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Covent Garden Ladies de Hallie Rubenhold

“En la patriarcal Inglaterra, donde las mujeres existían para servir a los hombres, se necesitaban prostitutas tanto como las fieles y fértiles esposas, como las hacendosas e inocentes hijas y como las generosas y amantes madres. La prostituta representaba el lado inaceptable de la feminidad, todo lo que las mujeres no podían ser o tener: la sexualidad, la vulgaridad, la avaricia, y la animalidad”, explica la autora en la página 326.

Como se deduce por la cita, las damas de Covent Garden a las que se refiere el título del libro son las prostitutas que ejercían en dicha zona de Londres. De manera ágil y seductora, Hallie Rubenhold ilustra las historias de tres antihéroes–el chulo John Harris, la prostituta Charlotte Hayes y el escritor Samuel Derrick-. No escatima en detalles sobre el funcionamiento del negocio, parte de ellos extraídos de la polémica guía La Lista de Harris, -sobre prostitutas y sus especialidades-, que se publicó durante 38 años, convenientemente actualizada. La Lista de Harris ha sido extractada y reeditada por Rubenhold, por lo que no nos extenderemos en ella más de lo necesario.

En su anterior publicación, Lady Worshley’s Whim –sobre un escandaloso divorcio de nobles en el XVIII- la escritora e historiadora británica ya nos atrapó con su apasionante narrativa y recopilación de datos, y una no puede sino que imaginarse una película de época protagonizada por Keira Knightley, llena de carácter y de emociones.

Viajamos al submundo de Londres del XVIII y nos identificamos con personajes a los que describe por sus actos, y que presenta en las situaciones difíciles de su estrato social y cómo las salvan ellos, personajes que han existido.

«Un prodigioso documento sobre la historia privada del XVIII que nos recuerda que no nos diferenciamos tanto de nuestros antepasados»

John Harris es un chulo orgulloso de su profesión, que practica las tretas comunes para retener a sus trabajadoras, y con una mente para los negocios que le permite destacar. Charlotte Hayes es una prostituta de lujo, criada en un burdel, que aprende de los errores de su juventud y acaba siendo una exclusiva madame. Samuel Derrick es un aspirante a poeta amante de los vicios que alcanza la fama por su descripción de los marginados y la edición de La Lista de Harris, dirigida a satisfacer las necesidades sensuales de las clases altas.

Un prodigioso documento sobre la historia privada del XVIII que nos recuerda que no nos diferenciamos tanto de nuestros antepasados y que no inventamos tanto, si no que nos diferencian los nombres y se van adaptando a los gustos. Por ejemplo, entonces existían las «posture girls», antecedentes de las «lap dancers», que se exhibían desnudas en las tabernas y posaban sugestivamente en las mesas; y loa métodos para captar y retener a las prostitutas, como engañar a chicas de baja extracción con anuncios en la prensa, en los que se buscaban criadas o cobrarlas por mantenerlas en buen estado –comprarles vestidos, perfume, etc- para el ejercicio de su profesión, no difieren tanto de lo que conocemos.

En la Lista de Harris, a la que nos referiremos brevemente, se dividía a las chicas por categorías como las hermanas, las especialistas en sexo oral, las especialistas en sexo anal, las bisexuales, las que tienen enfermedades venéreas, las alcohólicas, las jovencitas, las nacionalidades o las que admitían peticiones especiales.

Un libro apasionante contemplado como novela o como fuente histórica, una de esas joyas que puede pasar desapercibida, que indaga tanto en el carácter de los personajes como en el de los ambientes, tan rico como una novela de Jane Austen, pero mucho más digestivo.

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