El viernes nuestra jornada comenzó con Vita Imana como primera parada obligatoria. Los madrileños repetían experiencia en Villarrobledo, pero con el nivel de expectación intacto.
Llegamos tarde a la cita a causa de los atascos de la entrada, los cacheos más exhaustivos que otros años retrasaban el avance de la gente que se concentraba a horas claves. De camino al escenario Villarrobledo, se nos pegó el ritmo de Trashtucada. En su décimo aniversario como grupo gozaron de un numeroso público que no hace más que demostrar el crecimiento de esta banda. Con piezas como ‘Niñato‘ o ‘Penélope‘ nos sentimos tentados de quedarnos, pero eramos conscientes que Vita Imana resulta un espectáculo digno de ver, y su actuación no fue para menos. Un directo explosivo sin demasiadas novedades, puesto que el año pasado ya habían presentado su último trabajo, ‘Uluh‘, pero el sonido que poseen, su percusión… merecen la pena.
Al grito de “¿Estamos preparados para la guerra?” empezó uno de los conciertos más multitudinarios de la noche. Estábamos preparadísimos, no hacía falta más que mirar la explanada, Soziedad Alkoholika desató la locura. Con una puesta en escena en la que supieron superar la ausencia de Roberto (batería) debido a una lesión, las luces rojas acompañaron durante gran parte de una actuación reivindicativa en la que no quedaron impunes la corrupción y la censura. Entre temas míticos como ‘Piedra Contra Tijera‘, ‘Cuando Nada Vale Nada‘, ‘Cienzia Asesina‘, ‘Motxalo‘ o ‘Nos Vimos En Berlín‘, hubo tiempo para recordar la memoria del recién fallecido Jeff Hanneman, guitarrista del grupo Slayer.
La siguiente elección fue una de las más difíciles de este año, Obrint Pas coincidía con Narco, así que nos tuvimos que dividir. La emotividad invadió el concierto de los primeros que han anunciado su retirada tras esta gira. Esos sonidos festivaleros acompañados de la inconfundible dulzaina nos dejaron momentos muy divertidos al son de ‘Som‘ y ‘Seguirem‘. Por su parte, los andaluces Narco habían reunido a un imponente número de seguidores en las inmediaciones del escenario Villarrobledo. Alternaron temas de su nuevo disco, ‘Versiones Para No Dormir‘, con temas más conocidos como ‘Kolicotrón‘, ‘Siempre Enmarronao‘, ‘Tu Dios De Madera‘, ‘La rave del infierno‘ o ‘Vizco‘ dejándose una joyita para el final, ‘La Hermandad de los Muertos‘.
La nota clásica de la noche la puso El Drogas desde su espectáculo teatral. No faltaron piezas míticas de Barricada que hicieron las delicias de los más nostálgicos pero, sinceramente, quizás sea momento de sacar algo nuevo. Abrieron la actuación con ‘La Silla Eléctrica‘ pero nada sonó como antes y la descoordinación hizo su aparición en varios momentos. Fue un concierto pasable, aprobado gracias a las letras que todos conocíamos: ‘No hay tregua‘, ‘Blanco y Negro‘…
Hicimos una pausa mientras se alternaba el punk británico de los excéntricos The Toy Dolls con el heavy-power de los asturianos Warcry, que reunieron a su propia legión de fieles. Retomamos la noche con Segismundo Toxicómano, era mala hora y el recinto ya se empezaba a vaciar, pero los vascos hicieron que mereciese la pena. Sonaron muy bien, y la conexión con el público hizo que olvidásemos las multitudes y nos sintiésemos como en casa. Coreamos con entusiasmo ‘Odio‘, ‘Las Drogas‘, ‘Hoy Como Ayer‘ o ‘Contra El Muro’ hasta que, sin darnos cuenta, llegó el turno de Talco. Una fiesta, un descontrol, un ska continuo en la presentación de su nuevo disco ‘Gran Gala‘. Podríamos resumir la actuación en un gran gracias por tanta diversión. Finalmente, cerramos la noche con un tributo a Extremoduro de mano de Iros Todos A Tomar Por Culo. Mañana última noche, ¡habrá que darlo todo!
