Que la relación entre el heavy metal y los sectores más ultras del catolicismo americano no es buena es algo de sobras conocido. Pero el último capítulo de esta extraña historia de desamor merece especial atención. Y es que desde la oficina del congresista Bryan McClausky informan de que un reverendo de la Iglesia Presbiteriana del Condado de Jefferson (Alabama) ha solicitado formalmente que se eleve una propuesta al congreso de los EEUU para la prohibición de la música de los progresivos neoyorkinos Dream Theater. El motivo es que, en su opinión, es una música que incita al onanismo y la masturbación.
Diversos medios se pusieron en contacto con la congregación, que no tuvo problema en explicar el origen de tan singular petición. Al parecer, en las clases de catequesis que se imparten en la iglesia del Reverendo Thompson, uno de los chavales se encarga de tocar la guitarra. Según dice su atribulada catequista, «al parecer en una pausa de la clase, Tomy se puso a tocar una ‘música’ que había aprendido en internet. De pronto sus dedos comenzaron a moverse tan rápido por el mástil, que sus compañeras comenzaron a sonrojarse y a gritar».
Para agravar la situación, justo en el momento en que la profesora entraba en el aula,
Tomy realizó varios slides seguidos por todo el mástil. La propia catequista ilustró así el movimiento. «Fue horrible. Dos muchachas se desmayaron y yo casi me meo del susto». Rápidamente los hechos se pusieron en conocimiento del pastor, quien tras dos baños en agua bendita, consiguió que el joven confesara el origen de tan perturbadores movimientos. «Confiamos en que nuestro congresista entienda el problema y actúe con firmeza contra esta música del diablo».
Preguntado sobre el contenido de la petición, el congresista evitó hacer declaraciones, y solo realizó este gesto.
