El último día se presentaba movidito también, tanto por bandas como por el temporal, que de nuevo quiso ser protagonista. Ya desde primera hora, a mitad de concierto de Tankard, empezó a diluviar, aunque paró al cuarto de hora. Sin embargo, eso no impidió a los alemanes más cerveceros dar un auténtico recital de thrash metal de la mano de Gerre y los suyos, que gozaron de un muy buen sonido y realizaron un despliegue excelente de su repertorio, que fue desde ‘Need Money for Beer‘, ‘The Morning After‘ y ‘Zombie Attack‘ hasta canciones de sus últimos álbumes, como ‘R.I.B. (Rest In Beer)‘, ‘A Girl Called Cerveza‘, ‘Rules for Fools‘ y ‘Rapid Fire (A Tyrant’s Elegy)‘, pasando por otras como ‘Metal to Metal‘. Gerre estuvo muy enérgico, como de costumbre, y enseñando sus lorzas (de las cuales parece estar más que orgulloso). También tuvo tiempo para más guasa, sacando a bailar a una de las trabajadoras del Leyendas que estaba en el backstage. El resto del plantel estuvo muy correcto, sobre todo Andy a la guitarra, ejecutando los riffs a la perfección (especialmente los de ‘(Empty) Tankard‘, de mis favoritos de la banda). Aunque la lluvia apareció a mitad de concierto, el ánimo del público no decayó en absoluto, e incluso se originaron mosh pits sobre mojado. Todo un espectáculo.
Conforme cerraban los alemanes, me dirigí raudo y veloz al Mark Reale para ver a In Mute. Los valencianos que ganaron la Wacken Metal Battle en 2014 venían con ganas de demoler todo a su paso tras tocar en el Resurrection Fest, y así lo hicieron. Tanto la cañera Steffi enardeciendo al público a base de guturales y mucha actitud como el resto del plantel (Pejota a la guitarra, Pedro al bajo y Adrián a la batería) sonaron excelentes. La única pega sería el sonido de Cristóbal, el otro guitarrista, que pese a ejecutar unos solos magníficos, no tuvo la tecnología de su parte y no brilló todo lo que pudo. Aún así, se marcaron un auténtico bolazo. De su primer disco, ‘Aeternum‘ tocaron ‘Mar de Dudas‘ y ‘Al Límite‘. Tocaron enteramente su EP ‘One in a Million‘ e incluso les quedó tiempo para sorprendernos con un nuevo tema que tienen pensado incluir en su futuro LP. El título de dicha canción es ‘Disease‘, que sonó muy cañero, con un tinte blackmetalero que le sentó de lujo y le daba un enfoque diferente respecto al resto de canciones en su haber.
De vuelta al escenario principal y con las nubes ya más relajadas, llegaba la hora de Epica. La agrupación holandesa de metal sinfónico tenía el listón bien alto y se pegó un importante batacazo. El micrófono de Simone Simons dejó de funcionar en varias ocasiones, obligando a la banda a tocar únicamente instrumentales. Los problemas persistieron durante todo su bolo, aunque el público se mantuvo fiel y dispuesto a escucharlos y corearlos hasta el final, y es que se mostraron con mucha energía (especialmente el teclista, cambiando del teclado fijo al portátil). Algunas de las canciones que tocaron fueron ‘Sensorium‘ (con muy buena acogida por parte de los fans), ‘Sancta Terra‘, ‘Cry For the Moon‘ y ‘The Essence of Silence‘.
Después de sus múltiples problemas, lo que alargó su actuación unos quince minutos, salía Sodom al ataque con más dosis de thrash metal teutón. Tras Destruction y Tankard, llegaba la hora de la formación de Angelripper. Acompañado de Bernemann a la guitarra y Makka a la batería (tenía muchas ganas de ver a este en directo y no decepcionó en absoluto), dieron un verdadero espectáculo. Abrieron y cerraron con sendos temas de su popular ‘Agent Orange‘: la homónima al empezar y ‘Ausgebombt‘ para cerrar. En medio hubo sitio para ‘City of God‘, ‘Stigmatized‘ y ‘Nuclear Winter‘ (una grata sorpresa, al menos para mí). Incluso el bueno de Tom Angelripper, que demostró seguir muy en forma, escuchó al respetable pedir un wall of death y cambió el orden del setlist para darle al público su tan ansiado tema, que resultó ser ‘Blasphemer‘. Aunque a esas alturas de la tarde volvía a lloviznar ligeramente, no hubo ningún problema y los germanos repartieron a diestro y siniestro.
Ya en horario más ‘prime-time’ llegaba Sôber en su gira del 20º aniversario para gozo de los metaleros más alternativos. La banda madrileña se presentaba como ‘Sôber-Savia-Skizoo‘, es decir, junto a los dos grupos paralelos que montaron sus diferentes miembros durante su parón entre 2005 y 2010. De Sôber se tocaron más piezas (algunas como ‘Loco‘, ‘Diez Años‘, ‘Arrepentido‘ y ‘La Araña‘), mientras que de Skizoo sonaron ‘Solo Estás Tú‘ y ‘Dame Aire‘ entre otras y por parte de Savia, ‘Insensible‘, ‘Agua Para tu Sed‘ y un par más.
Conforme acabaron, tocaba el momento épico de la noche por parte de la última banda del ‘Big 4 del thrash alemán‘, los inconmensurables Kreator. Este fue sin duda el mejor concierto de todo el Leyendas, donde se juntaron un increíble sonido, juego de luces, setlist, ambiente y actuación de la banda. Abriendo con su ‘Enemy of God‘ pasaron por encima del público con otros tantos cortes como ‘Phobia‘ (con su pertinente riffazo), ‘Warcurse‘, ‘Phantom Antichrist‘, ‘Extreme Aggression‘, ‘Hordes of Chaos‘, ‘Violent Revolution‘ y ‘Pleasure to Kill‘. La combinación lumínica, las explosiones de confeti y los cañones de humo dieron un gran plus a su fantástica puesta en escena, con un exuberante Mille Petrozza subiendo y bajando de las dos plataformas del escenario y acaparando casi todo el protagonismo de la noche. Sin lugar a dudas, el show estrella.
Para entonces tocaba el turno de los más clásicos del rock nacional, Los Suaves, que se encuentran ahora mismo girando en su tour de despedida. Aproveché la hora y media de duración de su bolo para acercarme al Mark Reale a empaparme del ambiente de los ingleses Alestorm con su metal pirata, y es que el recinto estaba a rebosar. Tras empezar unos minutos tarde por problemas de sonido, comenzaron con una intro de sintetizador del tema principal de la saga de videojuegos Monkey Island (lo que casi provocó que se me saltaran las lágrimas. Nostalgia pura). Tras escuchar sus primeras canciones, que fueron ‘Walk the Plank‘, ‘The Sunk’n Norwegian‘, ‘Shipwrecked‘ y ‘Magnetic North‘, me salí del asfixiante lugar.
Mientras cenaba, pude escuchar a Los Suaves desde lejos, con algunos clásicos como ‘Dolores se llamaba Lola‘ y ‘Palabras para Julia‘. No tuvieron todo el público que yo me esperaba (quizá por la duración del concierto, unos 100 minutos en total), y como mucho también destacaría la ya cascada voz de Yosi Domínguez. Un concierto que para mí, pasó sin pena ni gloria. El Leyendas para mí se acabaría con los noruegos Satyricon. Con una buena actuación, aunque algo parados sobre las tablas, la formación blacker ofreció a sus espectadores piezas entre las cuales estuvieron ‘To the Mountains‘, ‘K.I.N.G.‘, ‘Fuel for Hatred‘, ‘The Pentagram Burns‘ y ‘Mother North‘.
El Leyendas 2015 nos trajo cosas muy buenas y cosas muy malas. Por la parte positiva, un cartel bastante completo, un día extra manteniendo el precio del abono, mucho y buen ambiente dentro del recinto y en el camping, además de la ampliación de casetas de merchandising y comida dentro del polideportivo. Como notas negativas, que en el camping no hubo ni un mísero toldo, además de que la organización respecto a la venta de abonos de piscina se propasó vendiendo más abonos de los debidos, provocando largas colas en hora punta (cosa que quisieron solucionar devolviendo el dinero del abono a los interesados). También señalar que algunas críticas constructivas mediante Facebook en la página oficial del Leyendas fueron borradas y sus autores, baneados. Una falta de respeto a destacar. Como último detalle, la horrible organización en el stand de firmas de TNT Radio, cuyas colas no estaban bien señalizadas y se montó un buen caos.
En cuanto a las instalaciones, se mantuvo prácticamente todo respecto a la edición el año pasado: los dos escenarios principales (‘Azucena‘ y ‘De la Rosa‘) y el pequeño, ‘Mark Reale‘. El sonido en este último fue bastante mejorable, y algunas bandas que actuaron en los principales también pudieron haber tenido una mayor calidad. También destacaré que los fineses Finntroll, a causa de problemas con su vuelo, llegaron tarde y cambiaron hora y escenario con Beethoven R. (algo de lo que me enteré a posteriori porque no vi a ninguna de las dos bandas). Quitando la falta antes señalada por Facebook, he de decir que la organización estuvo muy comunicativa con esos aspectos.
