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Gira española de Dynazty: Diario de una insider – Día #3

Sábado, 21 de enero
Destino: Madrid@Ritmo&Compás

Como anoche acabamos tarde, hoy apuramos la hora de salida para estar descansados. Un desayuno de zumo, café con leche, y ensaimada –uno de los pocos desayunos de la gira- sienta de vicio, sobre todo cuando repasas los correos y las noticias del día.

Los chicos tienen mono, por lo que acabamos en el McDonnalds. Deberían tomar nota de esto los responsables de la cadena alimenticia: patrocinad a estos chicos, que ya os incluyeron en el apartado de agradecimientos del segundo disco, y que no hacen si no que comer en vuestros restaurantes. Y tienen un hambre insaciable: patatas, hamburguesas, coca cola, café, helado, pastelitos…

Nos alojamos cerca de la sala, en Avenida de América, dejamos la furgoneta en un parking cercano, y corremos a la prueba de sonido. Nos apetece andar y vamos con los instrumentos, en plan procesión del flautista de Hammelin. Una vez más nos perdemos en un par de ocasiones, pero siempre llegamos a nuestro destino, esta vez porque nos ubica un alma caritativa.

En la sala nos encontramos a los promotores, Krea, y a la banda principal, Work Of Art. Nos anuncian que están todas las entradas vendidas -330 tickets-, lo que da algo de vértigo y una gran sensación de orgullo.

Durante la prueba, hay algunos problemas con los samplers, que se solucionan enseguida.

Falta 50 minutos para su actuación y mientras que el resto de la banda disfruta de las delicias del camerino, raptamos a Molin para que sea entrevistado por Anna de Melodic Rock radio. Tenemos 30 minutos como máximo para ello, y los apuramos tomándonos una caña y unas tapas incluidas en el precio, que en mi caso se convertirán en mi única cena. Veinte minutos antes del concierto nos hallamos corriendo para llegar a tiempo; uno de los promotores nos cuela por una puerta alternativa para el camerino.

Pese al lleno total, es una de las peores actuaciones de la banda y ella misma lo reconoce. La audiencia es fría comparada con la de otras ciudades, quizá porque Dynazty es una banda tirando a heavy y Work of Art es AOR, y al no haber una retroalimentación completa, el grupo no lo da todo. Sin embargo, las ventas de merchandising son muy buenas y numerosa gente les pide que se fotografíen con ellos.

Esta noche, Apelgren se sale y, además, chicas de las primeras filas se muestran eufóricas cuando decide quitarse la camiseta.

Aguanto dos canciones de Work Of Art y decido subir al camerino, donde sorprendentemente se escucha mejor y no hay la sensación de agobio de cuando hay demasiada gente. Dynazty están fascinados con su catering y, en especial, con las cervezas, y se dedican a desfasar y jugar con la comida para subir fotos de ello al facebook.

Antes del bonus Work Of Art se pasan a saludar y parecen unos tíos muy majetes.

Esta noche toca algo de fiesta. Hay una fiesta extraoficial en el Pub la Jungla, de Nueva Numancia (Vallecas), y Dynazty no quieren perdérselo. Primero hemos de pasar por el hotel para dejar los instrumentos.

Como es la primera noche de fiesta, me obsesiona no perderlos de vista, ya que la idea de cinco suecos perdidos en una ciudad desconocida donde casi nadie habla inglés me parece aterrador.

En el taxi Molin se muestra cabreado. Alguien le ha comentado que es bueno, pero que es una copia de Sebastian Bach y tiene ganas de arrancar cabezas. Procuro consolarlo, pero no sé si surte mucho efecto: le digo que con el éxito siempre viene la gente que intentará destruirlo, a la que no debe hacer caso, y gente que le alabará. Asegura que no le importa que le comparen pero que le molesta que le digan que quiere copiar a alguien y sobre todo a alguien que le inspiró en su adolescencia, pero que no es de los que más le inspiran ahora.

Nada más llegar me encuentro con Pilár Sánchez, de Melodic Rock radio. En persona es mucho más guapa y me parece muy agradable. Me hace un comentario elogioso de uno de los integrantes de la banda y asiento.

Tengo fichados a tres integrantes de la banda, no me parece que nadie pueda perderse.

Durante la gira les sorprenderá que en España sean tan famosas bandas como Roxette o TNT, de la que nos ponen el vídeo en esos momentos.

Estamos en un grupo Molin y yo, junto a Marta, Rober, y otros amigos, cuando una chica nos dice que Láver y Magnusson se han marchado. A ambos nos entra el pánico. En su estado de embriaguez marcharse les ha debido de parecer una idea estupenda. El resto de la banda se reune e intentan contactarles por teléfono. Ninguna suerte. Pensamos en ir a buscarlos donde nos han dicho que se han dirigido, pero nos parece un moviemiento arriesgado. Seguimos llamando y sin respuesta.

Apelgren sugiere que volvamos al hotel, que será donde habrán de volver tarde o temprano. A Molin también le parece buena idea porque sabe que sus compañeros son muy responsables.

En el hotel, seguimos llamándolos, pero siguen sin responder. Son las cuatro de la mañana y Apelgren decide que es buena hora para ir a un McDonnalds cercano. Decido acompañarlo, no quiero perder a más miembros.

El McDonnalds está cerrado. No tardamos más de quince minutos, pero cuando Apelgren llama a su habitación, Harnsten está ya dormido, y se había quedado con las llaves dentro de la habitación triple. Magnusson y Láver vuelven a la escena y me apetece dejarles en la calle un buen rato por el disgusto que nos han dado.

Por mucho que llaman, media hora después, Harnsten sigue sin despertarse, por lo que hay que recolocar a Apelgren y a Láver en la habitación doble de sus otros dos compañeros.

Cuando me voy a dormir, pese a que no he bebido mucho, me da vueltas la cabeza y sólo pienso en las ganas que tengo de una buena fiesta y de un buen descanso.

¿Qué nos deparará Zaragoza? Tengo muchas esperanzas depositadas en esta ciudad.


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