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Hellfest 2015: Viernes 19 – Slipknot arrasan la campiña y Mastodon coronan The Valley

Texto/Fotografías: Mike

2015 quedará señalado en nuestra memoria por distintos motivos, que no pasaré a enumerar ahora, pero uno de ellos sin duda será el viaje que organizamos hasta la vecina Francia para asistir al X Aniversario del – cada vez más abarrotado – Hellfest. Tres días seguidos con actuaciones de lujo, y seis escenarios, desde primera hora de la mañana en un paraje idílico, y en esta ocasión con un clima excepcional.

Después de hacer un poco de turismo por Nantes el día anterior, y ver como toda la villa estaba volcada con el festival, nos pusimos en marcha sobre las 12:00 hacia la estación de tren; una vez allí, y dado el carácter estratégico del punto, ya se podía comprobar la fuerte afluencia de público en dirección a Clisson. Cabinas y máquinas para sacar billetes (5€ aprox) con colas, gente haciendo tiempo en los bancos o por el suelo, grupos de fans que iban poco a poco en aumento. Ya en el tren, y aunque se podía notar bien el ambiente festivo, compartimos vagón de lo más tranquilamente con otras personas que iba hacía sus hogares o destinos de trabajo. De hecho el que mostraba más ganas de fiesta era el maquinista.

Ambiente durante el Hellfest 2015
Vista de los dos escenarios principales provistos de tres pantallas, y ambiente durante las primeras horas del Hellfest 2015

Una vez en Clisson la parroquia metalera se agrupó rápidamente en dirección al punto desde el cual salían las «navettes«, o furgo-taxis (2€/persona-trayecto), dispuestas por la organización del festival. Aunque podría parecer una locura hacerse con una, dado que su capacidad era de unos 8 pasajeros, en el sentido de ida no tuvimos ningún problema para montar en la primera rumbo al recinto. El tiempo del traslado se hace relativamente corto, y por la ventanilla se puede observar como la pequeña localidad francesa está completamente invadida por el público asistente. En total, desde la estación de Nantes hasta las puertas del Hellfest, si todo va bien, se puede llegar en algo menos de una hora.

Al ser la primera vez que pisaba el recinto no lo puedo comparar con pasadas ediciones, por lo que pasaré a relatar ya la primera jornada. Lo primero fue retirar nuestras acreditaciones en una carpa dispuesta junto a la entrada principal. Desde ahí pudimos bordear las taquillas para acceder ya al parque donde estaban ubicados los dos escenarios principales. Sobre uno de ellos iban a comenzar su actuación The Quireboys, por lo que en lugar de inspeccionar la zona, me apresuré para ponerme a la cola de acceso al foso y conseguir las primeras fotografías. Llegados a este punto pasó todo muy deprisa, y la mecánica sería siempre la misma. Una fila de fotógrafos esperando para entrar a partir de la primera canción, y luego pequeños grupos por turnos para que pudiésemos hacer nuestro trabajo sin excesiva aglomeración. A primera vista puede parecer bastante idílico, pero el problema comenzaría con las actuaciones de mayor expectación, ya que las colas de fotógrafos tendían a colapsar contra las propias líneas de público más cercano al escenario, pero bueno, eso es otra historia.

De los Quireboys, que para ser sinceros, y dada la velocidad con la que sucede todo en Hellfest, no tengo mucho recuerdo; se podría decir que tuvieron una considerable cantidad de público, teniendo en cuenta la hora que era, y sobretodo el inmenso calor que ya empezaba a caernos encima. La mayoría de gente buscaba algo de sombra (escasa), o se arremolinaba en las gigantescas colas que se formaron el primer día para comprar su «Cashless«, una tarjeta que luego serviría para canjear bebida/comida en los puntos indicados. Otros preferían pasear por el recinto para examinarlo, tomar su primer cacharro o simplemente tumbarse en la hierba (que según parece era una novedad).

Godsmack presentaron su más reciente trabajo, '1000hp'
Godsmack presentaron su más reciente trabajo, ‘1000hp’

El siguiente grupo que vería fueron Godsmack, la formación americana regresaba a los escenarios con nuevo disco, y ofrecieron un concierto de lo más efectivo. Su público respondió a los estímulos de todos sus componentes, quienes intercalaron sus temas más aclamados con algo de la nueva hornada. Más o menos bueno sonido, y final de fiesta por todo lo alto. Cambio de escenario del 02 al 01, y turno para Billy Idol, quien demostró que a sus casi 60 años está en una forma envidiable. Descargaron una gran selección de clásicos, aunque desde mi punto de vista algunos de los temas se hicieron demasiado largos, y en conjunto esto le pasó factura a nivel de pulso. La siguiente formación sería el acorazado alemán Sodom. Carrera por el prado para ponerme a la cola y hacer las fotos de rigor, mientras nos dejaban con algunos de sus temas más emblemáticos, y Bernd dejaba claro que es uno de los tíos más felices de la tierra.

Rozando las 18:30 la gente no ocultaba las ganas que había de ver a Motörhead, y en ese momento el aspecto del parque ya mostraba una abultada congregación. Sin duda el estado de salud de Lemmy era uno de los temas más comentados, y aunque sonaron en bloque y regalaron un repertorio memorable, los más veteranos comentaban con una mezcla de angustia y reverencia su achacado aspecto.

Dani Filth durante el inicio de su concierto en el escenario orientado al black, The Temple
Dani Filth durante el inicio de su concierto en el escenario orientado al black, The Temple

Mientras Lamb of God hacían lo que mejor saben hacer, que es montar un cristo criminal (aunque desde donde estaba yo sonaba totalmente indescifrable), me iba hasta The Temple (black, folk, pagan) para conseguir alguna foto de Cradle of filth. De esta actuación no puedo decir mucho, porque a tan poca distancia del escenario la bola de ruido mezclada con chillidos que salía de los altavoces era completamente incomprensible para el oído humano, y había que apurar para ver al señor Alice Copper. En este concierto no faltó ninguno de los detalles que lo han convertido en leyenda, y en todo momento se vio disfrutar a todos los músicos con su trabajo. Por desgracia en este festival no hay un minuto de descanso, y si quería fotos de Mastodon tenía que salir de allí volando. Puse rumbo a The Valley (stoner, sludge, psychedelic), y puedo decir que el suyo fue uno de los más destacados del día. Los georgianos están viviendo uno de los momentos más álgidos de su carrera, y eso se notaba perfectamente en el ambiente. Con la caída de las primeras notas, la carpa se cubrió de una densa capa de distorsión, polvo, humo y el aplastante estilo de Sanders y los suyos. Gran afluencia de público, y mi primer tapón gordo para conseguir hacer fotos. El nivel de intensidad de la banda fue subiendo como si no hubiese ningún otro concierto en ese momento, y por su culpa me perdí a Five Finger Death Punch.

Mastadon fueron uno de los grupos más aclamados de la jornada y su concierto no bajó de intensidad en ningún momento
Mastadon fueron uno de los grupos más aclamados de la jornada y su concierto no bajó de intensidad en ningún momento

El último tramo del día lo reservamos para cenar, lo cual se podía convertir en una auténtica odisea debido a las importantes colas de todos los puestos, pero también a las abarrotadas mesas de las distintas zonas dispuestas para dicho menester. Apuramos unos trozos de pizza mientras comenzaban en el Main Stage los Judas, y nos fuimos hacia la zona cero para ver el final de su actuación y coger sitio para Slipknot. De los británicos ya sabéis que no son mi fuerte, así que me concentré más en situarme para ver a los enmascarados, aunque juraría que escuché a Haldford hacer guturales (¿?).

Puntual, y con una enorme expectación, hacía su salida el combo de Iowa. De primeras soltaron ‘Sarcastrophe‘, uno de los temas más salvajes de su último disco, y la campiña voló por los aires. A lo largo de todo el set nos dejaron ver su parafernalia y demencial puesta en escena. La novedad era la incorporación de los nuevos miembros a la batería y al bajo, aunque en ese sentido no hubo nada que objetar. Fueron a asegurar con un colección de himnos como: ‘The Heretic Anthem‘, ‘Psychosocial‘, ‘Wait and Bleed‘, ‘Before I Forget‘ o ‘Duality‘. También sonaron más cosas del Grey Chapter como el single ‘The Devil In I‘, pero sin duda cabe destacar la traca que nos tenían preparada para el final, con un viaje al pasado donde se cascaron: ‘Spit It Out‘, ‘(sic)‘ y ‘Surfacing‘ seguidas (con el numerito de agacharse y brincar durante ‘Spit it out‘ incluido). Corey Taylor, con una gran voz, se mostró comunicativo en todo momento, dirigiéndose incluso al respetable varias veces en francés, y dejaron claro que son una máquina de destrucción masiva, pero de precisión quirúrgica. Abundante pirotecnia también, y colofón para poner fin a nuestra primera jornada en Clisson.

El regreso a Nantes discurrió sin demasiada aglomeración a la salida, y gracias a un gentil contacto que teníamos cerrado con un usuario de BlaBlaCar. Hora de llegada 4:00AM aprox.

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