Los catalanes punk-metaleros estrenan ‘Reborn From The Ashes‘ este fin de semana (lo podéis escuchar aquí), y nos traen el ‘plato fuerte’ a la mesa. Con reminiscencias a bandas como Darkthrone, Burzum, Deathhammer o Voivod, esta banda representa uno de los estandartes más importantes dentro del género nacional, y uno de los sonidos más conseguidos y menos artificiales.
‘The Rebirth (Intro)‘ es un pasaje que nos adentra en el infierno, con unos samples inquietantes mezclados con gritos lejanos. ‘Reborn from the ashes‘ nos comienza a calentar con el típico sonido a caballo entre el black metal y el punk, y que tanto nos gusta por aquí. Las guitarras son excelentes, y el sonido nos recuerda a algunos trabajos de Satyricon. ‘Traitor’s gate‘ trae velocidad y capas y capas de maldad encarnada en la voz de Lilith Necrobitch. Los juegos dentro del punk puede que no le gusten a los más puristas, pero dentro de los fans de estos crossovers harán las delicias de los más puristas.
Con el siguiente tema, ‘Hatred rules again‘ nos vamos a terrenos rítmicos cercanos a Motörhead, con un riff tan característico como efectivo. Estamos ante una banda con un sonido propio y unas grandes influencias. ‘Stalker‘ es algo más amigable y punk, dejando a un lado el black y adentrándonos en sendas menos oscuras. Incluso los solos y las escalas nos hacen rejuvenecer unos 30 años con ese sonido tan macarra y auténtico.
‘Warriors of the night‘ trae de nuevo velocidad y guitarras dobladas junto a blast beats y voces desgarradoras en la línea de unos Watain más clásicos. Uno de los mejores temas del álbum para nosotros. ‘Wolf of the Battlefield‘ nos da un lado más hacia los Darkthrone, con unos riffs más thrasher. Sin embargo con ‘Hellstar‘ podemos vislumbrar como descargan esa parte de su música con rítmicas pegadizas y coros doblados que harán las delicias de fans de Motörhead.
Al escuchar ‘Hellish Onslaught‘ volvemos al camino del black metal a medio tiempo. Con un álbum lleno de temas como este llegarían a un reconocimiento mundial, al menos con el black metal como género que se posiciona cada día más en la cima. ‘Take this torch‘ (Razor) es un cover bastante resultón, que deja unas pinceladas del mejor speed metal. Y el álbum se cierra con ‘Addicted to madness‘, tema más lento y largo de lo acostumbrado en el LP, y que nos deja con aún más ganas de que esta formación nos entregue trabajos tan sinceros y honestos como este.
LO MEJOR
- La voz es diabólicamente genuina.
- La producción no es nada artificiosa.
- Genial el sonido de las guitarras sobre todo en los primeros temas.
LO PEOR
- Que no desarrollen más la faceta ‘old school blacker’.
- A veces las partes punk le quitan atmósfera al álbum.
