Gran tarde/noche de power metal la que vivimos el pasado viernes 4 de abril en Madrid. Gamma Ray aterrizaban para presentar su recién estrenado álbum ‘Empire of The Undead‘, acompañados en esta gira por Rhapsody Of Fire.
Los aledaños de la sala Shôko estaban repletos de gente que aguardaban por la apertura de puertas desde temprana hora de la tarde, aunque no se abrirían hasta las 19:30h, hecho que repercutió en que muchos se perdieran parte del concierto de Rhapsody debido a sus largas colas para entrar, ya que el concierto comenzó quince minutos antes de lo previsto.
Nos resulta extraño y poco común que un grupo como Rhapsody Of Fire sean teloneros, a pesar de su breve actuación, supieron aprovecharla y nos presentaron un gran concierto. Tras la pregrabada ‘Vis Divina‘, abrieron con ‘Rising From Tragic Flames‘, uno de los pocos temas nuevos que sonaron, recordemos que hace unos meses lanzaron su décimo álbum de estudio, titulado ‘Dark Wings Of Steel‘, que esperamos disfrutar de un show más completo en alguna próxima visita.
Tiraron de temas clásicos como ‘Land of Immortals‘ y ‘Unholy Warcry‘, ésta última dedicada a la ‘legenda’ de su narrador – el actor Christopher Lee – y con la ausencia de la guitarra de Roberto de Micheli (debido a problemas técnicos) pero que no alteró el ritmo del concierto. Continuaron con la nueva ‘Dark Wings of Steel’ seguida de un espectacular ‘Lamento Eroico‘ con el que realmente nos emocionaron, con una espléndida voz de tenor. El gran papel de Fabio Lione como frontman deja a sus compañeros en un segundo lugar, quizás algo estáticos, debido en parte a las pequeñas dimensiones del escenario.
Mención especial para el trabajo de Fabio con sus cambiantes registros vocales, quien desplegó una voz potente y virtuosa
Antes de los bises sonó un coreado ‘Holy Thunderforce‘, con un exceso de acordes y trompetas pregrabadas; y es que si tuviéramos que añadir algún punto negativo a su actuación sería el abuso de sintonías con esta caractaterística. Llegado el punto final no podían faltar temas clásicos como ‘Dawn of Victory‘ – coreando su ‘Gloria… gloria perpetua’ toda la sala – y la fulminante ‘Emerald Sword‘, dejándonos a todos con un gran sabor de boca.
Mención especial para el trabajo de Fabio con sus cambiantes registros vocales, quien desplegó una voz potente y virtuosa, siendo un placer disfrutar en directo de una de las mejores voces del metal sinfónico. En cuanto al resto de la banda, estuvieron correctos, quizás algo parados y poco expresivos, sustituir a Luca Turilli a la guitarra quizá no sea una tarea fácil para Roberto de Micheli, sobre todo en sus comparaciones para los fans más acérrimos, la partida de Turilli ha dejado como único miembro fundador de la banda al teclista Alex Staropoli. Contundentes son los hermanos Holzwarth, al bajo y batería. Todo ello se resume en una excelente actuación que nos brindaron los italianos.
GAMMA RAY
Con las pilas cargadas y con ganas de más, Rhapsody nos dejaron para dar el relevo a los cabezas de cartel de la noche, los alemanes Gamma Ray volvían a nuestro país, esta vez para presentar nuevo trabajo – ‘Empire of The Undead‘ – recién editado. Si bien en la gira anterior junto con Helloween en su ‘Hellish Rock Tour II’ tuvieron una actuación mediocre, esta vez cumplieron con creces las expectativas, y nos brindaron un auténtico show plagado de energía y motivación.
El escenario mostraba la bestia en portada de dicho lanzamiento, y pasadas las 21:15h, el tema ‘Bad Reputation’ de Joan Jett nos daba el comienzo del concierto; seguiría la música pregrabada de ‘Welcome‘ y comenzaron con ‘Avalon‘, su tema más extenso y que en directo supone un tramo de más de diez minutos, pero con una muy buena acogida. Continuaron con el clásico ‘Heaven Can Wait‘ donde el público enloqueció, y ‘Hellbent‘, otro corte de su nuevo álbum y que queda genial y potente en directo -y que nos recuerda a los Judas-.
Rescataron ‘Tribute to the Past‘ de su ‘Insanity and Genius’ del 93, que tanto complace a los fans, pero lo que realmente gustó fue lo que llegaría después, el ‘I Want Out‘ de Kai en su etapa con Helloween; la gente enloqueció a gritos, y se concentró en el centro de la sala un ‘círculo de la muerte’ que se repetiría en varias ocasiones.
«El momento cumbre llegó al desgranar tres de sus temas estrella, procedentes de su álbum ‘Land of the Free’: ‘Rebellion in Dreamland’, ‘Land of the Free’ y ‘Man on a Mission'»
Siguieron un par de temas nuevos, la pegadiza ‘Pale Rider‘ y la balada por excelencia, la preciosa ‘Time for Deliverance‘, con guiños e influencia de Queen, tal como nos comentó Dirk en la entrevista que mantuvimos momentos antes del concierto. Tras el sosiego creado en la balada, la banda se retiraba para dar paso a un largo solo de batería de Michael Ehré, -muy integrado en la banda- que a mi parecer fue demasiado extenso, y el cual fue seguido de un pequeño solo de Dirk al bajo, con el que éste aprovecha para presentar en su chapurreo de español el siguiente tema ‘Blood Religion‘, el cual alargaron motivándonos a cantar el estribillo.
El momento cumbre llegó al desgranar tres de sus temas estrella, procedentes de su ‘Land of the Free’: ‘Rebellion in Dreamland‘, ‘Land of the Free‘ y ‘Man on a Mission‘, que sonaron contundentes e hicieron al público más fiel disfrutar al máximo. Tras una breve despedida de rigor, aparecieron para comunicarnos que les quedaban sólo dos minutos en el escenario -tienen el tiempo contado ya que la sala abre como discoteca en cuanto termina el concierto-, para los bises nos dejaron con ‘To the Metal‘, que tan bien les queda en los directos, para finalizar a lo grande con el clásico, ‘Send Me A Sign‘, coreado por todos.
Una actuación de casi dos horas en la que pudimos apreciar la muy buena armonía en la banda, simpáticos y comunicativos, expresando alegría y felicidad por doquier, y un inmenso compañerismo, sobre todo entre Kai y Dirk, a los que incluso pudimos ver haciéndose bromas y empujándose a mitad del ‘I Want Out’. Un Henjo excelente a la guitarra, el que no dejó de mostrar su sonrisa durante todo el show, y un muy buen acogido Michael Ehré a la batería, tras la partida de Dan hace más de un año.
Si bien hubiera que añadir algún aspecto negativo, fue la justita voz de Kai, el corto setlist calcado que están interpretando en esta gira en todas las ciudades y, sobre todo, -y esto no va por ellos- la sala se quedó corta para este show, demasiada gente para una sala tan pequeña, aunque el sonido fue aceptable hubo momentos en los que no se escuchaba bien, y la mala iluminación que empeoraba con el humo –pesadilla de los fotógrafos-, aunque algo mejor que en otras ocasiones, alternando colores y cambiando de color el logo del escenario. En definitiva, Gamma Ray nos brindó una excelente actuación, dejándonos con un buen sabor de boca y con ganas de volver a verlos pronto.