Hay que recorrer un largo camino si quieres dedicarte al rock, decía una mítica canción, y así lo vivieron estas dos bandas locales en una actuación íntima. Cuando se cree firmemente en lo que se hace, ya superada la etapa de usar una raqueta como guitarra y una patata envuelta en papel de aluminio ensartada en un palo como micrófono,
la satisfacción de tocar lo cura todo.
La gran asistencia de público nunca me ha parecido una garantía de calidad, sólo me habla de la rentabilidad para el promotor, sea uno ajeno o lo sea la propia banda. En ocasiones, con grandes entradas hemos tenido que soportar bodrios de conciertos de bandas famosas, que son todo un insulto para sus fans, mientras que otros, con una más modesta, han dado un conciertazo.
Viendo a Front Malabar y a Hollywood Tattoo estábamos pocos más que sus coleguillas, nuestros compañeros de la radio La Mirada Negra, y nosotros, pero las actuaciones merecieron cada minuto de nuestra estancia allí. Había ganas y amor por lo que su trabajo.
No conocía a Front Malabar y puedo decir que su rock entre The Steepwater Band y los oscenses Wasteland me enganchó. Tenían un ritmo muy acelerado, muy punk, con una batería muy cañera.
Poco después comenzó Hollywood Tattoo, el proyecto del ex guitarrista de Viento Norte, Aitor Etxebarrena, también conocido como Randy Gunner, y enclavado en el hard rock ochentero algo pastelero cantado en inglés. Era el último concierto de la gira de presentación de su segunda maqueta, ‘Glamourous Terror‘. Cabe reseñar que el frontman es ex colaborador de La Estadea y que le ayudé en la composición de las letras.
Lo que más sorprende de Gunner es su transformación, en cuanto pisa un escenario, de chico inofensivo a peligroso rockero. Pudimos verlo claramente en el desglose de sus maquetas, de la primera y de la segunda, y del versionado de clásicos de Bon Jovi, de Alice Cooper, Gun, y de Poison.
Acababan por petición popular con el single ‘Glamorous Terror’, cuando la audiencia les demandó más, por lo que tuvieron que tocar ‘Salve’ de La Polla Records, para lo que se delegaron las tareas vocales en el bajista Bernie y subieron a cantar miembros de otras bandas.
Un concierto de los que te dejan buen sabor de boca, evocativo, y sincero.
Todas las bandas empezaron desde abajo, si no las apoyamos, nunca podrán ser dinosaurios.
