La racha de giras internacionales que pasan por Valencia ha repuntado según termina el año, y este pasado viernes teníamos nueva cita. Vuelta a la Sala Rock City para recibir tres bandas encuadradas en el género del heavy metal de corte más tradicional, comandados por los finlandeses Battle Beast.
Abrían la noche los canadienses The order of chaos. Llegué a tiempo de ver un par de temas, dentro de un repertorio de una media hora larga. Reconozco que apenas he podido escucharles antes del concierto, pero lo que vi de su actuación me pareció bastante correcto. Su sonido es bastante moderno, dentro de lo que es el heavy metal, y cuentan con una vocalista muy llamativa y que no para de moverse por el escenario. Me sorprendió el bajo volumen del sonido, que restó algo de brillo a la actuación.
Siguiendo el horario a la perfección comparecieron los alemanes Alpha Tiger. Lo suyo es el heavy más true y clásico, del de voces agudas, coros y pantalones de pitillo. La viva imagen del heavy ochentero en cinco jóvenes alemanes. La verdad es que, personalmente, su propuesta no me sedujo. Sin dejar de ser unos músicos competentes, que hacen bien lo que se espera de un grupo con cierto bagaje, a su show le faltó chispa y química para conectar con el público. El bajo volumen que aún había tampoco ayudó demasiado.
Su menudo cantante, Benjamin Vaino, el último en entrar en el grupo este mismo año, intentó motivar al público. Pero incluso él – por momentos – parecía darse cuenta de que la cosa no iba bien. La desconexión fue bastante patente en un par de momentos entre canciones, en los que se escuchaban más las conversaciones de las ciento y pico personas que andaban por la sala, que las propias explicaciones del frontman. Al menos consiguieron salvar con dignidad el estribillo de su último single, ‘We won’t take it anymore‘ y alguno de los temas más rápidos como ‘Against the time‘.
Y llegó por fin el momento de conocer en persona a los prometedores cabezas de cartel. Era su primera vez como protagonistas y quería comprobar dos cosas: que tienen uno de los mejores directos actuales y la verdadera magnitud de la voz de Noora Louhimo. Sin duda en las dos quedó satisfecha mi curiosidad. Los finlandeses dieron uno de los mejores conciertos del año en la sala Rock City. Casualmente, ellos ganaron la final de la W.O.A. Metal Battle en 2010, por delante de los madrileños Vita Imana, que protagonizaron otro de los conciertos de 2015 que recordaré bastante tiempo.
Con la potencia extra que les dio la previsible subida de volumen, comenzaron arrollando con ‘Far Far Away‘ y desplegaron sin descanso el setlist que venían haciendo en las últimas fechas, con ciertos recortes y alguna sorpresa como la introducción de la balada ‘Sea of Dreams‘. El primer arreón siguió con ‘I want the world… and everything on it‘ y ‘Out on the streets‘, con sus toques hard, hasta desembocar en ‘Let it roar‘, unos de esos temas que te dejan sin respiración, perfectos para saltar y sacar todo lo que llevas dentro, y comenzó a certificar el poderío vocal de Noora.
Con ‘Into the Heart of Danger‘ y la bailonga ‘Neuromancer‘ bajaron un par de velocidades, pero las sensaciones seguían siendo las mismas. Pocos grupos pueden presumir de transmitir tanto y hacer que la gente no deje de disfrutar ni un segundo, sea lo que sea que suena. Incluso temas como ‘Neuromancer‘, que exploran una zona algo pantanosa como es lo que ellos mismos denominaron ‘dance heavy metal’, consiguen enganchar en un directo casi hipnótico. Ese corte fue el preludio de ‘Black Ninja‘, uno de los singles de su segundo disco y que es la demostración de que un corte de heavy metal más bien tirando a tradicional puede enganchar sin necesidad de dobles bombos o un ritmo infernal.
En ‘Touch in the night‘ nos encontramos con el máximo exponente del dance heavy metal del que os hablaba, justo antes del sorprendente momento balada que nos depararon con Sea of dreams. Fue solo un espejismo, pues sin que nos diera tiempo a relajarnos nos abrumaron con la épica de ‘Unholy Savior‘, uno de los temas en los que la voz de Noora luce con mayor espectacularidad. Seguimos en ese tono con ‘Iron Hand‘, de lo mejor de su primer disco, para pasar terminar la primera parte del set con la arriesgada ‘Show me how to die‘, de nuevo exprimiendo al máximo las posibilidades de la voz.
Los bises los protagonizaron ‘Enter the metal world‘ y como traca final, la animada ‘Out of control‘, que puso broche de oro a una actuación que se hizo muy muy corta. Entre medias de la actuación tuvieron tiempo incluso de hacer un poco el monguer con una competición de solos, una marcha imperial y algo de humor.
El resumen de su actuación no puede ser más positivo. Tienen un directo de los que enganchan, de los que te hacen saltar con una sonrisa dibujada en la cara. Se nota además que disfrutan con lo que hacen. Y por supuesto, cuentan con el activo de su cantante. Noora Louhimo tiene una voz absolutamente espectacular, y su puesta en escena, con una estética agresiva y mezclando la pasión con la teatralidad de unos gestos muy medidos termina por colocarla como una de las frontwoman más destacadas del momento. Si no se les tuerce el camino, creo que es un grupo que en uno o dos disco puede estar en lo alto de los carteles más selectos.
Prometieron volver el año que viene. Si tenéis la ocasión de verles en directo, no la perdáis. Yo no dudaré en repetir.
Agradecimientos especiales a Irene Bernad (www.irenebernad.com), por las fotos… y por las viandas.
