspirados en el personaje real de Fred Phelps, líder y pastor de la Iglesia Bautista de Westboro, la cual es popular por su conducta salvaje y extrema. Pero bueno, la historia es que el típico grupo de adolescentes con las hormonas revueltas, van de morros a una emboscada, donde posteriormente se verán reducidos y secuestrados para gozo y disfrute de esta gente. Esta se podría decir que es la parte de película más sugestiva, donde te dejan bastante clavado la sucesión de escenas, creando un ambiente agobiante y enfermizo propio de un llamativo, aunque algo surrealista, slasher.

Junto al siempre solvente John Goodman, Michael Parks, que da vida al pastor Abin Cooper, es lo más notable en el plano interpretativo, con una actuación que de solo pensar que está inspirada en un personaje real a uno se le cocina sola la sopa. A parte de la película, Parks también se ha hecho con el premio al mejor actor en la Selección Oficial de Sitges de este año.

Y ahora van un par de spoilers.

Bien, lejos de estancarse, con la aparición de un cuerpo de agentes especiales de la ATF (gracias a casualidades de la vida), los hechos que rodean al secuestro se recrudecen hasta unas cotas verdaderamente bíblicas como dice el trailer. Y es también aquí donde vira el concepto de angustia original hacia otro tipo de tensión, con amas de casa y fanáticos religiosos descargando fusiles de asalto y armas automáticas como si fueran un grupo táctico de los Navy SEALs, protagonizando una escaramuza brutal y envueltos en una nube de astillas, cartuchos y humo. Toda esta catarsis furiosa resulta especialmente provocativa y seguramente conseguirá agitar varias líneas de debate distintas.

Bien por Kevin Smith al meterse en un jardín que no era el suyo y además salvando los muebles. Eso sí, de slasher nada de nada, la propia historia puede resultar polemista, pero tanto la explicación como las conclusiones finales resultan bastante parida. Seguramente dará más que hablar por el contexto que refleja que como película en sí. Lo que al mismo tiempo hará que se hable de la película. Maldita sea, lo ha vuelto a hacer.

[Rating:6/10]


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