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Scorpions con Steel Panther en el Palacio Vistalegre de Madrid

Rondaban las dos de la tarde cuando llegamos a las inmediaciones del recinto y ya pudimos observar una gran cantidad de gente, que venidas desde distintas partes de España, y algunos desde el extranjero, esperaban pacientemente, y desde bien temprano, en las colas que ya se iban formando.

A diferencia del día anterior, ambas filas estaban indicadas y perfectamente separadas por una valla en la que se podía leer un cartel indicando “grada” y “pista”, por lo cual no hubo problemas para encontrar nuestro sitio. Poco a poco las colas iban haciéndose más largas, sobre todo las de grada.

A las siete en punto, las puertas del Palacio de Vistalegre de Madrid se abrieron y fuimos entrando poco a poco las doce mil personas que habíamos tenido la suerte de conseguir entrada. Recordemos que las entradas, que salieron a la venta en octubre, se agotaron en el tiempo récord de dos horas la de pista y menos de una semana las de grada. No fue difícil conseguir un buen sitio en el recinto, debido a que el escenario ocupaba casi todo el ancho de la circunferencia de la, en otros tiempos, plaza de toros. A destacar el hecho de que esta vez añadieron a su escenario una pasarela que llegaba a la mitad del recinto, lo cual reducía la posibilidad de admitir más público en pista, a la vez que aumentaba la posibilidad de poder estar más cerca de la banda. Gradualmente, cada cual fue ocupando su sitio, y de esta forma también fuimos observando desde la pista cómo se iba llenando la grada. Impresionante la visión desde abajo al ver el lleno absoluto del Palacio de Vistalegre (que se consiguió una vez que Steel Panther estaban acabando de tocar; la cola para grada parecía interminable y se tardó bastante en entrar).

«Teloneando a una banda de la talla de Scorpions, [Steel Panther] deberían haber aprovechado para lucirse más»

Alrededor de las ocho apareció en el escenario el grupo telonero. Unos Steel Panther haciendo homenaje al más puro glam rock de los ochenta, usando la parodia como bandera tanto en estética como en las letras de sus provocativas canciones. Ahí pudimos ver a su bajista Lexxi Foxxx poniendo morritos, posando, e incluso maquillándose a momentos en un tocador habilitado para tal fin a su derecha. Fueron muchos los espectadores que no sólo acudían por ver al grupo principal de la noche, y así quedó reflejado en la respuesta que dieron hacia los teloneros, cantando y disfrutando realmente del espectáculo; un divertido show que pareció hacerse demasiado corto (apenas cuarenta minutos), y en el que echamos de menos más temas que podían haber sustituido el exceso de charla de su cantante Michael Starr. No somos pocos los que pensamos que, habiendo tenido la oportunidad de telonear a una banda de la talla de Scorpions, deberían haber aprovechado para lucirse más (musicalmente hablando, por supuesto, ya que en lo referente a poses, se lucieron bien).


SCORPIONS

Una vez los teloneros hubieron acabado, era turno de los cabeza de cartel, que tras seis años desde su última visita, salían a escena abriendo el espectáculo con ‘Sting in the Tail’, la cual da nombre a su último disco de estudio.

Fotos de Scorpions con Steel Panther en Madrid
«Pese a la edad, Scorpions siguen estando en plena forma, y aunque algunos echen en falta aquellas pirámides humanas de años atrás, es una banda que siguen deleitando a su público en cada actuación». Fotografía: Inma Rockdríguez

Lo más llamativo fue sin duda ver a James Kottak sobre una plataforma hidráulica suspendida a varios metros sobre el escenario mientras tocaba su batería. Sin hacer pausa alguna, continuaron con ‘Make it real‘, con la que pudimos comprobar que la banda sigue interpretando a la perfección temas clásicos.

El saludo de Klaus a la audiencia se basó en preguntar si había alguien ahí para poder enlazar ‘Is there anybody there?‘ consiguiendo así sosegar un poco a la audiencia con este tema más lento. A continuación sonaban los conocidos acordes de ‘The Zoo‘ y la emoción volvió a subir en el Palacio. Las pantallas LED que llevaban mostraban continuamente imágenes con el título de la canción. Enlazada con ésta, llegó el tema instrumental por antonomasia de la banda ‘Coast to Coast‘. Impresionante como siempre la complicidad y coordinación de todos los miembros durante la interpretación de este tema. ‘Loving you Sunday morning‘ volvió a templar a la audiencia con su ritmo más calmado, pero siempre efectivo. Con ‘The best is yet to come‘, sin duda unas de las mejores del ‘Sting in the Tail‘, nos transmitieron la importancia de ser optimista de cara al futuro frente a las dificultades.

Una silla en el centro de la pasarela indicaba que la cosa iba a volverse más tranquila, y efectivamente, fue el turno para ‘Send me an angel‘. Preciosa la voz de Klaus, que se aprecia en pleno en temas como éste. Aprovechando el final de la anterior, unieron con la esperada ‘Holiday‘ en la que hicieron al público partícipe mientras Klaus nos animaba a repetir lo que él iba entonando. Tras estos temas más tranquilos, llegaba el turno de otro sacado también de su último disco, ‘Raised on Rock‘, tema que recuerda en momentos a ‘Rock you like a hurricane‘. Siguieron ‘Tease me, please me‘ y ‘Hit between the eyes‘, ambas del disco ‘Crazy World‘. Al terminar éstas, la banda se retiró para que Kottak tuviera su momento de gloria, que, aunque a algunos llegó a ser pesado y aburrido, a otros nos divirtió. Mientras James tocaba la batería, allá en las alturas sobre su plataforma que volvió a subir para la ocasión, en las pantallas iba reproduciéndose una película en la que él era el protagonista dando vida a las portadas de los distintos discos de Scorpions a lo largo del tiempo, terminando con una escena en la que se representaba la carátula de ‘Blackout’.

«Tras haber estado despidiéndose durante más de tres años, los alemanes volvieron a ofrecernos su supuesta ‘última picadura'»

Fotos de Scorpions con Steel Panther en Madrid.
Fotos de Scorpions con Steel Panther en Madrid. Fotografía: Inma Rockdríguez

De seguido entró la banda al completo y vimos a Rudolph embutido en una colorida camiseta de licra y encarnando al personaje de la portada de su álbum «Blackout», por lo que no hubo duda de cuál sería la canción a interpretar. Magnífica, en una palabra. Rudolph increíble, corriendo de un lado para otro en el escenario con una guitarra que iba disparando humo durante toda la canción a través de un tubo. Después llegó el momento de lucimiento de Matthias Jabs con su ‘Six String Sting‘, otro tema instrumental que para muchos sobraba en este set list, aunque interpretada con indudable maestría por este genio de las seis cuerdas. Ésta dio paso a la esperadísima ‘Big City Nights‘, que volvió a encender al público coreándola. Al finalizar, la banda se retiró para volver momentos después con las dos baladas exponenciales de la historia de Scorpions: ‘Still loving you‘ y ‘Wind of Change‘, las cuáles nunca faltan en su repertorio y que, aunque las hayamos escuchado hasta la saciedad, en directo es un gustazo disfrutar de ellas. Debo destacar que la calidad de la acústica en el recinto fue muy buena; mucho mejor de lo que esperaba tras haber asistido a varios conciertos allí y haber comprobado que el sonido normalmente suele ser mediocre. Cuando el himno pacífico acabó, la banda se despidió del público tirando púas y baquetas. Todo parecía haber acabado cuando se retiraron, pero al cabo de un momento aparecieron guitarras en mano para sorpresa de la audiencia. El tema elegido para cerrar el show no podría ser otro que la emotiva ‘When the smoke is going down‘, del año 82, la cuál fue la única que marcó la diferencia con el set list de la noche anterior, que fue calcado a éste, algo que llegó a decepcionar a algunos de los fans que acudieron a ambas citas y esperaban set lists diferentes.

Tras esto, definitivamente dijeron adiós a la audiencia española, la cuál se quedó con la satisfacción de haber disfrutado de un gran espectáculo de rock en mayúscula, en el que no sobró ningún tema, pero faltaron muchos. Echamos de menos temas como ‘Dynamite‘, ‘No one like you‘, ‘In trance‘, ‘Bad Boys running wild‘ o ‘Coming home‘, pero es lógico que en dos horas no sea posible incluir tantos como hubiéramos querido y que para poder tocar temas nuevos, hay que prescindir de otros que anteriormente eran considerados obligatorios.

Y así, los alemanes volvieron a ofrecernos su supuesta “última picadura”. Decimos “supuesta”, porque tras haber estado despidiéndose de los escenarios durante más de tres años, aún existe la duda de que vayan a abandonar. Se habla de una retirada en el sentido de que ya no harán giras demasiado largas, sino que se lo tomarán con más calma a partir de ahora, tal como dijo el propio Rudolph Schenker cuando anunciaron la gira de despedida, expresando que sacarían nuevos proyectos y material existente en distintos formatos. Es algo que ha hecho pensar que todo lo referente a su anuncio de retirada es pura estrategia de márketing. De hecho, desde entonces, han conseguido congregar a más gente en sus conciertos y han conseguido aumentar relativamente su popularidad de los últimos tiempos. Estrategia o no, el hecho de que no se trate de una retirada definitiva hace que los admiradores de la banda sigamos teniendo esperanza de volver a verlos en directo.

«Scorpions siguen deleitando en cada actuación, demostrando dejarse la piel, derrochando energía y sabiéndola transmitir a los que allí se congregan para disfrutar de su música»

Fotos de Scorpions con Steel Panther en Madrid
Sin duda alguna, Scorpions es un claro ejemplo de unidad entre miembros, algo que transmiten en sus actuaciones. Fotografía: Inma Rockdríguez

Sin duda alguna, Scorpions es un claro ejemplo de unidad entre miembros, algo que transmiten en sus actuaciones. Pese a la edad, siguen estando en plena forma, y aunque algunos echen en falta las locuras guitarreras de Rudolph o aquellas pirámides humanas de años atrás, es una banda que siguen deleitando a su público en cada actuación, demostrando dejarse la piel, derrochando energía y sabiéndola transmitir a los que allí se congregan para disfrutar de su música, uniendo generaciones de padres, hijos y abuelos, porque de lo que podemos estar seguros es que Scorpions son una gran banda creadora de temas imperecederos. ¿Cómo una banda como ellos pueden decir “adiós” demostrando que están en plena forma, con conciertos como los que pudimos vivir el pasado fin de semana? Imposible… Con shows como los pasados nos hacen creer justo lo contrario, que “lo mejor está aún por llegar” (“The best is yet to come”). Quién sabe si en realidad el título de su canción no es un mensaje subliminal… Personalmente, me niego a creer que lo dejen. Ojalá tengamos Scorpions por muchos años más.