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El Resurrection Fest alcanza los dos dígitos de vida batiendo records personales

Texto/Fotografías: Mike

Este pasado fin de semana tuvo lugar la décima edición del ya totalmente instaurado Resurrection Fest. Miles de aficionados se desplazaron hasta la frondosa localidad lucense de Viveiro para disfrutar del que ya se ha convertido en uno de los festivales con mayor afluencia de nuestra península. Fundando sobre los cimientos del hardcore, aunque aglutinando cada vez más estilos distintos, el «resu» no necesita mucha más presentación.

Tal como reza el título del artículo, este año celebraban su décimo aniversario, motivo por el cual no escatimaron en esfuerzos a la hora de ofrecer un cartel lo más potente posible. Guardando ciertas similitudes con el Hellfest francés, hasta La Mariña se desplazaron desde formaciones legendarias como Motörhead, hasta estandartes del nu-metal (Korn), o algunos de los nombres más destacados del black y el death, todo eso sin contar la habitual relación de bandas afincadas al punk/hardcore.

Con una afluencia que la organización ha cifrado en 54.572 personas, la mayor de su historia, el evento de este año también ha contado con un día más de actuaciones, a modo de pre-party, y donde se pudo ver de forma gratuita a bandas de una larga trayectoria como Biohazard o Pro-Pain junto a nombres en alza de nuestra escena nacional como: Killus, Mutant Squad o Bastards On Parade. Otra novedad de este año fueron las entradas «Pandemonium«, un ticket un poco más caro que el abono normal (45€ + el abono de 3 días), pero que garantizaba el acceso a una zona situada en un lateral del escenario principal, y desde la cual se podían ver las actuaciones del susodicho Main Stage en una plataforma elevada, así como acceder a baños, descansar en un espacio «chill-out», visitar un showroom de Gibson, o adquirir bebidas/comida en distintos puestos también dentro de esa misma zona. Otras partes del recinto incluían un gran puesto de merchandising oficial, varios stands de sponsors como Spotify, Vans, Monster o Jägermeister, y en todas ellas se fueron produciendo distintas actividades durante todo el fin de semana en paralelo a las actuaciones. De estas zonas cabe destacar la estructura que montaron para exhibiciones de trial en el caso de Monster, el parque de Skate situado en frente al más pequeño de los tres escenarios, o el solicitado salón de peluquería que no paró de rapar nucas en todo el fin de semana. Un poco más apartado de la onda sónica estarían los habituales puestos de comida y mercadillo. Llamativa fue también la iniciativa que crearon bajo el nombre de ResuKids, una serie de talleres y actividades orientadas a que los más pequeños también pudieran disfrutar supervisados del ambiente.

Entrada principal del Resurrection Fest
Ambiente de la entrada principal al Resurrection Fest durante la tarde del sábado

Con relación a los conciertos, el cartel se dividiría en tres escenarios, el principal: RF Main Stage, el mediano: Chaos Stage y la carpa: Ritual Stage, este año algo más separada de la campiña. Por motivos de trabajo no pudimos llegar hasta el viernes a las 19:00, así que nuestra entrada al recinto no se vio afectada por ninguna cola, ni tampoco excesivos problemas de tráfico para llegar hasta las inmediaciones del festival. El primer concierto que veríamos sería el de los suecos Backyard Babies, aunque al igual que sucedió cuando los vi en el Hellfest, me encontré con un grupo a medio gas y por momentos hasta desorientado. Con el crossover de los americanos D.R.I. de fondo aprovechamos para reconocer un poco más el nuevo recinto y canjear algo de dinero por el vaso reglamentario (1€ el de tamaño pequeño) y «tokens» (2.5€ vaso pequeño / 7.5€ litro). Rondando las 21:00 las ganas por ver al grupo de Lemmy Kilmister se palpaban en el ambiente, y nos fuimos hasta la zona Pandemonium para comprobar como se veían los conciertos desde allí. Ya encaramado en la plataforma, lo cierto es que para actuaciones un poco grandes había que acercarse con algo de tiempo si querías pillar barandilla, sino con mi metro sesenta pelado solo veía chepas, y si encima te tocaban delante los tres de Kadavar ni te cuento. Algunos optaban por sentarse en el suelo y dejar las piernas colgando, algo que una vez allí arriba parecía bastante cómodo. Pero bueno, con Motörhead ya en acción, y aunque el escenario quedaba un poco escorado, los conciertos se podían disfrutar bastante bien si no te apetecía pisar pista. Sobre el trío británico, decir que su mera presencia ya dejaba justificada la asistencia para muchos, y al mismo tiempo proporcionaba la garantía de vivir una grata experiencia, independientemente de los achaques que pueda tener Lemmy, o como se vea esto reflejado en el rendimiento general del grupo.

Aspecto del RF Main Stage durante el concierto de Children of Bodom
Aspecto del RF Main Stage durante el concierto de Children of Bodom

Vistazo rápido a Nuclear Assault y 7 Seconds mientras poníamos rumbo a cenar, aunque para ello optamos por salir del festival, siguiendo así las indicaciones de los propios lugareños, quienes nos recomendaron un par de sitios para tomar algo y desconectar momentáneamente. El siguiente concierto que nos esperaba era el de Children of Bodom, para ello nos fuimos de nuevo hasta la plataforma Pandemonium, desde donde ya se podía ver a una abundante multitud brillando bajo los focos del Main Stage. El concierto de los finldandeses comandados por Alexi Laiho arrancó con algún que otro desajuste de niveles y el traqueteo de ‘Are You Dead Yet?‘. La siempre efectiva ‘Sixpounder‘ prosiguió con el reparto, aunque seguía teniendo la sensación de que faltaba algo para que fuera un show redondo, no obstante, los finlandeses tiraron de repertorio clásico para hacer disfrutar al personal de la mejor forma posible. En octubre/noviembre los tendremos de gira en sala, así que será el momento de calibrar un poco mejor sus constantes vitales. Llegaba el momento del plato fuerte del día, y sin retraso saltaron a escena In Flames con un ‘Only for the Weak‘ de primeras. A este inicio le siguió la novedad de ‘Everything’s Gone‘ y un set bastante variado, donde repasaron sus temas más destacados del ‘Clayman‘ en adelante. Buen sonido y abundantes juegos de iluminación intensificaron la descarga de los suecos, mereciendo destacar la intervención espontánea de uno de los asistentes que casi le busca la jubilación anticipada al señor Fridén. De puro agotamiento tuvimos que recoger los bártulos hasta el día siguiente, dejando en el tintero a los veteranos The Exploited y el tributo a System of a down, Abaixo cu sistema.

El Crowd surfing es una práctica habitual durante las jornadas de "resu"
El Crowd surfing es una práctica habitual durante las jornadas de «resu»

Después de recuperar fuerzas y desayunar con brio en Viveiro, el sábado 18 se presentaba igual de intenso o más que el viernes; con unos superdotados Monuments cuyo virtuosismo dejó boquiabierto al personal del Main Stage, con los valencianos In Mute, que se encuentran en un momento álgido de su carrera, y cuyo impactante show – con la feroz Estefanía García al frente – dejó patente que a su propuesta death metalera les aguardan grandes cosas. Atención al wall of death que conseguimos grabar gracias a la buena mano de Gutier Rolán, y que sucedía mientras a pocos metros estaba repartiendo también el acorazado pamplonés Dawn of the Maya. Justo después regresamos hasta la plataforma Pandemonium para ver con algo de ángulo las clásicas escenas de mosh bravío que desembocaron en el centro del Main Stage gracias al deathcore de los esperados Carnifex. Los ragga-metaleros Skindred eran una de las bandas por las que más curiosidad tenía, aunque antes hicimos una visita al Chaos Stage para presenciar parte del concierto de los instrumentales catalanes Syberia. Llegadas las 18:00, y esta vez sí, nos fuimos hasta las primeras filas del escenario principal para ver de cerca de que eran capaces los galeses liderados por Benji Webbe, y lo que pasó a continuación se puede decir que fue un auténtico fiestón de ritmos directos, brincos y cachondeo en general. Desde las primeras notas de ‘Kill the power‘ la conexión del grupo con el público fue absoluta, y un Benji convertido en showman nos tuvo en su mano hasta el final. ‘Trouble‘ y ‘Nobody‘ fueron dos de los momentos más intensos de un gran concierto, y donde no faltaron vaciles al hit de Macklemore & Ryan Lewis, ‘Thrift Shop‘, riffs de Metallica o un despelote/helicoptero masivo con ‘Warning‘. Parada técnica para coger aliento, y mientras al mismo tiempo los incondicionales de Heaven Shall Burn se preparaban para unos de los circle pit más grandes de la jornada, lo cual compaginamos con el comienzo de Moonspell en el Chaos Stage, bien, aunque el show de los portugueses podría lucir mucho más en otras condiciones, y algo de la celebrada vuelta de Dog Eat Dog. A ello le seguiría la visita del trío canadiense Danko Jones, quienes ofrecieron un show repleto de energía con algunos temas de su nuevo disco como ‘Do You Wanna Rock‘ y ‘Gonna Be A Fight Tonight‘, pero sin olvidarse de sus singles más populares como ‘First Date‘, ‘Full of Regret‘ o ‘Lovercall‘. La anécdota del concierto la protagonizó la camada de los ResuKids, que junto a sus monitores tomaron parte del escenario durante un fragmento del concierto, momento que buena parte del respetable celebró al ritmo de la música con los niños rebotando.

Benji Webbe y sus Skindred fueron sin duda unos de los triunfadores del festival
Benji Webbe y sus Skindred fueron sin duda unos de los triunfadores del festival

El inciso de la noche tendría lugar tras el comienzo de los blackers Dark Funeral en el Chaos Stage, momento que aprovecharíamos para cenar, aunque durante la jornada del sábado era prácticamente imposible encontrar un sitio fuera del recinto para comer algo sentado. Debido al tiempo que tuvimos que esperar, regresamos ya con las primeras notas de ‘Blind‘ sonando en el Main Stage. La presencia de Korn era sin duda uno de los principales alicientes de este X Resurrection Fest, y así se notó desde la tarde, donde se pudieron observar colas gigantescas para su sesión de firmas en la torre Monster. Tal y como estaba previsto, los de Bakersfield construyeron su set en base al contenido integral del emblemático ‘Korn‘ de 1994, esto además pudiendo disfrutar de casi toda la formación original, a excepción de David Silveria (batería) quien salió del grupo hace unos años. Temas como ‘Need To‘, ‘Clown‘ o la festejada ‘Shoots and Ladders‘ se fueron sucediendo para regocijo del personal, que además se llevó de regalo: ‘Falling away from me‘, ‘Here to Stay‘, ‘Freak on a Leash‘ y un espectáculo de fuegos artificiales. Por motivos de logística aquí tuvimos que poner fin a nuestra experiencia dentro del festival, así que lamentablemente nos perdimos a tres de los grandes, cada uno en su estilo: Fear Factory, Behemoth (y la polémica de la bandera) y Satanic Surfers. Al irnos un poco antes también evitamos el embotellamiento que parece ser tuvo lugar el domingo al confluir también el éxodo del festival folk de Ortigueira.

Plataforma dispuesta para los asistentes con entrada Pandemoniun
Plataforma dispuesta para los asistentes con entrada Pandemoniun

Hasta aquí hemos vivido un X Aniversario que se ha correspondido con la edición más grande hasta la fecha en la historia del Resurrection. Desde su departamento de prensa nos han querido destacar la buena impresión que se llevaron los grupos participantes, tanto por su relación con la organización como por las propiedades del lugar, algo que por lo menos con los que pudimos charlar sí se pudo corroborar. Viveiro volvió a recibir una avalancha de visitantes que pasaron ya prácticamente una semana entera disfrutando de la zona y por supuesto la música. En el apartado negativo escuchamos distintas quejas sobre la zona de acampada, pero que no podemos constatar al haber buscado alojamiento por otra parte. Los precios de las bebidas también fueron motivo de conversación, así como el aviso de robos, sobretodo en la primera jornada. Con el tiempo tuvimos la suerte de una buena temperatura día/noche, aunque el viento y el paso de la gente ocasionaban molestas nubes de polvo, incluso para los músicos, debido a las distintas zonas de tierra repartidas por las zonas comunes. El sonido de los grupos que pudimos ver fue bueno en general, aunque evidentemente a mayor magnitud de actuaciones, y disparidad de estilos, también es mayor el número de desajustes que se pueden ocasionar, desluciendo en algunos casos determinadas porciones de directo. No obstante, creo que el balance ha sido positivo, convirtiendo a Viveiro un año más en una cita altamente recomendable para los aficionados a los estilos que maneja el evento.

LO MEJOR

  • Variado y gran cartel con un precio ajustado.
  • Ampliación del recinto y el formato del festival.
  • Buena distribución de los escenarios y buen sonido en general.
  • La opción de acceder a la zona Pandemonium.
  • Renovadas zonas de ocio alternativo como los parques de skate y trial.
  • La iniciativa ResuKids.
  • Al margen de las actuaciones, lo mejor de este festival sigue siendo su ambiente, la gente y el entorno donde se celebra.

LO PEOR

  • Durante todo el fin de semana nos estuvieron avisando de robos.
  • Cambios de última hora en horarios y cartel, pero que no se pueden achacar a la organización.
  • Problemas con horarios y disponibilidad de transporte público.
  • Sonido turbio en determinados conciertos.
  • Elevado precio en las bebidas alcohólicas.
  • Nubes de polvo constantes en determinadas zonas.
  • Fear Factory, The Exploited y Toundra pasadas las 2 de la mañana.

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