En algún momento tendrán que flojear un poco, pero mientras mantengan el nivel demostrado en esta tercera obra de estudio, nos podemos dar con un canto en los dientes. Parece que aun no han tocado techo, y eso asusta. ¿Qué nos deparara el futuro de estos madrileños?.
Muy pocas son las bandas capaces de forjar una carrera de tal calidad desde sus inicios. Los chicos de Toundra nos han acostumbrado muy mal. Cada lanzamiento ha supuesto toda una inspiración para el oyente. Podría decirse que se respira magia, cada vez que los altavoces escupen unos ejercicios instrumentales que no parecen tener fin. Y con este tercer disco, ocurre más de lo mismo. Estamos ante una obra maestra de los pies a la cabeza.
Si abrir con ‘Ara Caeli‘, no es poner toda la carne en el asador desde un comienzo… ¡Increíble! No hay palabra para describirlo. Pero ya, si de seguido se nos lanzan con una composición como ‘Cielo Negro (Black Sky)’, sin duda alguna es que con ‘III’ han ido a por todas. Escuchando la explosiva efusión de ritmos en la que converge su sólida base de guitarras hacia la mitad del tema, os hará entender el porque de mis palabras.
Con un tempo algo mas calmado y predominando las sonoridades de cuerda, ‘Réquiem’ nos transporta a los inicios de Toundra, otorgando al oyente un pequeño respiro para encarar la recta final del disco. ‘Marte (Mars)’, nos devuelve la voracidad de la batería y los riffs mas marcados, para con ‘Lilim’ y ‘Espirita’, vivir dos momentos inolvidables colmados de sentimiento, emoción y una voracidad de ritmos al alcance de muy pocas mentes. Dar carpetazo a una locura, gestada en la cabeza de cuatro músicos insaciables, y de una manera tan digna e impresionante, me deja sin palabras.
[Rating:9/10]
