¡¡¡TAVASTIA!!! Solo su nombre llena esta página. Meca del rock en Finlandia, pero también en otras partes del mundo, comparable a otro lugar mítico como el Whisky a Go-Go’s de Los Angeles, y uno de los locales más antiguos de Europa en activo.

Bien, pues La Estadea no podía perdérselo, y hasta allí se fue ésta servidora. Pero si todo ésto no era suficiente para visitar el sitio, la ocasión nos brindaba un directo con una de las bandas que más está dando de que hablar últimamente, hablamos de los fineses Santa Cruz, quienes presentarían esta noche su primer LP, ‘Screaming for Adrenaline‘.

Tras esperar una hora, y situarme bien cerca del escenario a la espera de que diera comienzo el concierto, a las diez de la noche comenzaba a sonar una intro, y Taz (batería), Johnny (guitarra) y Middy (bajo), salían al escenario. Instantes después, todo se quedaba a oscuras y aparecía su frontman: Arttu. En ese momento el lugar comenzó a vibrar con las primeras notas de ‘Screaming for Adrenaline‘, justo lo que el público estaba pidiendo. Antes incluso de que pudiéramos recuperar la respiración, ya nos vimos de nuevo saltando con la canción que les dio fama en su país, y que es otra de las más contundentes, ‘Anthems for the young n’ restless‘.

Tras esta primera sacudida, a la que siguieron temas igual de cañeros y en los que la banda no dejó de saltar, bromear entre ellos y animar desde el escenario, se decantaron por algo que es de agradecer, y que no resulta muy común, un pequeño set acústico. El paréntesis estuvo compuesto de dos canciones: ‘Incomplete‘ y ‘Standing at the Crossroads‘ esta última con un pequeño guiño al flamenco en su intro.

Crónica y fotos de Santa Cruz en el Tavastia, Helsinki
«Si para el final de su espectáculo no te has enamorado de ellos, te ofrecen una versión del ‘Rebel Yell’ de Billy Idol». Fotografía: JessyKiller

En la sala, iluminada por un tenue foco, casi como a la luz de una vela, las voces y guitarras de Arttu y su compañero Johnny, flotaron hasta nosotros, envolviéndonos en un momento mágico que nos dejó hechizados y con la boca abierta.

El grupo nos devolvió a la realidad con ‘Relentless Renegades‘, a la que siguió un buen solo de batería a cargo de Taz Fagerstrom y otros dos potentes temas, entre el que no faltó su actual hit, ‘Aiming High‘. Momentos después abandonaban por primera vez el escenario, mientras el público pedía más.

Y aquí es donde tengo que hacer una ovación al grupo. Porque no sólo saben hacer pasar un buen rato, y que te olvides hasta de donde estás, ya sea esto con trallazos musicales, como con versiones acústicas, o saltando y animando durante todo el concierto y hasta sacándonos una sonrisa. NO. Pueden volver al escenario después de dos horas de concierto, y terminar con algo que te remate de modo definitivo y absoluto. Y es que si para el final de su espectáculo no te has enamorado de ellos, te ofrecen una versión del ‘Rebel Yell‘ de Billy Idol. Resumen de la noche: «VENI, VIDI, VICI».


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