La cara más ingrata de la fama, es, sin duda, el reconocimiento soterrado, que por no ser, al final no es ni reconocimiento, ni tan siquiera mención. Bruce podría haber sido Paul Gilbert, pero fue Bruce Bouillet y en esa ecuación de bella y bestia, a él le tocó llevar colmillos y agitar el rabo. Lo bueno es que, a pesar de todo, supo ganar un Grammy en su faceta alternativa como productor y a tenor de lo que publica en estas fechas, ha conseguido hacer lo que le da la gana, sin tener que cambiarse de nombre ni apellidos.
Bruce Bouillet es un guitarrista apodado con el seudónimo de “Einstein”. Por algo será. Original de Memphis, tuvo el privilegio y también el talento de acompañar a Paul Gilbert junto a su banda más metálica y desconocida para las nuevas generaciones: Racer X, con la que participó en el trabajo ‘Second Heat‘ y los maravillosos directos ‘Live Extreme‘ volúmenes 1 y 2. Quizá en estos discos desarrolló de forma más acuciada su pasión por el shred, posiblemente porque fueron sus dos primeros discos de estudio (hablamos de finales de los 80). El caso es que después de su colaboración con Gilbert, The Scream, DC-10, Epidemic y Asia (con John Payne) –con los que sigue colaborando-, cae en la cuenta, a partir del 2007, que lo suyo era sacar discos en solitario, material que iría compaginando con su trabajo de productor en estudio y con el que consiguió ganar un Grammy junto a Bob Kulick en el año 2005.
Y ciñéndonos al trabajo en cuestión, es indudable que Bruce ha tratado de trazar claramente con este disco una nueva visión del shred actual, ese que en décadas pasadas fue ampliamente explorado y finalmente quemando por guitarristas como Michael Angelo Batio, Gilbert, Malmsteen, Morse, etc.
Su propuesta es simple, pero efectiva, y realmente consigue lavarle la cara a esta vertiente guitarrística inspiradora de tantos jóvenes y no tan jóvenes. El trabajo es una obra conceptual basado en una historia guiada en la realidad socio-política que rige el planeta en estos tiempos, una especie de guía de los secretos mejor guardados por políticos, banqueros y demás entidades autoritarias en su proceso de control de las masas. Al margen de la intención como concepto, el disco es entretenido, lleno de canciones emocionantes y obligadamente bien ejecutadas.
Tracklist de ‘The Order Of Control’:
01. ‘Blind As We Watched’
02. ‘Unstopable’
03. ‘A Two Minute Warning’
04. ‘Deafenings’
05. ‘Giving Up The Ghost’
06. ‘Harvest Of Souls’
07. ‘The Manipulators’
08. ‘Crowd Control’
09. ‘Integrated Seperated’
10. ‘Natural Selection’
11. ‘The Takedown’
12. ‘Final’
13. ‘Akiko’
