El jueves fue el día de recoger las pulseras e investigar la zona. Descubrimos alguna novedad más de este año: grifos al lado de los pabellones de las duchas (se agradeció de verdad), precios más bajos en la caseta para cargar el móvil, ofertas en las barras a primera hora de la tarde y galletas con la calavera Viña Rock para acompañar un café.
El sol nos acompañó durante toda la mañana y los primeros conciertos de la tarde. Ni una gota de lluvia, pero sí unos esporádicos tornados que se llevaron volando todo tipo de cosas, incluyendo esterillas y alguna tienda mal clavada.
Se comentó que el sonido en el concierto de Leo Jiménez fue bastante malo, pese a que intentaron mejorarlo tras la insistencia del público. Compartió con nosotros buena parte de su último álbum ‘Animal Solitario‘. Riot Propaganda fue el concierto más largo del festival. En dos horas, la agrupación de Habeas Corpus y Los Chicos del Maíz tuvo tiempo para tocar cada grupo por separado y para sus temas conjuntos. El tiempo voló y sin darnos cuenta estábamos en la última canción, ‘Bailaré sobre tu tumba‘ de Siniestro total, cantando a voz en grito.
Los granadinos Hora Zulu sonaron en el escenario Villarrobledo con temas como ‘Tientos‘, ‘Gabinas de Cochero‘ y ‘Mis barranqueras‘. Con Pennywise, uno de los conciertos más esperados de este año, se nos echó la noche encima. La vuelta del cantante original, Jim Lindberg, fue una gran celebración del 25 aniversario de la clásica formación abanderada del hardcore melódico. Recurrieron a temas míticos como ‘Fuck Authority‘, o ‘Stand By Me‘ y, camiseta de Los Ramones en mano, versionaron el ‘Hey ho let’s go‘. Cerraron el concierto con el himno ‘Bro Hymn‘, coreándolo a pleno pulmón ningún fan quedó decepcionado.
El de los navarros Berri Txarrak fue un concierto bastante sorprendente, y con temas fuera de lo esperado. Hacía tiempo que no escuchábamos ‘Biziraun‘ en una de sus actuaciones, hicieron uso del catalán con ‘Sols el poble salva el poble‘, del conocido disco ‘Jaio.Musika.Hil‘ tocaron temas como ‘Oreka‘, y no faltó un guiño a su nuevo trabajo al sonar ‘Haria‘. Ya en los bises se despidieron con ‘Denak ez du balio‘.
Cambiamos de escenario para ver a unos habituales del Viña. Boikot se presentaban como unos de los más veteranos, al ser esta su actuación número doce en el festival. Nos deleitaron con piezas que se están convirtiendo en verdaderos himnos como: ‘Hasta siempre‘, ‘Inés‘, ‘Cualquier día‘, ‘Stop censura‘ o ‘Skalasnikov‘, que entre todas consiguieron convertir su actuación en algo memorable.
Llenaron el escenario Ron Legendario los cada vez más conocidos, incluso a nivel internacional, La Pegatina. Resultaba imposible no bailar al ritmo de su rumba catalana. Era su tercera visita consecutiva a Villarrobledo, y cada vez se lo montan mejor. Dejando atrás la pequeña decepción del año pasado, en esta ocasión derrocharon energía, y la conexión con el público fue brutal. Entonaron varios de sus temas más famosos, intercalados con alguna canción de su último trabajo, como ‘Mari Carmen‘, ‘Alosque‘, ‘Lerei‘ o ‘Olivia‘.
Despedimos la jornada subiendo por primera vez al escenario Babilon, para presenciar la actuación de Dremen. Con cinco cantantes y el apoyo de un dj, desarrollaron diversos ritmos electrónicos, dubstep, dancehall, rap… sobre los que impulsaron a su vez mensajes críticos y revolucionarios.
