El primer fin de semana del año, los progresivos Corb actuaron en la sala Paberse Matao (Sedaví). Ésta era la segunda vez que los iba a ver tocar. Debo decir que la primera vez ya me habían llamado la atención. Pensé que me gustaba el estilo, pero a veces es difícil hacerse una idea concreta de una banda con verlos una sola vez, así que fuimos a verles de nuevo a ver qué pasaba… y dudas despejadas. Esta banda es una de esas joyas que cuestan encontrar.
Aunque la actuación se integraba en la programación de un festival (Snowfest) en el que también participaban Servus y Thrashgressive, por motivos logísticos no pudimos ver sus respectivas actuaciones, y esperamos que no se molesten. Prometemos resarcirles en cuanto tengamos ocasión.
En cuanto a Corb, decir que después de haber escuchado su maqueta ‘Mirage‘ y haberles visto ya en dos ocasiones, tengo que decir que éste proyecto apunta maneras. Calidad y experiencia no les falta a ninguno de sus integrantes, y el resultado de tal combinación no podía ser otro. Es agradable descubrir que dentro de la escena del rock y metal valenciano se gestan bandas como esta, que fusiona el rock progresivo con otros varios estilos (setentero, psicodélico, metal…) de una manera tan natural como respirar. Según Joan, (batería) “buscamos un sonido abierto en el que podamos meter lo que buenamente queramos o podamos”. Desde luego el estilo es abierto y variado y no te deja indiferente.
Eran más o menos las 23:00 y la sala estaba bastante concurrida para ser temprano, y para ser también la primera actuación de la noche. Empezaron el concierto con ‘Forbidden Line‘, tema muy blusero y de estribillo pegadizo. La atmósfera buenrollera que desprendieron en cuestión de unos minutos rompió el hielo con efectividad y ahí estábamos todos, aplaudiendo satisfechos.
Una vez con el público en el bolsillo y a la primera, el concierto continuó con un sonido limpio y contundente. Antes de seguir, decir que Corb está compuesto por cuatro músicos que llevan más de 10 años tocando juntos en diferentes proyectos: Maelo DaCosta (guitarra/voz), Joan Muñoz (batería), José Pérez (bajo) y Jose María Álvarez (guitarra). La calidad como músicos que tiene cada uno salta a la vista, pero todavía destaca más la química que hay entre ellos. Los espectadores notamos esto, y es esa sensación la que hace que te acabes moviendo a su ritmo y disfrutes de lo que estás viendo.
Variedad de registros, combinación de estilos… desde luego si vais a ver a esta banda, no os vais a aburrir.
Tras el curioso tema ‘Vampire Folk‘, que a mi forma de ver fue el más relajado del concierto, la actuación fue aumentando el ritmo desde ‘Crowned Rats‘ con un rollo más tipo rock de los 70, y no sé cómo pero acabó evolucionando de tal forma que sin darnos cuenta estábamos escuchando temas que se acercaban más al metal progresivo. En todo momento estuvieron conectados, y como resultado tuve la sensación de que todo estaba donde tenía que estar. Quizá no pueda hablar de los detalles más técnicos, pero lo que sí puedo decir es que mis ojos bailaban de la guitarra de Maelo a la de Jose María sin parar, disfrutando de solazos encadenados llenos de elegancia. Ambos con estilos muy personales, pero todo encajando a la perfección. En general a todos se les notaba cómodos, conectados y derrochando groove.
Hacer mención a la sorpresa que me ha dado Maelo como vocalista en este proyecto. Nada que ver con los guturales que ya le había escuchado con Visceral Damage, grupo trallero de death del que también forma parte.
Variedad de registros, combinación de estilos… desde luego si vais a ver a esta banda, no os vais a aburrir. Estoy segura de que de aquí en adelante, estos chicos van a darnos mucho qué hablar.
Fotografías: Carlos Blasco