Si padeces de coulrofobia o una terrible aversión a la experimentación musical, ya puedes ir dando media vuelta. Si no es el caso, te recomiendo leer esta reseña del primer álbum de los catalanes Whipping The Clown, titulado “Playground” (y por supuesto también escuchar el disco). Este LP fue mezclado en el Doblezeroo Studio de Lloret de Mar y masterizado en Steady Road, ubicado en Barcelona.
Este macabro juego empieza con una intro que nos mete en el papel: el feriante de turno nos da la bienvenida acompañado de la correspondiente y tétrica musiquilla circense (que va a pelo con la temática de la portada del disco) para disparar entonces con “Shattered Feelings”. Abriendo con un magnífico y melódico riff entran la voz que encaja a la perfección en el conjunto acompañando a las guitarras. Esta tienen un punto intermedio entre lo agresivo y lo melódico, dando un resultado power/thrash bastante atractivo al oído.
“Whipping The Clown” pretende ser un poquito más directa, mostrando una actitud más rabiosa tanto en los riffs como en la voz y la batería. El estribillo resulta sin embargo más pausado, quizá más groove pero sin perder la sintonía, jugando con los ritmos y sin dejar la caña de lado. Su segmento posterior con solo de guitarra hila fantástico con la segunda mitad del corte, que resulta algo más pausada en su combinación instrumental.
“Theater of Fake” abre con unos arpegios limpios más calmados. La segunda guitarra marca con distorsión, pero las voces limpias se adueñan del tema mientras la batería marca poquito a poco subiendo de intensidad. Más adelante aparece un riff que nos adentra de lleno en el conjunto, que no es tan contundente en general como los dos previos pero guarda algunos segmentos interesantes y muy disfrutables.
Riff pesadote y triste para abrir “Goodbye Letter”, seguido de otra secuencia de arpegios y voces limpias, repitiendo fórmula. Tanto esta canción como la anterior son una bajada de revoluciones, inclinando la balanza más hacia el power y el groove que hacia el thrash. Sin embargo esto no debería empañar el resultado si tenemos la mente y las orejas abiertas.
“Break The Seal” retoma un poco la crudeza, aunque con una notable bajada de intensidad más adelante en el estribillo, dominado por el bajo y el potente registro vocal de Christian. La segunda parte es mucho más groovera y asincopada, con algunos fragmentos en silencio que rompen brutalmente con el ritmo del tema. Personalmente me cortaron bastante el rollo.
Línea de bajo seguida de riff y doble bombo nos introducen a “Nevermore”. A estas alturas podemos apreciar un buen nivel técnico de las guitarras sin restarle mérito al resto de la formación, que juegan con muchos elementos del power y heavy más depurado e incluso con algunos detalles del thrash más sucio, aunque con la producción el resultado final se aleja del sonido thrasher puro.
Para “Far Too Long”, el ambiente toma un cariz más groovero y oxidado. Aún así, este no pierde la melodía bien llevada por las dos guitarras y el registro vocal.
“El Secreto” es un corte de minuto y medio algo extraño: al sonido de las olas y las gaviotas se une un guitarreo flamenco en acústico y un palmeo. En los últimos compases se añade la batería y finaliza con un punteo de eléctrica. Esto nos abre la puerta a “Redemption For A Rotten Soul”, que arranca pesadote con la sección de cuerdas como protagonista repartiéndose los momentos clave de la introducción, continuando con una base contundente y pegadiza.
Los últimas dos piezas son “The Prodigal Son”, que levanta el pie del acelerador sin que eso signifique una pérdida de calidad (el interludio introducido por las notas de bajo es mi parte favorita) y “Fading”, que nos despide del álbum con una nueva sección de arpegios sosegados.
“Playground” es un experimento personal e interesante que toca varios palos, desde el thrash y el groove hasta el power metal y el heavy más melódico, sin dejar de lado sus momentos para combinar un sonido más cerdete con un poderoso y agudo registro vocal y ciertos detalles técnicos a la guitarra. Respecto a esto último, destacar que aquellos que busquen el típico shred borrayemasdelosdedos y comeescalas se van a llevar un chasco. Así pues, un buen debut por parte de los de Tossa de Mar.
LO MEJOR
- Producción correcta y equilibrada, consiguiendo un sonido depurado y limpio sin restarle el punto sucio a las composiciones más arraigadas al thrash.
- Instrumental elaborado y gran registro vocal, que permite jugar con cortes más cañeros y otros más relajados de forma que consiguen un resultado óptimo en general. Los cambios de tempo son también un gran aliciente.
LO PEOR
- Para los más puretas del thrash y el power este experimento les puede dejar a medias sin cumplir las expectativas de ninguno de los dos géneros. Es el precio a pagar por llevar a cabo este “collage” musical.
- En algunos temas echo en falta un poquito de contundencia y sonidos más anchos y graves, además de algo de protagonismo de la batería.